La vida sexual de los casados

La vida sexual de los casadosMuchos psicólogos expertos aseguran que uno de los grandes indicativos para saber si una pareja es real, o se ha quedado completamente obsoleta, o simplemente que la gran razón por la que sigue junta es la rutina, es el sexo. Sin él, la pareja se convierte en amigos o simples compañeros de piso. Y eso sucede mucho en la vida sexual de los casados.

Pero no os asustéis, estos mismos expertos aseguran que el ochenta por ciento de las parejas casadas tienen relaciones sexuales varias veces al mes pero claro el problema es que todos estos datos provienen de encuestas, y la verdad es que en lo referido al sexo no se suele decir la verdad.

Pero si nos atenemos a estos datos, la frecuencia sexual de los matrimonios es de un 3,2 encuentros sexuales a la semana en el primer año de convivencia. Un dato que se rebaja a 1,9 por semana en el tercer año y que se reduce hasta un lamentable 1,1 a partir del cuarto año. Pero la cuestión es ¿por qué?

La culpa de este “bajón” sexual la tienen las hormonas, los afrodisíacos y el desgaste del amor. Sí, habéis leído bien, el amor se puede desgastar, y mucho. El tercer aniversario del matrimonio es la fecha en la que la pareja o bien se consolida, o bien comienza a tener las primeras crisis, y es muy habitual que al menos un miembro de la pareja pierda gran parte de su deseo sexual. Pero lo que mata la pasión no es el matrimonio, sino que es la convivencia y la rutina.

El motor principal de nuestro deseo sexual es la fantasía. Cuánto más pensamientos eróticos tengamos, mayor será nuestra libido. Y claro, todo esto hay que trabajarlo. No basta con vivir en pareja, ni con convertirse en una simple pareja formal. Para que el deseo siga intacto se necesita hacer planes juntos, trabajar en nuevos proyectos en los que los dos estéis implicados, tener nuevas ilusiones que hagan que a las dos partes de la pareja les apetezca, y mucho, estar juntos.

Es muy importante que la pareja cuide su deseo sexual. Para ello, lo primero es que las dos personas se sientan bien el uno con el otro, que estén cómodos juntos y que tengan claro que el sexo no es una obligación. No hay que forzar las relaciones. Debemos salir de nuestra zona de confort para encontrar nuevas situaciones que hagan que la libido vuelva por sus fueros.

Para ello muchas veces hay que entender la sexualidad como algo más allá del coito, buscar cuál es la mejor manera de mantener relaciones sexuales, descubrir nuevos campos, hablar con confianza, y si es necesario acudir a los médicos o a los especialistas si algo no va bien.

¿Y tú que haces para mejorar tu relación? Cuenta tus experiencias, tus pensamientos y opiniones para compartir y debatir con los demás.

 

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