Relato de sexo de un rapidín con la jefa en la oficina por un aumento

Siguiendo con nuestras aventuras sexuales, había pasado solo unas semanas desde nuestro primer encuentro, estábamos en la oficina y nuestras miradas cachondas no dejaban de cruzarse, sonrisas de nervios salían de ella.

Una noche trabajé hasta tarde cuando me disponía a irme me di cuenta que ella aun estaba en su oficina asi que fui a verla. Al entrar ella se puso nerviosa, yo tomé asiento y comencé a pedir ayuda para tener un aumento en la empresa.

-Como te decia, cres que me puedas ayudar con eso?
-Pues dejame ver, no es muy facil
-Jejeje estoy dispuesto a pagarte con lo que quieras.
-Ahh ok.

Me levanté y me dirigí a ella, me puse detrás y comencé a masajearla. Ella se retorcía no se si de nervios o de excitación. Yo comencé a besarle el cuello, ella gemia suavemente, mis manos comenzaron a acariciar sus piernas cubiertas por unas medias color carne, mi lengua lamia todo su cuello hasta sus orejitas…

La temperatura de su cuerpo comenzó a elevarse, sabia que era momento de gozarla, la levanté de su silla y la puse frente a mi, nos besamos pasionalmente y desenfrenadamente mis manos apretaban sus tetas gandes y duras.

Ella me comenzó a desabrochar mi pantalon y bajó apresuradamente para bajarme la truza y comenzar a comer de mi carne erecta por el momento.

-Mmmmm que rico…
-Me encanta lo que haces nena…
-Me encantó tu verga!
-Pues come!

sexo con la jefa en la oficinaElla mamaba rapidamente mi verga, yo agarraba su cabeza y no le permitia sacársela de la boca, era muy excitante aunque ya era tarde podrían vernos ya que la oficina estaba abierta.

Me senté en su silla, le levanté el vestido y le hice a un lado su tanga, ella se sentó sobre mi, apoyandose con su escritorio comenzó a darse sentones, yo mamaba sus grandes tetas, mientras la silla rechinaba.

-Ahhhh¡ nena muevete asi ahhh¡¡¡
-Uffff¡ Luis Luis¡ aghhh¡
-Me encantan tus tetas ahhh¡
-Siii muerdelas ahhh¡

Se escuchaban ruidos afuera de la oficina pero nosotros seguíamos parchando, la empiné sobre su escritorio, y comencé a penetrala rapidamente. Ella movia sus caderas, yo la sometía sobre su escritorio con una mano le apretaba la cabeza y con la otra le doblaba el brazo…

-Ahhhh¡ Luis aghh¡ asii¡
-Si putita¡ goza mi vergaa¡
-Aghhh¡ papi soy tu perra¡
-Uff¡ uff¡

Nuestros movimientos se aceleraron, el ruido afuera se hizo mas fuerte, estaban a punto de descubrirnos pero solo queria seguir dandole mi verga.

Moviéndonos rapido y fuerte nos venimos juntos yo la llene de leche ya que no traia condon nuestros fluidos escurrían en el suelo. Escuchamos que alguien subia, nos vestimos rapidamente y cuando subio el vigilante ambos sudados y un poco acelerados fingimos estar hablando de trabajo.

Conseguí mi aumento y una nueva perrita a mi lista.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…

 

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