Relato gay de como desvirgué a un maduro casado en su primera vez

Soy un hombre maduro, felizmente casado, me encantan las mujeres, pero desde hace algunos años y de manera fortuita desarrolle un gusto por los hombres pasivos (Gay) y pasè a formar parte de los llamados Bisexuales.

Debo aclarar que para mi es muy importante respetar la dignidad de las personas con las que me relaciono, disfrutar el sexo sin reservas y como nos acomodemos, pero sin demeritar a nadie con comentarios fuera de lugar.

He disfrutado muchos momentos placenteros con diferentes personas y he tenido la fortuna de ser la primera experiencia de tres personas que deseaban iniciar su vida homosexual, pero el motivo de mi narración es que especialmente uno de ellos es un hombre casado y de edad madura que batallò muchísimo con sus prejuicios y escrúpulos para finalmente acceder a sus apremiantes deseos.

Un buen sitio para contactar homosexuales es algún Chat con salas Gay, ahì una tarde leì un Nick que decía: “Hombre maduro casado mujer por dentro” màs por curiosidad que por ser atractiva la posibilidad lo contactè y amablemente accedió a charlar, cuando abordamos el tema hablò de còmo esa idea de probar sexo desde la otra banda se le fuè metiendo en el cerebro pese a que cada que le venían esos impulsos intentaba rechazarlos, primero firmemente, pero poco a poco se volvían màs apremiantes, mas demandantes.

No era nada fácil para èl, es cabeza de familia, tiene una vida y una reputación que cuidar, por su familia y por èl mismo, para colmo uno de tantos días que se encontraba solo en casa cedió a la tentación de ponerse ropa interior de su mujer y eso lo hizo sentir aùn màs intensa su naciente otra personalidad, se sintió femenino, ardiente e hizo algo que ya había olvidado, se masturbò.

Siguieron otras masturbaciones cuando sus impulsos lo apremiaban y comenzó a entrar al Chat a buscar cibersexo como Travesti, yo en vez de acceder al cibersexo preferí intentar pesuadirlo a que se atreviera a probar como Gay o como Travesti, lo rechazò de inmediato y charlamos màs al respecto sin que yo sintiera que hubiera logrado persuadirlo ni un poco, pero acordamos volver a charlar en adelante por Whats App porque ambos percibimos cierta afinidad.

Fueron muchas sesiones de charla incluìdas ya algunas de forma telefónica, una ocasión me pidió que hiciéramos cibersexo, me dijo estar muy urgido de sentirse de esa manera y dijo que sentía màs confianza conmigo que regresar a la sala de Travestis, me esmerè en llevarlo a la máxima excitación diciéndole còmo sería entre nosotros, sentí en su voz una genuina excitación intensa hasta que cortò para terminar de masturbarse, la siguiente vez que charlamos estuvo parco en la charla, le preguntè que pasaba y me dijo que estaba pensando en arriesgarse e ir conmigo a probar.

Acordamos todo para encontrarnos en un bar, cuando entrò su fisonomía era casi como la había imaginado, hombre maduro de 45 años, aunque se puso un traje se notaba algo desaliñado, me saludò y sentí su mano suave, sin que hubiera trazas de que hiciera trabajos rudos, evitaba mirarme a los ojos, mientras tomamos dos whiskys lo fuì calmando, me dijo que aùn en ese momento sentía mucho miedo de dar ese paso.

Finalmente guardando las apariencias entramos a la habitación del Motel, pedí servicio y llevaron màs whisky, lo hice beber màs y le sugerí que nos metiéramos a la ducha juntos, que ahí definiría si querìa hacerlo o no, aceptò y nos desnudamos, tiene algo de panza y eso me decepcionò un poco, fuè motivo para que no tuviera ninguna señal de erección, comencé a pensar que fuè una mala idea.

Nos metimos juntos a la ducha y me situè detrás de èl, sus nalgas son suculentas, carnosas y paradas, comencé a enjabonarle la espalda hablándole con persuaciòn, pidiéndole que se relaje, bajè la enjabonada a las nalgas y se mantuvo accesible, pero sentí su tensión y cierto temblor, al enjabonarle las nalgas y meter la mano entre ellas por arte de magia apareció mi erección, èl se percatò y ofreció lavármela, la mirò con admiración, tengo la verga gruesa y mide 17 centìmetros, la suya permanecía dormida, torpemente me la enjabonò, pasò torpemente sus manos por mis huevos y casi me dolió, en ese momento finalmente me sostuvo la mirada, me dijo: “que Dios me perdone por no saber resistir”

Se dejó caer de rodillas y agarrò mi verga casi con veneración, la acariciò, la besò, la lamiò, y finalmente levanto su mirada y me dijo, soñè tantas veces con hacer esto, abrió su boca y comenzó a mamarme la verga suave, casi con reverencia, el agua nos acariciaba y èl cada vez iba aumentando su intensidad, con una mano acariciaba mis huevos mientras intentaba meter màs a profundidad mi verga, yo lo miraba y ni de lejos era físicamente como ninguno de los jóvenes que habían cogido conmigo, pero me atraía mucho el hecho de que desde que lo contactè la primera vez lo sentí ir venciendo paso a paso su resistencia para llegar a este momento.

