Relato porno cogiendo con la amiga gordita de mi esposa

Hola nuevamente amigos, somos Ely y Juan, ya con algunos relatos porno aqui en la página de esposasymaridos.com y pues aquí les dejamos otro que esperamos lo disfruten.

Este relato lo empieza Ely y lo termino yo.

Esto sucedió por allá del año de 1996, estábamos bien complementados Juan y yo en cuestión del sexo, nuestra entrada al ambiente swinger estaba en todo su apogeo y de repente Juan y yo nos dábamos nuestros «permisos» de cojer a solas con alguna persona que nos agradara.

Por esos días, yo tenía una amiga de la infancia a la cual frecuentaba varios días a la semana, ella tenía la misma edad que yo (24 años); ella sabía muy bien de todas mis aventuras sexuales que tenía desde mis 13 años, de hecho ella supo que su papá y yo cogimos varias veces, en algunas ocasiones, ella propiciaba el encuentro sexual de su papá y yo y no en pocas ocasiones ella nos espiaba y nos echaba «aguas» por si alguien venía.

Ella tenía muy mala suerte con los hombres, la verdad es que era una mujer que podríamos llamar fea; era morena, chaparrita, gordita, su mejor atractivo y era por su gordura eran sus tetas que lucían grandes por lo mismo

Ya de casada yo, le platicaba mis aventuras y lo que hacíamos mi marido y yo en la cama, ella siempre escuchaba con atención y morbo, nunca parecía exitarle lo que le platicaba, bueno, eso pensaba yo.

Una tarde en que yo le platicaba un intercambio de parejas que recién habíamos tenido Juan y yo, ella tenía una blusa de tirantes sin brasier y note como se le pararon los pezones, nunca me habia dado cuenta de eso; entonces ella me dijo que si no me molestaba que me hiciera unas preguntas, le conteste que no habia ningún problema.

Me comenzó preguntando que de que tamaño tenía la verga Juan, yo me saque un poco de onda, pero como a mi exitaba platicar mi vida sexual, no le tome mucha importancia; le dije que la tenía de tamaño medio, unos 16 o 17 cms. mas o menos, le dije que la verdad su papá la tenía mas grande y gruesa.

El caso es que ella siguió preguntándome sobre Juan, que como lo hacía, cuanto duraba y si le gustaba metersela en el culo a las mujeres con las que estaba, yo contestaba a cada una de sus preguntas y ella mas se exitaba.

En un momento dado ella, me dijo que me iba a pedir algo que tal vez cambiaría nuestra amistad para siempre; me dijo que desde que me veía cogiendo con su papá y lo que yo le platicaba, se exitaba mucho y ya no podía aguantar, que quería que Juan se la cogiera.

Yo me quede pensando la situación y al principio no dije nada y sólo pensaba, pero pensaba que si Juan iba a querer cogersela; ella pensó que me había molestado y me ofreció disculpas por la propuesta, le conteste que no pasaba nada y que si de verdad quería que Juan le metiera la verga.

Ella contesto que si, que si yo le daría permiso de tener algo con mi marido.

Le dije que por mi no habría problema, la cuestión sería si Juan iba a querer cogersela, ella me pidió, casi casi me suplico que convenciera a mi marido; ya en algunas ocasiones Juan y yo habíamos platicado de que haríamos en ciertas situaciones: que si te las pudiera tal persona se las darias, que si te cojerias a tal personas y fantasías de esas y el me había dicho que con Mónica (así se llama mi amiga) lo pensaría mucho para meterle la verga.

La vida sexual de mi amiga ya se imaginarán como había sido, nula, únicamente las ocasiones en las que los hombres que me habían cogido, con tal de hacerlo conmigo y de hacerlo en un cuarto, que ella nos prestaba cuando no estaban sus papás, aceptaban cogersela a ella tambien; le dije que le iba a comentar a Juan y le avisaba.

Por la noche, cuando estábamos cogiendo Juan y yo, le platique lo que había comentado con Mónica, se quedo pensando y me pregunto que si yo estaba de acuerdo, le conteste que sólo si el estaba de acuerdo se haría, si no, pues no. El me dijo que estaba bien que lo haría solo por darme gusto.

Quedamos que fuera el siguiente fin de semana que no teníamos plan para salir de swinger, se lo comunique a Mónica, al principio, no me creyó, pero al ver mi convicción de decírselo tan naturalmente, se convenció.

Llegó el fin de semana y como quedamos, Mónica llego en la noche. Ya Juan y yo estábamos preparados y de acuerdo, el se iba a quedar a solas con Mónica en lo que iba a visitar a mi mamá.

