Mi esposa y yo iniciamos hace meses a tener encuentros swinger, asistÃamos a un Club Swinger que operaba en Suites de un Hotel en la Colonia de Los Doctores y las reuniones eran muy muy eróticas.
En una ocasión se nos acercó una pareja en los 35 años para proponernos un intercambio, ella es una mujer muy bella, de pechos grandes y firmes, de cara hermosa, él un hombre en buena forma y con buena ¨herramienta¨, nos sentamos a tomar una copa y a charlar unos minutos.
Valga decir que en esas reuniones todos estamos desnudos, le pregunté a mi esposa si le agradaba esa pareja para intercambiarnos y ella estuvo de acuerdo asi que lo platicamos y nos fuimos a un privado los cuatro, el encuentro fué muy intenso, habitualmente mi esposa es buenÃsima en la cama y el otro hombre estaba disfrutandola mucho.
Su esposa no era menos buena y también gozamos mucho el encuentro, ellas hablaban mucho mientras nos las cogÃamnos describiendo lo bién que el otro hombre se la estaba cogiendo y eso le dió más intensidad al intercambio.
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Terminamos ahi, nos dimos las mutuas gracias y estuvimos jugueteando con otras parejas ya conocidas, cuando nos Ãbamos a retirar me alcanzó la esposa con la que nos intercambiamos y me pidió que intercambiaramos números de celulares.
A los pocos dÃas recibà una llamada de ella y me propuso que los visitara en su casa para hacer un trÃo con ella y su esposo, le pregunté por qué querÃan excluir a mi esposa y me dijo que no era eso, que yo verÃa la razón cuando estuviera con ellos, una regla entre parejas swinger es no tener relaciones secretas con terceros, aún asi acepté ir a verlos una tarde a fin de que mi esposa no sospechara nada.
Cuando llegué a su casa, ella me abrió la puerta y estaba en lencerÃa, liguero, medias de encaje, neglillé y pantaletas cacheteras, pese a que ya la habÃa tenido desnuda me excito mucho que me recibiera asi por que se veÃa hermosa y sensual, me recibió con un beso y metió su lengua en mi boca.
Entró a la sala su esposo en truza y me invitaron una copa, charlamos un poco sobre nuestro encuentro en el Club y sus motivos para citarme a mi solo, me dijeron que estuvieron muy satisfechos con mi desempeño y que querÃan proponerme algo más intenso, me anticiparon que si no me gustaba su proposición no querÃan que eso rompiera nuestra relación entre los cuatro, porque también les encantaba cómo interactuaba mi esposa con el marido ahi presente.
Entonces ella me dijo que hacer un trÃo conmigo tenÃa un propósito especial, ellos habÃan estado fantaseando hacÃa tiempo en que el esposo fuera penetrado por otro hombre, que el antojo era de ambos.
Ella querÃa ver a su marido ensartado por el culo y que yo lo excité mucho durante nuestro encuentro swinger, querÃan que en ese momento yo aceptara y nos fuéramos a la recámara a jugar.
Para ser franco, yo jamás habÃa tenido ningún pensamiento de ese tipo, hasta ese momento las mujeres habÃan sido mi único interés en el sexo y tenÃa buena diversidad de ellas, asà que me impresionó mucho su petición, volteaba a ver al interesado y no me excitaba para nada la idea de cogérmelo, pero ella de inmediato me abrazó y me dijo que no serÃa nada difÃcil por que ella estarÃa interactuando entre nosotros y que eso lo harÃa disfrutable, mientras decÃa eso me estaba sobando la verga encima del pantalón y logró parármela.
Me bajó el cierre, me sacó la verga y comenzó a mamármela, se detenÃa y me decÃa que ella harÃa todo entre los tres y que me iba a divertir mucho, me garantizó que si en cierto momento no me atrevÃa con él, entonces seguirÃamos ella y yo cogiendo a toda marcha y su marido sólo nos verÃa o participarÃa como activo y no como pasivo.
