Diferencia entre una puta y una escort: aprende a distinguirlas

diferencias entre una puta y una escort

No solo se trata de que un término sea en inglés y el otro en castellano, no son exactamente lo mismo, ni hacen referencia a una misma cosa. Sin embargo, de forma errónea se pueden tratar como sinónimos.

Si algo ha puesto de manifiesto internet es la posibilidad de encontrar todo tipo de servicios con un clic. Hoy en día, dar con mujeres compañia Sevilla es tan fácil como buscar por las palabras adecuadas y en los sitios correctos, ya no todo únicamente se resume en buscar fuera de casa. Aun así, para muchos usuarios, lo que se busca y lo que se encuentra no es lo mismo, y en gran parte, eso tiene que ver con que no se saben distinguir los trabajos de una puta y de una escort.

¿Hay semejanzas entre escorts y putas?

Existe una frase, aunque carente de realidad, que da bastante sustento a la diferencia. Se suele decir que una lo hace porque le gusta, y otra porque le pagan. Aunque no sea eso totalmente cierto.

Pues, sí, hay semejanzas entre ambas, y es que todas pueden atender a sus clientes en todo lo relacionado con el placer sexual y la intimidad. Las putas, por decirlo de alguna manera, tienen en el placer sexual su principal especialidad, y es por eso, por lo que cualquier cliente las buscaría y contrataría.

Entre tanto, las escorts tienen el placer y el acto sexual como uno de sus otros tantos servicios, que van incluidos cuando son contratadas. A partir de ello, comienzan las diferencias entre lo que es una escort y una puta, ya que la primera tiene el sexo solo como parte de todo lo que puede hacer.

Los servicios que marcan las diferencias entre una escort y una puta

Hay servicios, con formas de pensar y proceder, que marcan distancias entre ambos. De hecho, cuando se habla de escort, se habla de dama de compañía o acompañante, ya que es su traducción. Y es, en realidad, el servicio que prestan, ya que pueden ser desde acompañantes para hombres de negocios en viajes de vacaciones o por trabajo, hasta acompañantes sexuales para un fin de semana.

Pero, para conocer las diferencias, lo mejor es entablar una comparativa acerca de las características más conocidas:

  • Precio: por norma general, una escort siempre tendrá tarifas mucho más elevadas que una puta. De hecho, el precio de estas últimas puede representar una fracción igual o incluso menor al 25 o 30% de lo que cobraría una escort por sus servicios básicos.
  • Forma de trabajar: las putas trabajan siempre que quieren o necesitan, y sus jornadas de trabajo son arduas, y a veces, en la calle. Las escorts son selectivas, suelen estar asociadas con agencias, y trabajan por tiempo y no por acto, una de las grandes diferencias entre ambas. Con una puta se paga por sexo, mientras que con una escort se paga por horas que se comparte el servicio, y si se quiere, también se tiene sexo.
  • Profesionales: mientras las putas son consideradas profesionales del sexo, las escorts llevan eso a un nivel más alto. La mayoría suelen estar incluso formadas académicamente con profesiones de alto nivel, muchos conocimientos, además de gran inteligencia y belleza. Por eso, la relación que se entabla con ellas puede ir más allá de lo sexual, y pueden estar más habituadas a peticiones por periodos de tiempo más largos, que pueden ir desde un fin de semana hasta casos en los que se mantienen relaciones durante más de un mes.
  • Son divisiones: al igual que en muchas competiciones deportivas hay divisiones para los equipos, en lo que a escorts y putas se refiere, bien pudiera pasar lo mismo. Así, una puede ser lo otro, y viceversa, siendo solo cuestión de perspectiva y de formas de entender su profesión. Desde el punto de vista de los clientes que las frecuentan, una aporta calidad, y otra cantidad e intensidad.

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