Relato de como conocí a mi joven aprendiz sumisa

El mundo de la dominación siempre me ha atraído, pero cuando te intentas meter un poco te das cuenta que hay muchas formas de entenderlo y llevarlo a la práctica.

Yo me he quedado en la faceta del juego sexual de la dominación, puedo ser dominante o sumiso, todo dependen la pareja con la que comparta ese juego y con ambas disfruto plenamente.

Un día de esos aburridos por casa, me metí en un chat de mi ciudad para pasar la tarde, llevaba varias conversaciones de esas absurdas que te piden todos los datos como si fuese una entrevista del FBI cuando vi un Nick que me llamó la atención: “Aprendiz Sum”.

Pinché en el nombre para averiguar quién estaba detrás de ese nombre y que buscaba, me encontré con una chica de 22 años que buscaba iniciarse experimentar en el mundo de la dominación.

No suelo hablar con chicas tan jóvenes, porque aparte de la diferencia de edad suelen ser chiquillas sin ideas claras, sin experiencia y con ganas de buscar un noviete que les saque de parranda.

Pero en el caso de Aprendiz Sum era diferente, vivía cerca de mi ciudad y buscaba conocer alguien mayor que le enseñase cosas del tema.

Estuvimos charlando sobre sus gustos, los límites y lo que tenía ganas de hacer y congeniamos, a ninguno de los dos nos iba el dolor, la escatología ni la humillación ni vejación.

Intercambiamos nuestras direcciones de Skype y empezamos a hablar, cachorrita, la bauticé con ese nombre, me dijo que era morena, 168cm, 58kg, con tetillas pequeñas pero buen culo y muy caliente pero también tímida.

Que había tenido varios novios que se la habían follado pero que le costaba correrse ya que algo faltaba y eso talvez era lo que buscaba.

Que disfrutaba más con su vibrador y sus dedos fantaseando que un mayor le hacía de todo, le dije que si quería jugar conmigo tenía que tener confianza en que no iba a pasarle nada que no quisiera pero que tendría que obedecerme y ser una alumna aplicada para ser mi sumisa Cachorrita.

CA: Bien Cachorrita, a partir de ahora cuando hables conmigo siempre llevarás ropa interior sexy, con medias, zapatos de tacón y te pondrás guapa para mí.

CS: Ok, pero a veces están mis padres en casa.

CA: Pues o cierras la puerta, o te pones algo para taparte, pero siempre que hables conmigo has de ir vestida para la ocasión, el cómo es tu problema, si no puedes hacerlo algún día me explicarás el motivo y si es lógico veremos que castigo te pongo.

CA: La segunda orden que tienes es que has de masturbarte todos los días pensando en lo que quieres que te haga y me lo contarás por mail, puedes añadir a ese mail alguna foto de tus tangas o bragas mojados, para que vea lo cachonda que estabas.

CS: No hay problema mi Señor, me masturbo a diario, me encanta hacerlo.

CA: La tercera orden es que te dejes crecer algo de vello en el pubis, un mechoncito para que te pueda agarrar de los pelos si te portas mal, no me gustan los coños depilados enteros, ¿algún problema?

CS: No ninguno, lo llevo afeitado, ¡pero me lo dejo crecer si te gusta así!

CA: Muy bien, vas aprendiendo Cachorrita, serás una buena alumna y tendrás tu recompensa.

Durante se chat le di todas las instrucciones las cuales tenía que seguir al pie de la letra, tenía la verga durísima pensando en castigarla, pero continúe poniéndole reglas.

CA: La cuarta orden y la última es que te vayas abriendo el culo para que cuando lo quiera lo pueda disfrutar.

CS: Es que por el culo lo han intentado, ¡pero me duele!

CA: Es normal los jovencitos que te han follado no han sabido, yo te haré correr jugando con tu culo, así que vete metiéndote los dedos, jugando con él y me vas contando, ¿entendido?

CS: Si, si te gusta así lo haré, no quiero que me castigues y estoy dispuesta a aprender.

Después de estas órdenes cerramos la conversación y quedé en que ya iría contactando con ella para ver sus progresos.