DecÃa todo eso y seguÃa mamándome la verga, el esposo por fin habló y me dijo: Mira, no sé si alguna vez has tenido sueños o deseos de cogerte a otro macho, o si algún homosexual se me habÃa insinuado alguna y eso me haya excitado, a mi si me pasó y me cogà a varios jotos delante de mi esposa, pero la verdad, ella me fué convenciendo que la verga es deliciosa y que yo tenÃa que probarla, mientras él me decÃa todo eso con humildad ella no paraba de mamármela y de meterse mis huevos en la boca, ya me tenÃa muy caliente.
Les pedà que me permitieran bañarme y volvà a asegurarme de que, si en algún momento no me sentÃa cómodo sólo seguirÃamos un trÃo ¨normal¨y ellos me lo volvieron a asegurar, mientras me bañaba pensé en todo eso y noté que no se me bajaba la erección pero si sentÃa un poco de miedo.
Cuando salà me dieron otra copa y ella me quitó la toalla, siguió sobandome la verga y le dió otra mamada mas corta, nos fuimos a la cama y sin más ella se me subió para hacer la posición del 69, él se mantuvo en el sofá mirando, ella abrió las piernas y me puso su vagina en la boca mientras se apoderó de mi verga con su boca.
Nos mantuvimos en la mamadera mutua un rato, ella se desmontó y me dijo: si hacemos esto como te lo proponemos yo también te voy a dar mi culito para que te diviertas con él, quiero que nos cojas a los dos muy rico, tengo un enorme deseo de que él te mame la verga y después sienta tu verga en su culo, dijo eso y se regresó al 69 a seguir mamándomela mas intensamente.
Mi mente ya no estaba rechazando tanto la posibilidad de cogermelo, eso no rompÃa del todo mi heterosexualidad, recordé el refrà n: ¨Siendo agujero, aunque sea de caballero¨y seguà dándole lengua a ella en la vagina y en el ano mientras la escuchaba gemir muy rico.
Estába en lo más intenso de la mamadera de orificios cuando sentà que él se subió a la cama, ella no me permitÃa ver lo que estaba pasando pero la escuché que le decÃa con voz golpeada:
– Ahora si cabrón! me vas a cumplir y te vas a meter esta rica verga a la boca para verte gozarla, te voy a enseñar a mamarla como se debe hacer¨.
Acto seguido ella me empujó mas fuerte sus nalgas en mi cara y sentà como otra boca se apoderaba de mi verga, no era una boca tersa y suave como la que me la estaba mamando, era una boca áspera e inexperta que intentaba acomodarse mi verga dentro, sentà como que se me bajaba la erección, pero ella de inmediato me acariciaba los huevos con ternura y sin quitarme su vagina de la boca me decÃa: en un momento lo irá haciendo mejor y lo disfrutarás, yo le enseño, por favor no lo interrumpas, te lo suplico!
Ella comenzó a instruirlo como mamarla con más delicadeza, ella lo movÃa para mamarla ella y luego lo ponÃa a mamarla él mientras ella bajaba a mimarme los huevos y eso si que me encantaba y me excitaba!
Subà una mano y comencé a besarle el culo mientras le seguÃa dando lengua en la vagina y sentÃa cómo ellos dos se intercambiaban para mamarme la verga que ya estaba otra vez bién dura!
Suspendieron la faena de la mamadera y entonces todos nos enderezamos, ella volvÃa a besarme y me preguntó que si ya estaba dispuesto a seguir adelante, el esposo ya estaba sin calzones y ella tenìa en la mano el lubricante, me lo ofreció y me dijo que fuera yo quien lo lubricara y le relajara el esfinter anal.
