Relato real de como tuve sexo con la joven hija de mi primo

He decidido contar esta historia real de sexo, soy Mario y esta historia sucedió hace 1 año, cuando tenía 46 años, es una historia sobre cómo me cogí a una chava linda, se llama Karen.

Ella en ese entonces tenía 20 años, güera, alta, pelo largo castaño, es de caderas estrechas, ósea que sus nalgas son chicas, pero en compensación tiene buenas chiches, a ella la conocía porque es hija de un primo de tercer grado ósea que ella ya no es nada mío, sin embargo con mi primo la amistad era muy sólida, además me tenía un buen de confianza.

Mi relación con Karen era normal nos saludábamos y platicábamos eventualmente, en el tiempo que paso esto ella no tenía novio, fue un día domingo, me levante y le marque a 2 putas que contrato para satisfacer mis necesidades, ya llevaba 3 semanas sin coger y pues ninguna de las 2 contesto tal vez porque ya era semana santa, así que decidí hacerme una chaqueta…

En eso sonó el teléfono era mi primo me pidió que si le podía enseñar un auto a un posible comprador, él se dedicaba a la venta de autos usados que compraba a una aseguradora, el auto que quería que enseñara estaba en el patio de su casa, me dijo que él se había ausentado para ver un trámite legal en su pueblo, y que su esposa y sus 2 hijas se habían quedado.

Ni modo tuve que ayudarle sin saber que de ese favor recibiría un gran premio, llegue y la esposa de mi primo ya sabía que iba a enseñar un auto que tenían ahí en su casa, me paso y me invito un refresco y yo me puse a leer un periódico mientras llegaba el posible comprador, paso una hora y no llegaba.

La esposa de mi primo me dijo que tenía que salir a dejar unas cosas y que iba a tardar 2 horas, ella me dijo que iba con su otra hija de 16, pero que Karen se quedaba por si se requería algo, le dije que sí que no había problema, de repente sonó el teléfono era mi primo, me dijo que el comprador iba a poder llegar en 1 hora más y que si lo podía esperar, le dije que sí.

Una vez que colgué empecé a buscar a Karen para decirle que me prestara un trapo para limpiar el auto mientras llegaba el cliente, ella estaba lavando y vestía un pants gris delgadito pegadito que dejaba ver como se marcaban sus labios de la panocha, con una playera blanca que dejaba ver bien sus chiches grandecitas, cuando la vi, sentí una cosquilla en mis huevos llenos de mocos, mi verga se me empezó a parar, le hice la plática y estuvimos bromeando, en una de esas le vi de manera descarada su panocha y le dije que era muy hermosa.

Ella entendió el sentido que se lo dije y se puso roja, ya no me dijo nada, le pedí el trapo y salí hacia el patio a limpiar el auto, en eso estaba cuando vi mi verga, mi erección se me marcaba claramente en el pantalón, llevaba como 15 minutos limpiando el auto, cuando ella también salió a tender su ropa al patio, nuestras miradas se cruzaron, ella la desvió como disimulando, ella se agachaba para agarrar y tender la ropa pero sabía que la observaba con detalle.

Esto solo provoco que mi verga estuviera parada, insistiendo en querer entrar en un hoyo para liberar la tensión, cuando ella termino de tender, regreso para preguntarme si necesitaba algo más, le dije que tenía lo necesario, tenía la verga bien marcada en mi pantalón que gritaba por ser liberada, ella vio esto de manera discreta y pude ver que cerro la mano como si quisiera agarrarla, además pude ver que era de pezones grandes, los tenia paraditos y no hacia frio,  sabía que ella estaba nerviosa y caliente.

