Muchas, pero que muchas parejas consideran la marcha atrás como un anticonceptivo, aunque lo cierto es que es un método con una eficacia aceptable, no se puede confiar del todo en él. El amplio abanico que actualmente tenemos en el mercado ofrecen, por supuesto, mucha más fiabilidad que la marcha atrás, a pesar de que ésta última cumple las expectativas si tenemos en cuenta aunque puede tener muchas otras consecuencias.
El «coitus interruptus«, consiste en retirar el pene de dentro de la vagina justo antes de la eyaculación para evitar que los espermatozoides puedan llegar al óvulo. Pero no nos engañemos, la marcha atrás ha existido toda la vida, sobre todo cuando no había otra cosa, por decirlo de alguna manera es uno de esos métodos que llamamos naturales, pero actualmente son muchas las parejas que practican la marcha atrás, ya sea como un anticonceptivo o de una manera esporádica.
Es cierto que en la sociedad se ha instaurado esa frase que dice que «antes de llover chispea», que se refiere al peligro de que se escape algún espermatozoide que pueda contener líquido preseminal. Pero aunque no lo creáis, este líquido no contiene esperma por sí mismo. Si no que es segregado por las glándulas de Cowper y tiene como principal función lubricar la uretra y corregir el ph que ha podido ser modificado con la orina y que afecta a la calidad del semen.
Hay que tener en cuenta que cabe la posibilidad de arrastrar a algunos espermatozoides que se hayan quedado rezagados en anteriores eyaculaciones, pero sólo serán fértiles si se ha eyaculado justo antes, ya que de lo contrario lo normal es que se hayan expulsado con la orina.
Y claro la pregunta viene ahora, si tan seguro es ¿porque no se considera un método anticonceptivo? Pues por la sencilla razón de que no todos los hombres son capaces de controlar la eyaculación con seguridad durante la relación sexual. Así de fácil. Además, como decíamos antes, puede haber espermatozoides que se han quedado rezagados en el coito anterior, por lo que si en la relación sexual el hombre eyacula dos veces, la segunda es muy, pero que muy peligrosa. Y aunque no lo creáis es un error muy común que cometen muchas parejas.
Pero si volvemos a los datos puros y duros. Si el hombre controla la eyaculación y es la primera del día, la eficacia de la marcha atrás es muy cercana a la del preservativo masculino, pero si se produce cualquier fallo, tan sólo es eficaz en un 78%.
Pero sin duda, uno de sus mayores inconvenientes es que cuando el hombre está pendiente de la eyaculación no tiene una relación sexual tan placentera como debería y cuando ellos se acostumbran a hacer el coitus interruptus, les es muy complicado, en un momento dado, eyacular dentro de la vagina. Así que la elección ya es vuestra.
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