Ella se acostó boca arriba con las piernas abiertas y èl se empinó a mamarle la vagina ofreciéndome asi su culo medio peludo, toda la habitación olÃa a sexo y yo ya no tenÃa reticencias de lo que tenÃa que hacer, con ese culo empinado y abierto puse lubricante en mis dedos y comencé a aplicarselo en el ano, al contacto de mis dedos sentà como se contraÃa y lo escuché gemir, más bién gruñir.
Ella no paraba de decirle cosas como: te está gustando que otro macho te acaricie el culo verdad? pues te va a gustar más cuando te meta la verga! eso te lo juro porque es riquÃsimo!
Ese cuadro de tenerlo empinado ofreciendome el culo mientras le mamaba la vagina a su mujer escucharla a ella decirle cosas medio ofensivas y otras excitantes me puso más cachondo y aceleré mi trabajo de dedearlo ya con dos dedos para relajarle el culo.
El primer dedo lo hizo respingar, cuando ya lo aceptó bién casi no sintió el segundo dedo excepto cuando se los metÃa más profundo porque entonces se arqueba como sacándoselos, en algunos momento se enderezaba para mirarme y vi que ya estaba más que dispuesto para recibir la verga, su mujer no paraba de excitarlo con las palabras precisas que ella sabÃa que lo ponÃan cachondÃsimo.
Recordé mis múltiples experiencias de cuando estrené los culos de algunas damas y me dispuse a ser cuidadoso y considerado con ese culo nuevo de macho, ella me hizo señas que ya era el momento preciso, me puse el condón estrìado que ella habÃa elegido, me coloqué detrás de él y le pedà que volteara a mirarme a los ojos, sus ojos estaban vidriosos de deseo, le dije:
– Ya estás listo? sólo atinó a mover la cabeza afirmativamente y se volteó a ver a su mujer que comenzó a besarlo en la boca, le coloqué la cabeza en la entrada del culo y sentà como se contrajo como en actitud defensiva, lo agarré de las caderas y le di el primer empujón, suave pero firme, él se revolvió un poco y ella de inmediato lo calmó.
Yo sentà en ese momento una oleada de erotismo intenso! la cabeza de mi verga ya habÃa entrado y sentà claramente cómo su esfÃnter anal estaba resistiendose, por experiencia sabÃa que la primera vez hay que darle tiempo al culo a relajarse y distenderse, seguà empujando y cuando sentì menos resistencia de su esfÃnter le di un segundo empujón.
Mi verga es algo gruesa y sé que hay que darle tiempo al culo a que se adapte a su invasor, esperé un momento adecuado y él seguÃa teniendo unas contracciones y espasmos musculares que lo sacudÃan.
Ella no paraba de preguntarle si ya estaba sintiendo como ella habÃa sentido y otras cosas medio locas, él poco o nada contestaba pero si gruñìa y gemìa, entonces ya fuà entrando más y más, cuando mis huevos tocaron sus nalgas les dije a los dos:
– Ya la tiene toda adentro – dime Gerardo, sientes mis huevos pegados a tus nalgas? él sólo movió la cabeza afirmativamente y no paraba de gemir, no era fácil saber si gemÃa de placer o de otra sensación.
Le preguntè otra vez- quieres comenzar a moverte? o quieres que yo te bombee? Ella no le dió tiempo de elegir, se levantó rapidÃsimo y fué junto a mi para mirarlo bién ensartado, le metió la mano entre las nalgas por debajo para sentir mi verga bién adentro y me dijo:
– Ya estan los cuatro huevos juntos y ya comienza tu a cogertelo como nosotros lo hemos idealizado, cógetelo como si fuera yo, cógetelo por el culo como me vas a coger a mi, gózatelo como te gozarÃas a una puta.
Y entonces lo comencé a bombear cada vez más intenso y con más fuerza mientras ella lo nalgueba y le decÃa que ya era un puto como querÃa, ella se metÃa debajo de él y le jugueteaba la verga y los huevos, iba y lo besaba en la boca, no paraba de decirle cosas cachondas y a veces ofensivas.