Mónica llego con una minifalda con cierres a los lados, le cubría apenas las nalgas y la tanga que llevaba, unas zapatillas y una blusa de tirantes negra, que cuando se quitó el saco, vimos que no llevaba brasier; le ofrecimos una copa para que se relajara ya que estaba muy nerviosa, me acompañó a la cocina a preparar las bebidas y me pregunto que iba a hacer o como le iba a hacer…

Yo le dije que le coqueteara y lo demás ya se iría dando todo. Mónica se iba relajando poco a poco, en un momento, le pregunto que le parecía como iba vestida y Juan le contestó que se veía que se había vestido como para ir a coger y Mónica le contestó que a eso precisamente iba.

Todos nos reímos y Mónica se sentó a un lado de Juan. Yo les dije que los dejaba solos ya que tenía que ir a ver a mi mamá y ella me dijo que no me preocupara, que mi marido no se quedaba solo.

A partir de aquí Juan continúa el relato…

Jamás me había pasado por la mente el cogerme a Mónica de verdad era una mujer que no inspira a coger, pero ese dia, yo dije quiere verga, verga le voy a dar.

Cuando salió Ely, Mónica me comentó que ella le había platicado muchas cosas de nosotros y le dije que como cuáles, ella me dijo que Ely le había dicho que tenía la verga rica y yo le dije que si quería comprobarlo.

Ella sólo empezó a acariciarme la verga arriba del pantalón, yo me la saque y me bajé el pantalón, ella la acarició y dijo que de verdad se veía rica.

La agarre de la cabeza y le di un beso que me correspondió de manera ardiente, la baje a que me mamara la verga, que rica mamada me dio, todas las ganas que tenía, ahi las estaba sacando, me costó un poco de trabajo apartarla de mi.

La recoste en el sillón, le levante la blusa y le chupe las tetas y ella me pedía mas, le metí la mano en la panocha y ella dio un grito de placer al sentir mi mano y como se iba abriendo paso en su tanga, ella abrió mas las piernas para facilitar la caricia, hice a un lado su tanga, le acaricie la panocha y ya estaba empapada, por eso cuando le metí un dedo se vino de una manera deliciosa, cuando sintio 2, 3 y hasta 4 dedos, no saben todas las veces que se vino.

La tome de la mano y la desnude totalmente, la lleve a la cama y también me desnude, me inque delante de ella y me bajé a mamarle la panocha, la cual sabía muy rica, perdí la cuenta cuantas veces se vino (después le comentaria a Ely que hasta ese punto llevaba 10 orgasmos, si que la tenía atrasada).

Me empezó a decir que ya me la cogiera, que ya la quería sentir la verga en todo su esplendor dentro de su panocha, le dije que ahí le iba, de un solo empellon entro toda, ella dio un grito que creo que se escuchó en todo el edificio, se la deje adentro un poco y ella con sus movimientos me indicaba que ya empezará a moverla.

relato cogiendo gorditaLa comencé a meter y sacar lentamente para después hacerlo de una manera frenética y gritaba y pedía mas y mas; después de un buen rato, me acosté boca arriba, ella comprendió y se subió a mi verga y se la clavo hasta el fondo, sus gritos eran un éxtasis para mi, se movía de una manera increíble, después hicimos varias posiciones en las cuales le saque muchas veces su orgasmo, yo estaba desfalleciente, pero no podía terminar sin probar su culo.

La voltee boca abajo y le empecé a besar la nuca, la espalda hasta llegar a sus nalgas, las cuales chupe y mordi por mucho tiempo, despues me fui subiendo hasta que mi verga quedo a la altura de su culo, ella se resistió, pero la sujete firmemente y apunte a su culo, con todo lo que se habia venido estaba muy lubricado, asi que no me costo trabajo metersela, cuando la sintio adentro, dio un grito mas fuerte que antes, pero no la deje escapar.

Se la fui metiendo un poco a fuerza ya que estaba muy apretada, no se cuanto tiempo paso, yo sentí que fue una eternidad, ya cuando sentí, mis vellos pubicos estaban sobre sus nalgas, ya la tenía toda adentro, entonces se la empecé a meter y sacar lento primero y después rápidamente, ella gritaba que ya, pero yo no iba a terminar tan pronto, así estuve un buen rato hasta que no pude aguantar mas y le vacie mis mocos en su exquisito culo, no pare hasta que me favor totalmente y ahí le deje la verga hasta que perdió su firmeza.

Quedé acostado un buen rato encima de ella, hasta que se me paro de nuevo y volvi a moverme fuertemente, ella sólo me dijo que si no me había bastado lo que habíamos hecho, le conteste que aguantará un poco más, dure otro buen rato limandole el culo hasta que le eche los mocos otra vez.

Cuando terminamos, nos metimos a bañar porque estábamos lleno de sudor y mocos de ambos. Ella me mamo la verga otra vez, tratando de que se pusiera dura nuevamente, pero había sido muy fuerte la batalla, que ya no lo logró.

Cuando llegó Ely, vio como Mónica todavia tenía rastros de la noche que habíamos pasado su amiga y yo, Mónica solo tenía puesto su saco y yo en calzoncillos, así que no era difícil imaginar que había pasado.

Esperamos que les haya gustado este nuevo relato.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…

 

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