Relato como me cogí a mi suegra en el camión antes de conocer a mi mujer

Hola somos Ely y Juan, fuimos hasta hace algunos años pareja swinger, nos tocó casi los inicios del movimiento; fueron muy difíciles los contactos y pocos los intercambios que logramos.

Pero retirados del ambiente, teníamos la cosquilla de poder compartir algunos relatos eróticos de ambos, de lo que vivimos antes y durante el tiempo que estuvimos en el ambiente swinger.

Ambos, antes de conocernos, vivimos una vida sexual bastante plena, en la cual disfrutamos de relaciones de incesto, personas de nuestro mismo sexo y en el caso de Ely, por desgracia algunas violaciones (las cuales ya ha superado e incluso, hoy son parte de nuestras pláticas sexuales).

Hoy nuestro primer relato, que esperamos lo disfruten, es de como me cogí a mi suegra antes de conocer a Ely.

Todo comenzó cuando regresando del trabajo, en el camión suburbano, se llenaba hasta el tope, dentro, como se imaginarán ibamos tan pegados, que los roces eran inevitables; así es como empezó la situación con mi suegra.

Mi suegra era una señora algo delgada, de estatura media, con unas tetas pequeñas pero muy deliciosas, unas nalgas también pequeñas pero bastante antojables, su vello público era abundante y su culo estaba todavía apretado; por aquellos días ella tenía entre los 45 a 50 años, pero se veía de menos, pero lo que más me llamo la atención de ella fue la cara de puta que tenía, de esas mujeres que con solo verle la cara, sabes que si le pides las nalgas, te las va a dar; así es mi puta suegra.

Ese día me tocó estar atras de ella, íbamos de pie ya que no alcanzamos lugar sentados, al principio y sin ninguna intención, quede exactamente atras de sus nalgas, serían como las 9 pm, en el camión, el conductor apago las luces, el camino a casa eran aproximadamente 2 horas de recorrido, por el tráfico tan pesado que hay.

El lento andar del autobús arrullaba a la gente que iba sentada y hasta algunos que iban de pie se acomodaban para ir dormitando. Mi suegra llevaba una falda medio corta arriba de la rodilla y bastante suelta, una blusa con botones al frente, un brasier de encaje y media copa que hacía que sus tetas se miraran más grandes de lo que eran y una pantaleta tipo bikini.

Con el movimiento del camión y al no poderme hacer a un lado, decidí acomodarle la verga a la mujer que tenía frente a mi, pensé que me iba a rechazar, pero mi sorpresa fue que ella misma al sentir la dureza de mi verga entre sus nalgas, ella misma se acomodó para que las sensaciones fueran más placenteras para ambos.

relato cogida a suegraMe lancé con todo, como pude la agarre de la cadera y le propine unos piquetes directo a su culo, a lo cual mi suegra respondía con ligeros murmuros de placer y con ricos movimientos de sus nalgas, le subí la mano a sus tetas y se las estruje tanto que paro mas las nalgas para sentir más fuerte el piquete de mi verga, la abrí un botón de su blusa y le metí la mano en su brasier primero y en sus tetas después, la excitación que logre con ella, me hizo que fuera por todo.

Baje mi mano hacia la parte delantera de su falda y la empecé a subir lentamente para dejar al descubierto su pantaleta, la empecé a acariciar la panocha de una manera en que literalmente me aventaba las nalgas hacia la verga y yo hacia esfuerzos para que la gente que iba despierta no se diera cuenta que íbamos haciendo.

Mi suegra ya tenía la pantaleta extremadamente mojada, se la hice a un lado y prácticamente su panocha se tragó mi dedo medio, tuvo que morderse los labios para no gritar de placer, aunque a esas alturas ya no me importaba nada, yo sólo quería meterle la verga.

Ella seguía apretando sus nalgas en mi verga, saque la mano de su panocha y ahora le trataba de subir un poco su falda de la parte trasera, fue una tarea bastante tardada y difícil, trataba de que la gente a nuestro alrededor no se dieran cuenta de lo que iba a pasar, cuando su falda estuvo en el punto correcto le hice un poco de lado su pantaleta, como pude me bajé el cierre del pantalón y me saque la verga, se la acomode tratando de penetrarla lo más pronto posible, pero no se podía…

Ella se empinaba cada vez más para lograr sentir mi verga dentro de ella, pero no podíamos, no sin que se dieran cuenta los demás pasajeros; sin embargo en un alto repentino del autobús, mi suegra aprovecho hábilmente para bajar su pantaleta, lo cual yo aproveche para acomodarle bien la verga en el culo, segundos después la entrada de su culo cedia al embate de mi verga, ella dio un apagado grito de placer.

Sentir como mi verga iba avanzando con lentitud y firmeza dentro de aquel culo, han sido de las experiencias más ricas y excitantes de mi vida, mi verga siguió avanzando hasta llegar al tope con sus nalgas, obvio no nos podíamos mover como se debería, nos tuvimos que conformar con los leves movimientos del camión.

Ella contraia las paredes internas de su culo, dándole un intenso y delicioso masaje a mi verga, la cual después de muchos minutos de placer y de muy discretos movimientos, logró sacarme la leche, que con todo gusto derrame dentro de ella. Y así quedamos durante un rato, mientras mi verga perdía firmeza dentro de su culo.

Con cuidado y mucho trabajo, volvimos la ropa a su lugar y justo en ese momento el conductor encendía la luz interior como siempre lo hacía cuando llegaba a la entrada del fraccionamiento, no podía creer que casi 2 horas duro el intenso momento que tuve con esa mujer, que tiempo después la vida se encargaría de convertirla en mi suegra.

Y así fue la primera de varias veces que me cogí a mi suegra en el camión, antes de que aceptara a ir a un hotel, las cuales posteriormente les relataremos.

Gracias por leer este relato y ojalá les haya gustado.

Ely y Juan.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…

 

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