Todo eso me mantenÃa a mi muy caliente y ya estaba de verdad disfrutando ese culo nuevo y apretado, ella venìa a besarme también a mi y aproveché para preguntarle si nunca le habÃa metido algún juguete en el culo mientras cogÃan, ella me dijo que nunca le habÃa metido ni el dedo, que mi verga era lo primero que le entraba…
Saber eso me hizo reaccionar que si era rico cogerse a otro macho, y eso fué más evidente cuando el muy puto de verdad comenzó a gozar la cogida, comenzó a intentar moverse él para gozar la verga, ella interrumpió y me hizo sacà rsela para que él se colocara en otra posición, ahora lo hizo poner sus patitas en mis hombros y se la volvà a meter ya sin ninguna dificultad, se le fué completita y ya pude entonces ver su cara y sus reacciones al estar sintiendo mis embestidas.
Estaba yo disfrutando ver las caras que hacìa con mis bombadas cuando ella fué a sentarse en su cara para que le diera lengua en la vagina mientras ella me tomaba del cuello y me metÃa la lengua en la boca y yo hacÃa lo mismo en su boca sin parar de cogerme a su macho, dejaba de besarme y me decÃa:
– SabÃa que ibas a disfrutar cogiéndotelo! yo vi en tu cara que eres putañero cuando cogimos en el club, me gustaste para que estrenaras a mi Marido, quiero que me avises cuanso sientas que te vas a venir porque quiero que te vengas en su cara, en ese momento ella me pareció diabòlica! me di cuenta que eso que le estaba haciendo a su macho era más un deseo de ella que de él.
Cuando ella se desmontó vi que Gerardo ya estaba de verdad gozando la cogida porque gemÃa de placer, ella nos volvió a desenchufar y me pidió que yo me acostara boca arriba para que él se sentara en la verga y ahora fuera sólo él quien se moviera en la verga, el se puso de espaldas a mi y se sentó en cuclillas sobre mi verga, ella se la acomodó y él se fué dejando caer hasta que se ensartó completo, y ella le indicó como comenzar a moverse para meterla y sacarla.
Después de que se le salió un par de veces y ella se la volvió a acomodar, él ya logró acoplar su sube y baja para darse de sentones sin que se le saliera, y comenzó a gemir más intenso, cada vez más rà pido.
Ella comenzó a masturbarlo, yo podìa ver como mi verga entraba y salìa de entre sus nalgas pero él dijo que ya se iba a venir, ella se acercó a recibir la eyaculación de èl en la boca y yo escuchaba los gemidos de los dos, como él paró de moverse entonces comencé yo a bombearlo asi sentado, vi la mano de ella meterse entre sus nalgas y mi verga para palpar como mi verga entraba y salìa, ella no tenÃa lÃmites para idear cosas…
Yo aceleré mis movimientos y les avisé que ya estaba por venirme, él se desenchufó rápido, me arrancaron el condón y se acercaron con sus caras muy juntas a recibir mi descarga que salió con mucha presión en una cantidad que hasta a mi me sorprendió, los embarré a los dos de semen abundante hasta que ya no quedó ni gota.
Ellos entonces comenzaron a besarse y a compartirse mi sémen con sus lenguas, como ya se ma estaba bajando la calentura eso que vi al último si me dió un poco de asco.
Después de bañarnos juntos los tres, me ofrecieron una última copa, miraba a los ojos a Gerardo y ya no sentÃa ninguna reticencia por lo que acababa de hacer, entendà que cumplieron en mi persona una fantasÃa que habÃan generado como pareja quién sabe hace cuánto tiempo y estaban agradecidos conmigo de que los ayudé a volver realidad su sueño.
Ya no quise hacer intercambio de parejas con ellos porque mi esposa no es ninguna tonta y tal vez llegara a enterarse de lo que pasó entre nosotros tres, pero seguimos repitiendo eso durante un tiempo más y siempre fué muy placentero cogermelos a los dos.
Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…
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