Relato erótico de sexo con la prima en las vacaciones del pueblo

Voy a contar el relato erótico de sexo con la prima mas cachonda que tengo, he cambiado los nombres por razones evidentes. Seguro más de uno habrá tenido experiencias sexuales similares de sexo con las primas…

Suena el despertador, es día 1 de junio y mi madre se ha empeñado en que este año tengo que ir con ellos de vacaciones al pueblo, que coñazo, me espera aguantar un mes de aburrimiento sin wifi y enganchado al whatsapp con el 3G viendo fotos de mis colegas follando guiris en la playa.

Me monto en el coche de mala leche, me pongo los cascos con mi música favorita a toda leche, entro en mi mundo y desconecto de todo lo que me rodea, me quedo dormido y despierto en Villa Arriba, el pueblo de mis viejos, el viaje se me ha hecho corto, menos mal, con el largo verano que me espera en el puto pueblo.

Tras sacar la ropa del bolso y acomodarme en mi habitación, decido salir a dar un paseo por las calles de Villa Arriba, nada a cambiado desde la última vez que visité el pueblo, entonces había algo más de gente, sobre todo en verano cuando venían todas esas francesitas hijas de inmigrantes y daban vidilla a las noches de borrachera desmadrándose y acabando abiertas de piernas en el pajar del tío Paco.

Por desgracia ya no quedan esas guarrillas venidas de Francia, los años pasan, la gente crece y los pueblos quedan para los abuelillos.

Tras este nostálgico paseo por los lugares más místicos de Villa Arriba y los tórridos recuerdos de faldas, llego a casa, me siento a comer con mis padres y mi hermana y entonces recibo la mejor noticia del verano;

Mamá: Ha llamado vuestro tío, se vienen al pueblo un mes y viene vuestra prima Sandra con ellos!.

Sandra.. mi prima Sandrita, hace por los menos 4 años que no la veo y aún recuerdo los tocamientos de pene que me hacía la muy golfa en el asiento trasero del coche de mi tío, joder, me corría en los pantalones solo con notar su mano cimbreando mi miembro duro como una piedra. Apuntaba maneras Sandrita, por cierto un par de años mayor que yo, pero más putilla que las gallinas. La de pajas que me hice imaginadome que tenía sexo con la prima guarrilla…

4 de junio, llegan mis tíos, llega Sandra

Llevo 3 días haciéndome pajas pensando en ella, espero que no haya cambiado mucho en estos 4 años y se haya convertido en una puritana o lo que es peor, que aparezca con su novio de la capital y se me joda el chollo, si es que lo hay.

Espero sentando en la puerta de casa, veo acercarse al BMW de mi tío, se abre la puerta de atrás y sale Sandra, joder, tengo que frotarme los ojos para mirarla otra vez!, no se puede estar más buena!, llevaba una faldita tapando lo justo, mostrando esas largas y perfectas piernas con esos muslos firmes y ese culazo elegante y respingón, casi me corro de placer al verla, por cierto venía sola, ni novio ni pagafantas al que aguantar durante un mes.

Primer día con Sandra

Hay un dicho muy de pueblo al que no le falta razón, cuanto más prima más se arrima, y doy fé de que Sandra se arrima y mucho, también es cierto que es la típica prima que no ves en años y con la que no tienes casi contacto, por lo que el afecto del parentesco queda totalmente anulado.

Salimos a dar una vuelta en bicicleta, tras llevar unos cuantos kilómetros de conversación en la bici sobre los amoríos de ambos y lo bien que lo pasamos con nuestros colegas de fiesta en fiesta, decidimos parar un poco para descansar a la sombra de un árbol.

Yo ya no podía quitarme de la cabeza esos momentos de calentura pajeandome con la idea de tener sexo con la prima que tan burro me había puesto años atrás y ahora no podía dejar pasar la oportunidad.

Sandra llevaba un pantaloncito corto que me estaba poniendo caliente como un perro, aprovechaba mis gafas de sol de espejo para mirar sus potentes piernas una y otra vez sin que se diera cuenta, y entonces sucedió…

Sandra puso su mano sobre mi paquete y exclamó: A ver si ha crecido o sigue igual que hace 4 años!