Estaba cada vez màs intenso y aprendìa a manejar la verga en su boca de forma insaciable, algo que me encantò fuè la atención que le dispensaba a mis huevos, los acariciaba, los besaba, los metìa a su boca con delicadeza y regresaba a mamar la verga con gran deleite, ya me tenía bièn erecto.

Supuse que ya se había cansado de estar hincado, le propuse irnos a la cama y cambiar de posiciones, costò trabajo quitarle mi verga de la boca, cuando estuve con muchachos jóvenes me gustaba excitarlos con besos intensos en la boca, pero con este hombre maduro no sentí ningún deseo de hacer eso, asi que medio nos secamos los cuerpos y nos fuimos a la cama, yo procurè no mover mi mano de sus nalgas a fin de evitar que se le bajara la excitación, èl estaba siguiendo mansamente mis instrucciones, asi que me acostè boca arriba y le dije que se colocara encima de mi en la posición de 69

Obedeciò y cuando mi verga le quedo frente a su cara se volvió a prender de ella, yo tenía sus nalgas carnosas frente a mi, asì que me dispuse a disfrutarlas, comencé a acariciarlas, las abrì y contemplè ese ano algo peludo que esperaba anhelante ser estrenado, màs abajo mirè sus huevos contraídos y hasta ese momento prestè atención a su verga, la tenía erecta pero era mediana y delgada, para mi el punto màs fuerte de excitación es precisamente tener un culo masculino a mi disposición y tener la certeza de que su otra herramienta no cuenta, que es sòlo la parte inactiva de esa persona que busca satisfacción como pasivo.

No había palabras, sòlo escuchaba los ruidos que hacìa su boca al estar jugando con mi verga muy dura, asi que comencé a jugar con su ano, pegò un respingo cuando sintió mis dedos juguetearle la entrada y otro màs intenso cuando sintió mi lengua por primera vez, ahì si volteò y apenas murmurò: “yo deseaba sentir esto”

Nos entregamos al juego oral con màs intensidad cada vez, lo ensalivè y comencé a dedearle el culo, un dedo, dos dedos, llegó el momento en que movìa sus nalgas al encuentro de mis dedos para sentirlos dentro y aceleraba sus mamadas, comenzó a gemir.

Hablè fuerte y le dije que ya era el momento de que probara la verga en ese culo rico y apretadito, dejó la verga y se levantò, se notò vacilante, parecía que de pronto ya no querìa continuar, tenía en la mirada una mezcla de excitación y miedo, lo hice acostarse y me repeguè a su cuerpo, comencé a acariciarle las tetillas y me acerquè a mamarselas, me separaba de ellas y le decía suavemente que ya era tiempo de que comprobara si todas esas fantasìas se iban a volver realidad, me dijo que sintió placer con mis dedos, pero que yo tenía muy gruesa la verga y le iba a doler, le abrì las piernas y le lubriquè muy bièn su culo que se contraía cada vez que metìa un dedo, le di el lubricante y le dije que èl me lubricara a mi la verga, antes de ponerle lubricante todavía la besò y se la metió brevemente a la boca, después la lubricò con ternura.

Lo coloquè con las piernas abiertas y se las levantè, me fascinaba ver su mirada miedosa, me volvió a decir que tenía miedo, le coloquè la punta de la verga en el culo y sentí que lo tenía contraído, le dije que se relajara y simplemente no escuchaba, decidì no de muy buena gana apelar al siguiente recurso que no había querido hacer con èl, me inclinè y en medio de sus piernas bajè a besarlo en la boca, primero se resistió muy sorprendido, le susurrè al oído: los besos son parte de la entrega que hoy quieres tener conmigo, veniste aquí a entregarte como pasivo, deja de resistirte y simplemente deja que sea tu cuerpo y no tu mente quien se haga cargo de todo.

Abriò la boca y recibió mi lengua, comencé a juguetearle mi lengua dentro y sentí que sus brazos me atraparon, también sentí que sus piernas abiertas se relajaron y dejaron de presionarme, sentí su abandono y mis manos comenzaron a acariciarle las tetas, bajè un brazo y pasè por su verga y huevos para llegar a su culo muy lubricado, sus manos me tenìan sujeta la cabeza para responder a los besos con ardor.

