Hola, les cuento que soy un hombre adulto, que quiero compartir con los lectores, una infidelidad con mi amante ex alumna, cómplice y compinche de estas aventuras caliente y sexual que me pierden y vuela la cabeza!!
Desde hace un tiempo, somos compinches y vivimos situaciones de extrema sexualidad, que nos lleva a hacer cosas impensadas, atrevidas y hots.
Una noche de luna grande y redonda, pase a buscar a mi alumna , no es adolescente de secundaria, es una mujer hermosa, de pechos generosos, labios carnosos, y vulva húmeda y caliente de unos 30 años aproximadamente, yo , por ser su profesor, tengo 20 años más que ella… pero esta diferencia, nos has unido más que separarnos, al vivir estas aventuras.
Íbamos en el auto, ya predispuestos a entregarnos placer , con ganas de manoseos, arrumacos, besos y todo lo que se nos ocurra en ese momento, que al no ser tan extenso el tiempo dispuesto, lo aprovechamos desde el minuto uno.
Luego de recorrer un par de kilómetros en la ruta, estacionamos al costado , sobre un camino auxiliar , un lugar oscuro y tranquilo, sólo iluminado por la luna de esa noche. Comenzamos a besarnos, suave al principio pero a medida que nos encontrábamos más a gusto, más nos acariciamos y nos metíamos más manos, entre la camisa, su corpiño desabrochado, sus pechos, hermosas tetas afloran hacia mí, que tomo con las manos, beso, chupo y lamo con desesperación y frenesí, divinos pezones, sensibles y calientes que me ponen en estado de excitación terrible que ella ya sabe y conoce lo que logra…
Uff, que manera de levantar temperatura los dos… ella se deja hacer… yo disfruto.
Nos manoseamos, nos besamos y llegamos a mojarnos de tal manera que parece anormal, tanto fluido corporal, producto de la excitación de los dos.
Para estar más cómodo, me bajé del auto, con los pantalones y los boxer a la rodilla, con la pija dura y chorreando fluido seminal, abrí la puerta trasera y me subí al estribo de la camioneta, de pie, justo a la altura de sus labios carnosos, con gusto y ganas, me comenzó a chupar la pija de manera descomunal, rica, sabrosa, profunda, que me volaba la cabeza, mientras yo manoseaba sus tetas, y cuando podií, llegaba hasta sus labios, pasando un dedo por el clítoris y sus jugos mojaban mis dedos, que se perdían entre sus labios, toda una delicia.
En un momento, me bajé del estribo y parado junto a la puerta del auto abierta, ella ofrecía sus piernas al cielo y con la cabeza de la pija dura, húmeda y venosa apoyada en la entrada de su ano, mientras juego con mis dedos en los labios de su concha mojada.
Hago un poco más de fuerza y entra la cabeza en su cola, acompañada por un gemido, mezcla de placer y dolor incómodo, pero no me detengo, ni tampoco me lo pide, y así, despacio, entro y salgo de a poco por su cola dilatada, generando mucho placer, mientras ella, se tocaba el clítoris y acariciaba los labios de su vagina…todo mojado, empapado.
Luego de unos minutos de sexo suave, la excitación va en aumento y la velocidad también… hasta que ella gime de placer de haber llegado a un orgasmo interminable tocándose su clítoris y yo acabo en su cola, inundando de leche caliente todo su interior… uf que manera de gozar.
Luego de unos minutos de relax, regresamos al estado normal, como siempre, nos despedimos con la idea de que el próximo encuentro sea mejor.
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