Ella se metió a su casa, pero yo ya no podía más la seguí, ella estaba en el lavabo preparando más ropa de espaldas, así que tome la decisión de jugármela, tenía que ser rápido, me puse atrás de ella y mi mano derecha la dirigí rápidamente a su panocha y le empecé a dedear su panocha sobre su pants, fui lo más rápido que pude, ella solo empezó a lanzar unos gemidos, le agarraba la panocha completa, mientras que le decía que rica estaba, ella solo disfrutaba de la sobada que le estaba dando, así que agarre el elástico de su pants y se lo baje hasta sus muslos y desesperadamente le baje sus calzones…

Dirigí mi mirada a su panocha y la tenía bien peluda con los labios hinchados, le volví a decir que rica pucha tienes nena, bien peluda como me gustan, ella no dijo nada, le metí un dedo a su panocha, ella lanzo un gemido fuerte, busque su clítoris y se lo empece a acariciar con fuerza, tener mis dedos adentro de su panocha fue delicioso.

Ella estaba gimiendo fuertemente, además de tener su panocha bien mojadita, dure así como unos 8 minutos, ella entre gemidos y grititos se la paso disfrutando mis dedos en su panocha, entonces pare de hacerlo y libere mi verga de su prisión, se veía imponente bien parada y cabezona ansiosa de entrar en la panocha de Karen, le dije “Mira Karen como me tienes” y le dije que si le gustaba…

Ella solo sonrió, así que le dije “llego la hora de coger”, ella me dijo que si traía condón, le dije que no, pero que le compraría la píldora del día después y que era un hombre completamente sano, que nos conocíamos de mucho tiempo, por lo caliente que estaba ella aceptó.

relato sexo jovencitaMe senté en una silla con mi verga bien parada y la cabeza bien hinchada, ella me dio la espalda y se empezó a sentar ensartándose en mi verga, sentir lo tibio de su panochita con un buen de pelos fue delirante, con 2 sentones que se dio ella, le entro por completo mi verga y me quede así, sin moverme sintiendo como mi verga era devorada por su panocha.

A ella la tenía sujeta de la cadera para que no se moviera, le dije a ella que su panochita estába bien rica y calentita, después de esto empezamos a coger como si el mundo se fuera a acabar, se daba unos sentones bien ricos, escuchar el ruido que hacían sus nalgas con los sentones era una melodía deliciosa, yo al tener sus nalgas a mi disposición se las abrí para verle su ano, también estaba rico, arrugado y con un chingo de pelos, se movía de arriba hacia abajo y después a los lados en forma de circulo, vaya que si se sabía moverse bien rico.

Ya a los 5 minutos de coger, por la morbosa situación y lo bella que era Karen, ya quería llenarle su panocha de leche, pero me aguante y utilize mi experiencia para no venirme, pues ella estaba disfrutando mi verga, por la fuerza de sus sentones podía ver como rebotaban sus nalgas en mi pelvis y sus chichotas saltaban de un lado a otro, pasaron como unos 5 minutos más y ya no pude más.

Por lo caliente que estaba le dije a Karen, te voy a preñar, te voy a echar mis mocos en lo más profundo de tu vagina, entonces deje que mi verga sacara toda la leche guardada que tenía, por la cantidad que saque, le deje inundada su panocha de mecos, después de que me vine nos quedamos quietos unos 4 minutos, todavía estaba adentro de ella pues su panocha todavía apretaba rico.

Pasaron unos minutos mas y se levantó ella, el esperma le escurría por su panocha y piernas, el aroma de sexo era embriagador, yo estaba 100% satisfecho ya que su panocha me había dejado completamente seco, por fin terminamos de limpiarnos y vestirnos.

Ya con más confianza le pregunte que cuanto tiempo llevaba sin coger, ella me dijo que había terminado con su novio hace 5 meses y que pues ella también tenía necesidad, nos reímos, le comente que me encantaba su panocha peludita, me dijo que pensaba depilarla, riendo le dije que así me gustaba que le daba un toque más obsceno al sexo.

En esto le dije que mientras llegaba el comprador, iba ir a la farmacia por su pastilla para que no se fuera a quedar pastel, mientras caminaba me sentía feliz y liberado, por el rico sexo que había tenido, me había dado hambre así que pase al mercado a comer algo.

Al regresar atendí al comprador, su mamá ya también había llegado, me agradeció el favor y yo pensé, gracias a su hija que me sacó los mocos con su rica panocha, antes de irme le di discretamente la pastilla a Karen y solo sonreímos por la rica cogida que le había dado.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…

 

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