Me incorporè y volvì a abrir sus piernas, coloquè nuevamente mi verga en su culo y esta vez empujè con presión muy medida hasta que entrò la cabeza, su ano se contraía con fuerza como resistiendo el ataque, tenía los ojos muy abiertos y repetìa:  “despacio por favor” , me mantuve ahí un momento dando tiempo a que su ano se adaptara al invasor, cuando sentì cierta relajación dì el siguiente empujòn, entrò la parte màs gruesa de mi verga y se revolvió con impaciencia, sus manos me apretaban con fuerza y emitìa gemidos y gruñidos, hice la pausa necesaria para que su esfínter se relajara y le di el empujòn definitivo con el que entraron mis 17 centìmetros, le subì las patitas a mis hombros para doblarlo y le dije: “¿sientes mis huevos pegados a tus nalgas?” es porque ya eres mìo, completamente mìo.

Durante toda esa maniobra sus ojos decían muchas cosas, pasión, miedo, arrepentimientos fugaces y finalmente fueron dando paso a una mirada que denotaba sòlo pasión, cuando me escuchò decirle que ya era mìo sus caderas iniciaron movimientos torpes pero vivaces, avanzando al encuentro de la verga que lo invadìa, en ese momento cambiò de gruñir a decirme que el dolor estaba pasando y que ya comenzaba a sentir eso que imaginaba, sentía que sus entrañas se movían y que eso lo sentía muy rico, me decía que era mucho màs placentero de lo que se imaginò y que aunque seguía con remordimientos de estar ahí enculado ya no querìa detenerse. Hasta a mi me excitò màs esa confesiòn, es el paso definitivo que da un pasivo cuando pasa de las fantasìas a la entrega y sabe que no hay regreso, que su naturaleza es adorar la verga.

Lo que siguió fuè modularlo, se movìa incoherentemente y se le salìa la verga del culo por falta de coordinar nuestros movimientos pero cada que se la volvìa a meter cerraba los ojos de placer, no me esperaba que comenzara a decir lo que estaba sintiendo, decía que era el mayor placer que había sentido en su vida y que aunque fuera un enorme pecado ya no renunciarìa a el, como no paraba de moverse decidì cambiar de posición para darle toda la libertad de movimiento que estaba necesitando para gozar la verga.

Me acosté boca arriba y le dije que se montara encima mìo, obedeció y le dije que èl mismo guiara con su mano mi verga para que se ensartara, asi lo hizo y logró acomodarla hasta que se la metió completa haciendo gestos de placer, puso sus manos sobre mi pecho e intuitivamente comenzó a moverse subiendo y bajando, ahora ya podía moverse a placer para disfrutar la cogida, rápidamente logró movimientos precisos para meter y sacar casi toda la extensión y se dejaba caer con gemidos muy excitantes.

relato gay desvirgando maduro casadoNo tardò mucho tiempo cuando sorpresivamente sus gemidos aumentaron y eyaculò sobre mi pecho sin haberse tocado la verga, se apenò y tratò de limpiarme con sus manos su sèmen, lo detuve y le dije que siguiera gozando porque le tocaba ahora terminar de darme placer a mi, ya casi transformado me dijo que querìa darme mucho placer para que yo repitiera todo esto con èl, seguía moviéndose y gimiendo, intuitivamente èl se inclinò ahora para buscar mi boca y besarme con pasión mientras trataba de mantener sus movimientos de caderas, lo agarrè por las nalgas y comencé yo a moverme, primero suavemente y fuì acelerando mis embestidas hasta que eran como un pistòn a toda velocidad, su cara se contraía de placer y sus gemidos eran ya intensos, me pellizcaba el pecho hasta causarme dolor y le dije que prestara atención porque iba a sentir a un Macho descargarse en sus entrañas, cambiè mis movimientos para penetrarlo profundamente y le soltè dos descargas abundantes de sèmen caliente, su cara mostraba asombro, sintió mis contracciones y se tocò el culo con una mano hasta que alcanzò mis huevos, los acariciò un momento hasta que sintió que cesaron mis contracciones, se volvió a inclinar y me dijo:

Esto fuè maravilloso! Ahora entiendo por que nadie que prueba esto regresa a ser quien fuè, pero ahorita que ya pasò todo estoy sintiendo una enorme culpa y arrepentimiento, diciendo eso se desenchufò y se sentò en la orilla de la cama cubriéndose el rostro con las manos.

Terminamos el encuentro con retroalimentación de mi parte, hasta lo consolè en su momento de remordimiento, nos bañamos ya sin tocarnos y lo llevè hasta su auto, ya no hubo despedidas, se bajò y se fuè.

Durante algunos días le enviè algunos mensajes de Whats App y no hubo respuesta, pasado un mes recibì un mensaje suyo que decía: “Ya tuve mucho tiempo para sentir todos los remordimientos que acumulè esa noche, pero ya acomodè mis emociones y quiero saber si me ayudaràs a reanudar mi transformación, estoy anhelando que me vuelvas a coger como tu sabes y me enseñes a ponerme una ropita sensual que me haga sentirme tu mujer”

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