Todos los días me escribía un mail contándome cómo se había masturbado, si se había metido un dedo o dos en el culo.

jovencita sumisaQue se pasaba el día excitada y caliente pensando en llegar a casa y ponerse su ropa de sumisa para mí, así estuvimos una semana más hasta que un día me encontré un mail con unas fotos suyas.

Me encantó ver ese cuerpo joven y tierno en lencería, en unas iba con unos tacones negros medias negras y tanga negro y sujetador a juego con un antifaz, tenía una boca deliciosa y un cuerpo que daban ganas de comérselo entero.

En otra foto estaba a 4 patas solo con las medias y abriendo su culo, rosado y sin pelos, la tercera foto me mostraba un coño con una línea de pelillos negros, rizados que me puso la polla a punto de explotar.

Que rica estaba la tímida Cachorrita, me confesaba que deseaba conocerme, aunque tenía miedo.

Le escribí un mail proponiéndole vernos en una zona muy concurrida para tomar algo y que la invitaba a comer, ella aceptó.

Quedamos en que la recogería en una zona de la Universidad y tomábamos algo cerca, pasé a buscarla a la hora indicada y allí estaba Cachorrita.

Su cara mezcla de miedo, timidez y excitación eran un poema, iba vestida con unas mallas negras y botas negras a juego. Arriba una blusa de plumas ocultaba el resto de su cuerpo, pero se la veía atractiva y sexy, pero su trasero era lo que mejor se le veía, me dieron ganas de tocárselo nada más de verla.

CS: Hola soy Cachorrita,

Me dijo con un tono de voz que me dieron ganas de comerme esa boca allí mismo.

CA: Hola Cachorrita que guapa te ves, pero esa blusa no me deja ver tus tetas, así que desabróchatela.

Se abrió la blusa y debajo no traía brasear, sus tetitas se veían espectaculares, con su pezón firme, paraditas, con ganas de comérselas.

CA: Así está mejor, ¿Estás asustada?

CS: Un poco, pero más bien excitada por la situación.

Nos fuimos a tomar algo y estando en el bar le dije que pensaba meterle mano y notar los pelos de su coño, su cara era un poema, de miedo y excitación.

CS: Vale, pero que no nos vean, ¡por favor!

CA: Tú calla, que las Cachorritas buenas se dejan hacer todo.

La mandé al baño y al rato iría yo, la dejé esperar allí unos minutos y cuando vi que nadie entraba en el baño, me colé dentro.

Cachorrita abre la puerta, la última puerta del baño se abrió y pasé.

Allí estaba esa jovencita morena, temblando como una hoja, pase dentro, la puse de espaldas a mí y deslice mis manos desde su cuello, por sus pechos hasta sus mallas.

La acaricié entera por encima de la ropa, ella suspiraba, mientras mis dedos jugaban con sus pechos, pellizcaba sus pezones que se marcaban ya en su ropa.

Luego metí mi mano bajo sus mallas, me encontré una tanga mojada, mis dedos se deslizaron por dentro y jugué con un mechón de pelillos un rato, mientras mis labios mordisqueaban su cuello.

Bajé mi mano y la deslicé por su coño, que estaba empapado, acaricié su clítoris, sus labios y llegué a su culo, ya mojado de la cantidad de flujo que soltaba, sus suspiros pasaron a gemidos, y le dije.

CA: ¿Te gustaría notar mi boca en tu vagina?

CS: Sí mi Señor.

CA:  Y mi polla?

CS: ¡Mmm!! ¡Sí!

CA: ¡Pues tendrás que esperar y ganártelo!

Le dije y salí del baño y me senté en mi silla de nuevo, al rato salió mi Cachorrita, con sus mejillas sonrojadas y ese brillo en los ojos tan sexy.

CA: Has tardado mucho Cachorrita ¿que hacías?

CS Me he estado masturbando mi señor.

Muy bien, así me gusta, ahora vámonos que se te hace tarde, Y la dejé en la Universidad de nuevo.

CORNEADOR ANONIMO.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato…

 

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