Mantener relaciones sexuales en la oficina es una de las fantasías sexuales más recurrentes. Hacer el amor en el trabajo es de esas experiencias que se quedan marcadas a fuego en tu mente. Pero lo cierto es que hacer escapadas sexuales furtivas en tu lugar de trabajo pueden acabar siendo un quebradero de cabeza para los protagonistas. Por eso, hoy os queremos analizar los pros y los contras de tener sexo en la oficina.
Si bien, es cierto que muchas veces tener relaciones sexuales en el trabajo no tiene por que tener ningún tipo de consecuencias. Si los jefes no te pillan, lo peor que te puede pasar es que estés realizando algún acto de adulterio, aunque lo cierto es que si tu pareja no se entera, tú eres consciente de lo que estás haciendo y hacia donde quieres llegar, y la persona con la que tienes dichas relaciones en el trabajo lo tiene igual de claro que tú, no debería pasar nada más.
Por ello, hoy queremos centrarnos un poco más en los contras de tener sexo en el trabajo sin querer llegar a ser unos “aguafiestas”. En la mayoría de los países no existen leyes que prohíban mantener relaciones sexuales a no ser que se traten de casos de violación o de acoso en el trabajo en el que alguien se muestra sumiso sexualmente por no perder su puesto de trabajo.
Eso sí, en el caso de que os pillen en pleno acto, la empresa puede despediros por falta de profesionalidad, aunque es cierto que muchas personas que han sido despedidas de sus trabajos por estas razones, han acabado indemnizados por una u otra razón.
Una de las grandes razones por las que nos atrae tanto mantener relaciones sexuales en nuestro puesto de trabajo se debe a que existe la posibilidad de ser descubiertos y eso hace que nuestra adrenalina se dispare. Pero debemos tener en cuenta que esta situación, por muchas razones, puede llegar a ser un infierno. Y es que una de las dos partes de estas “parejas laborales” puede llegar a pedir algo más y convertir el día a día de su antiguo “partener” en un infierno , bien por despecho, o bien porque quería algo más.
Además, las parejas que suelen tener relaciones sexuales en el trabajo afirman que las relaciones con el resto de compañeros acaba debilitándose. Los chismes se convierten en el pan nuestro de cada día, y muchos pueden creer que estas prácticas sexuales afectan al rendimiento de alguno de los dos protagonistas.
Por último, destacar que si esta pareja se rompe aunque sea de mutuo acuerdo, va a ser muy complicado que puedan volver a trabajar juntos. Por ello, lo mejor en estos casos, es que si de verdad no puedes refrenar tus impulsos, hagas realidad estas relaciones sexuales con prudencia y pudor.
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