Relato erótico follándome a mi cuñada golfa

Quiero contarles una historia erótica que me ocurrió hace algún tiempo con mi cuñada. Resulta que mi mujer tiene una hermana un par de años menor. Se llama María y tiene 30 años. Es realmente muy bonita y con un cuerpo escultural. De pechos perfectos y nalgas redondas y suculentas.

Así es mi rica y guarra cuñada

Ademas tiene un gran atributo, es sumamente guarra. Tanto de golfa es que nunca tiene problemas en relatarnos a mi mujer y a mi sus aventuras con los hombres con quienes va a la cama. Es absolutamente liberal, no tiene pareja y anda con uno u otro hombre habitualmente.

Ella suele venir a nuestra casa y a veces se queda a dormir, nuestro departamento es pequeño y solo tenemos un dormitorio por lo que Maria duerme en el sofá del living.

A menudo me levanto para ir a trabajar y la encuentro semidesnuda durmiendo, entonces me quedo observándola. En los meses de calor es común que duerma con solo unas braguitas muy pequeñas y apenas cubierta por las sábanas.

Esa intimidad se consiguió debido a que soy considerado uno mas de la familia, del cual no se esperaria ninguna actitud libidinosa haca ella, mas que mi cuñada sería como una hermana menor. Obviamente yo no la veo así, sino muy por el contrario me excito mucho con ella y suelo fantasear que se une a mi mujer y a mi cuando follamos, haciendo un trio morboso.

En efecto, más de una vez hemos estado follando en nuestro cuarto mientras ella aun está despierta en la otra sala. En diversas oportunidades la he espiado, tanto en el baño como cuando se cambia la ropa por la mañana antes de macharse.

Mis fantasía sexuales con mi cuñada

Hace unos meses mi mujer consiguió un trabajo por la mañana. Esto la obligaba a irse antes que yo marche a mi trabajo y antes incluso que su hermana despierte. Entonces la oportunidad comenzó a tomar forma.

Los días que mi cuñada se queda a dormir son de total excitación para mi. Por la mañana ella se levanta, va a tomar una ducha, luego desayunamos juntos y ella se va. Lo que yo hago es dejar el movil en modo cámara de video en mi habitación y cuando ella sale de ducharse va allí a vestirse mientras yo estoy en la cocina preparando el café. Luego me hago unas pajas con las imágenes de ella desnuda.

Hace unas semanas la excitación pudo mas que todo y me masturbé mientras ella aun estaba en casa, yo estaba en la cocina y ella en el baño. Eyaculé en un posillo y luego le serví el café mezclado con mi semen. Ella lo bebió como si nada.

Ese acto absolutamente morboso hizo que traspasara una barrera con mi cuñada. Entonces decidí ir mas lejos.

Una mañana, mi mujer ya se había ido, mi cuñada aun permanecía acostada en el sofá. Me levaté y deje entrabierta la puerta de mi habitación. Completamente desnudo me acosté nuevamente en la cama y esperé que mi cuñada se levantara como es habitual.

Lo hizo unos minutos después y como para llegar al baño debía pasar por la puerta de mi habitación, me quedé alli tendido boca arriba, desnudo y con el pene bastante erecto, haciendo como que aun dormía.

Cuando la oí caminar por el pasillo entreabrí muy levemente los ojos y vi que ella se detuvo en la puerta. Se quedó alli mirándome. Sabía bien que me estaba mirando la polla. Entonces no aguante más y abrí los ojos. Ella seguía alli casi sin poder reaccionar. Súbitamente hizo como que iba para el baño.

Me levanté y la seguí. Ella entró al baño y la escuché orinar y luego, mirando por la cerradura vi que se devistió y se metió en la ducha. Yo seguía desnudo fisgoneándola y pajeándome. Entonces tomé la decision más peligrosa. Abrí suavemente la puerta e ingresé al baño.

Ella no podía verme ya que estaba la cortina de la ducha completamente cerrada. Parado en medio del baño me masturbaba con fuerza. Me acerque a la cortina y me asomé sutilmente. Ella estaba de espalda. Pude ver su enorme y redondo trasero mojado y brilloso.

Volvi para atrás con el corazón latiendo a mil por hora. Me alejé despacio sin hacer ruido y salí del baño. Volví a mi cuarto y comencé a vestirme. Al rato ella salió de ducharse como siempre y todo pareció vover a la normalidad. Ninguno de los dos hizo ningún comentario de lo ocurrido. Le dí de beber mi semen en el café como de costumbre y más tarde se marchó.

Cuando fui al baño vi que había dejado sus bragas usadas tiradas en el piso. Usualmente eso no ocurría pero esa vez allí estaban. Naturalmente las tomé y fui al cuarto a masturbarme mientras las olía, me excitó mucho sentir el olor de su sexo en esa prenda.

Al fin… follando con mi cuñada!

Unos pocos días después volvió a quedarse en casa a dormir. Por la mañana se repitió la rutina diaria pero esta vez el impulso sexual me había desbordado por completo. Mientras ella aun permanecía en su habitual cama de sofá yo irrumpí completamente desnudo en la sala.

relato follando mi cuñada golfa
Relato follando a mi cuñada

Cuando ella me vio yo ensayé un gesto de sorpresa y le dije: “María, me había olvidado que estabas en casa”. Automáticamente ella rió y yo pasé a la cocina, que esta a dos pasos de su lecho. Una vez alli dentro y fuera del alcance de su vista le dije: “solo vine a beber un poco de agua”.

Ella me dijo: “no hay problema, no vi nada que no haya visto antes”. Salí de la cocina y le dije: “¿como has dicho?”, me paré frente a ella completamente desnudo, y ella que estaba con su telefono movil, volteó su cabeza y se quedó mirándome.

Entonces me dijo: “vaya cuñado, ¿que ocurre hoy? ¿te has levantado sin vergüenzas?”. “Me he levantado con ganas de follarte”, le dije y me tomé la polla.

Di unos pasos y se la ofrecí justo en su cara. La muy puta sin decir palabra comenzó a mamarla. Todavía acostada me empezó a dar una felatio increible.

A esa altura mi pene estaba super duro. Se la quité de la boca, la tomé del brazo y la hice poner de rodillas mirando la pared. Su enorme y extraordinario culo surcado por una pequeñisima braga quedó expuesto y aguardando ser follado.

Me agaché, le corrí el delgado hilo y comencé a chupar su generoso trasero. Lo ensalibé tanto que mi lengua se deslizaba velozmente hacia su interior.

Entonces tomé mi polla henchida y se la metí en el coñito depilado. Mi cuñada comenzó a gemir como una puta en celo. “¿Ves? Esto es lo que ocurre cuando eres una puta” le dije tomándola del pelo y follandola con fuerza.

«Oh si, soy una putita que se lo merece”, me dijo.

El polvazo que nos estabamos echando era digno de un video porno casero. Sin cambiar de posición follamos largamente hasta que empezó a gemir con mas fuerza.

Pude sentir como comenzaron a temblarle las piernas mientras su coño se empapaba cada vez mas. Llegó el momento en que ya no pude aguantar y me corrí profusamente dentro de su coño.

Habíamos acabado juntos en un polvo magistral, histórico. Unos segundos luego le retiré mi miembro y cayó un denso hilo de semen y flujo vaginal que le corrió por las piernas.

“Ay cuñada que buena estás” alcancé a murmurarle al oido.

Luego de la acción, todo volvió a ser como era antes. Ese día ella se fue como siempre y desde ahora las veces que nos quedamos solos follamos como animales en celo.


Imagen de caracter ilustrativo para este relato erótico follando a mi cuñada

 

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