Dios, mi pene no tardó ni 3 segundos en ponerse erecto y duro como un poste de la luz, Sandra sonrió y mirándome a los ojos me dijo: creo que este verano lo vamos a pasar muy bien juntos.

El mejor verano de mi vida disfrutando del sexo con la prima cachonda

Eran las 4 de la tarde, habíamos comido una barbacoa en familia y Sandra me invitó a dar un paseo hasta el río del pueblo, bajamos en la vieja scooter del abuelo y ya por el camino mi prima iba calentando el ambiente con su mano sobre mi polla masajeando mis pelotas, tenía más ganas que nunca de meterme en el agua y comprobar hasta donde podíamos llegar.

Nos bañamos, nos echamos unas risas y entonces Sandra se quitó el bikini, se quedó totalmente desnuda y con una mirada complice me llamó para que me acercara a ella en el agua, empecé a besarla, le metí la lengua hasta la garganta, y cuando me quise dar cuenta me estaba haciendo una paja bajo el agua, salimos a la orilla totalmente desnudos sin importarnos que alguien pudiera vernos, el calentón era tan grande que nada importaba, solo ella y yo y las ganas de follar.

Fue entonces cuando se puso de rodillas y mirándome a los ojos introdujo mi verga dura en su boca, se tragó mi polla entera como si fuera un helado de fresa y me hizo una de las mejores mamadas que he experimentado en mis 21 años de vida.

Volvimos al agua excitados y calientes, metí mi rabo en su coñito depilado lentamente y sentí un placer inmenso, ese calor del coño de mi prima y el frescor del agua del río en mis pelotas hacían un tándem ideal para llegar a un orgasmo brutal, puso sus piernas alrededor de mi cintura y con movimientos suaves y acompasados de cadera disfrutaba con gemidos de mi rabo en su ajustado conejito. Fue media hora de sexo puro, fue el primer polvo con mi prima, en el que recordaremos siempre como el mejor verano de nuestras vidas.

Sexo con la prima en el pajar del tío Paco

relato de sexo con la primaEra viernes por la noche, salimos a tomar el fresco y a dar un paseo por el pueblo y nos metimos en el pajar del tío Paco para fumarnos un cigarro  y bebernos unas birras fresquitas, nos tumbamos sobre la paja y cuando me quise dar cuenta mi prima tenía las bragas por las rodillas y se estaba tocando el clítoris suavemente con dos dedos, estaba húmeda como nunca, podía oler el rico perfume de su coñito, no me lo pensé dos veces y metí mi lengua en su interior, le comí el coño con todas mis ganas mientras ella daba gritos de placer, se retorcía de gusto y apretaba mi cabeza contra su conejo pidiendo más y más lametazos, la puse a cuatro patas y metí mi pene en su rajita agarrándola de la cintura y empujando con fuerza mi miembro a su interior, entonces sucedió algo que no esperaba, ella agarró mi polla y con mucha suavidad la colocó en su rosado ojete, lo humedeció con sus dedos llenos de saliva y vi las estrellas y la luna, era la primera vez que sentía el placer de mi polla dentro del culo de mi prima, era nuestro primer anal, y lo mejor es que para terminar lo hicimos con una buena corrida facial, llenando su bonita cara con toda la leche de mi  tranca.

Ahora han pasado 2 años, no he vuelto a saber de ella hasta hoy que he recibido un mensaje de whatsapp;

Hola Primito, te acuerdas de lo bien que lo pasamos en el pueblo? Este año voy a volver, si te animas ya sabes lo que nos espera. Por cierto, me llevo a una amiga que tiene ganas de conocerte, te atreves?

Aún no la he contestado, todavía me estoy haciendo una paja pensando en los tríos que nos vamos a montar, porque no pensaríais que me lo iba a perder, verdad?

Relato erótico sexo con la prima – Enviado por usuario anónimo de la web
Imagen ilustrativa nada mas,  no pertenece a la prima.

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