Soy un chico normal, de 30 años, que siempre ha sentido curiosidad por todo lo que rodea al mundo del sexo, sobre todo lo que se sale de lo “común”. Decidí salir de mi zona de confort e ir a visitar un club swinger. Me informé del lugar, los precios, los horarios, las normas, etc.
No iba con la esperanza de que ocurriese nada, solo quería probar el ambiente.
Cuando fui, me recibieron muy amigablemente los que supongo que serían “relaciones públicas”, me mostraron el local, me dieron consejos, y sobre todo, calmaron mis nervios. Era un lugar relativamente pequeño, por lo que mucha gente se conocía y cuando vieron a alguien nuevo, sospecho que querían saber de qué palo iba yo. Es normal que un chico solo en estos ambientes cause cierta indiferencia porque hay muchos que se comportan de forma un poco acosadora, e incomodan a varias parejas.
Me empezaron a hablar diferentes parejas con gustos muy diferentes. Me pareció maravilloso lo amigables que eran la mayoría. Eran personas auténticas. Que alguien tiene unos kilos de más? No importa. Que hay una mujer entrada en años y con los pechos ya no tan firmes como una veinteañera? No importa. Que no tienes un tamaño para ser actor porno? No importa.
Una de las parejas con las que hablé parecía estar más interesada en mí de lo normal (luego me enteré de que era una pareja con bastante experiencia, y que lo más les gustaba, era la carne fresca en ese ambiente. Siempre que veían a alguien nuevo: A POR ÉL).
Tras hablar un rato, tener buen rollo, reirnos… me dijeron si me interesaría que me acostase con la mujer mientras el marido nos miraba. A mi me suelen gustar las mujeres más mayores que yo, me vuelven loco ? de modo que acepté ir a una de las salas del club que estaba habilitada para darle al tema.
El marido se sentó en una silla, y yo pude disfrutar de esa mujer de 53 años, según me dijo. Los pechos algo pequeños para lo que yo estaba acostumbrado, pero que culo, madre mía. Con carne bien donde poder agarrar. El cuerpo de una mujer que supera los 40 a mi me vuelve loco por lo general ?
Un par de besos, y rápidamente se agachó, y prácticamente me arrancó los pantalones.
– Qué bonita polla tienes. Es gordita, como a mí me gustan.
– Pues adelante, toda tuya.
Ahí empezó a mamar despacio, con suavidad. El marido desde la silla se la sacó, y se puso a tocarse mientras le decía:
– Chúpasela bien cariño. A ver si puede aguantar. Vamos a ver cómo resiste.
Poco a poco fue aumentando la velocidad y la profundidad. La boca era relativamente pequeña, así que no podía tragarla del todo de forma normal. Hizo su mayor esfuerzo y se la metió entera. Yo estaba en el paraíso. A esta mujer le gustaba dar mamadas, pero más le gustaba lo que venía más tarde.
Estuvo chupando casi 15 minutos como una verdadera actriz porno. Se paró y dijo:
– Oye, pues aguantas bien. Creo que te has ganado un premio por aguantar mi mamada jajaja
– Uuuhhh, interesante. Cuál es mi premio?
Se bajó las bragas, se tumbó en la cama abierta de piernas mostrando su precioso coño y me dijo:
– Adelante, métela. Espero que te guste tanto como a mi me gusta tu polla.
– Prefiero comertelo un poco, quiero ver qué tal sabes. Te apetece?
– Uy qué chico más atento. Te gusta dar también a las damas. Adelante cariño, cómemelo. Quiero ver qué haces con tu lengua.
Ahí que fui. Me arrodillé y ella se puso al borde de la cama. Usé mi lengua y mi boca, mientras ella gemía durante unos diez minutos y se corrió. Notaba como su sabor inundaba mi boca, y era delicioso. No fue mi mejor trabajo, pero llevaba muchos meses sin practicar, y a ella parece que le gustó igualmente, a si que, no quejas.
Ya pasamos a la acción, me puse el condón, se la empecé a meter poco a poco y empezamos despacito para que se adaptara al tamaño sin que doliera. Poco a poco aumentamos velocidad e intensidad. Mis bolas rebotaban fuerte contra su ano, y el ruido inundaba toda la habitación.
Cambiamos entre varias posturas: follarla a lo misionero, de perrito, ella me cabalgó, nos pusimos de pie, se apoyó en una pequeña cómoda… Me di cuenta de que el marido también estaba gimiendo, y ya se había corrido un par de veces.
Se puso de pie, vino hacía nosotros, y se puso en frente de su esposa. Ella se agachó y empezó a chupársela.
– Te está dando muy bien el chico eh? Buena follada chaval. Me uno a vosotros solo un rato, quiero me la chupe.
Tras un rato chupando la polla de su marido, mientras yo le daba duro, y ella se tocaba, volvió a correrse, esta vez más fuerte incluso que la primera. Notaba como apretaba mi polla con fuerza. Qué sensación tan maravillosa.
Llevábamos más de una hora en total follando, cuando me dí cuenta de que le estaban empezando a fallar las piernas. Le pregunté si estaba bien, y me dijo que le encantaba, pero que no estaba acostumbrada a pasar tanto tiempo follando. Le empezaba a doler. Tuvimos que parar porque ya prácticamente le escocía. El marido se retiró de nuevo a la silla, tras correrse por tercera vez! Terminó en la boca de su mujer.
Una vez se la saco me miró y me dijo:
– Aún no te corres? Guau! No se si tienes mucho aguante o es que no te ha gustado… – tenía una mezcla en su cara entre fascinación y rabia pura, porque no me corrí antes de sacarla.
– Me encanta! Pero es que tardo mucho si solo la meto. Siempre me ha pasado. Si quieres puedo terminar, pero tengo que hacerlo manualmente.
– Ah vale jajaja adelante, termina encima de mí.
Me la empecé a sacudir, mientras ella le daba alguna lamida. Me acabé corriendo encima de sus tetas y su vientre. Ella tenía los pezones totalmente erectos. Que descarga le eché encima. Ver su cuerpo cubierto de mi leche me hacía no poder bajar mi erección. Ella terminó chupando un poco para quitarme el exceso de semen de la punta.
– Te lo has pasado bien? – me preguntó.
– Sí, claro. Ha sido genial.
– Y tú amor? Has disfrutado del espectáculo?
– Nena, eres una diosa. Enhorabuena a ti también chaval, has sido muy bueno. Si os ha gustado a los dos, si volvemos a encontrarnos, repetimos, pero esta vez los tres.
Una vez terminamos, nos limpiamos, y volvimos a la zona del bar. Y ahí estuvimos un rato hasta que me fui. Nunca volví a verlos. Y esta fue mi primera experiencia en este ambiente. Espero que os guste.
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