Relato la experiencia de como inicie mi culo con un consolador

Todo empezó hace mucho tiempo con un iniciador anal pequeño que le compré a mi esposa, le dije varias veces que lo usara y se negaba, un día me dijo: “porque no lo usas tú, como a ti que te gusta el sexo anal, a ver si te gusta!”…

Así que tomando su palabra me preparé y lo empecé a usar a solas. Al principio molestaba ya que no estaba acostumbrado a él y era virgen en esta nueva etapa sexual, pero luego de varias intentos al principio fallido pero luego con la práctica y de leer y ver, lo podía tener durante el día ya que me había adaptado a él.

Pero el placer era mínimo, ya que lo principal era para ir dilatando y acostumbrarme a tener algo en mi ano, se lo empecé a mostrar cuando lo tenía puesto, para ver si se motivaba a usarlo pero nada, pero a mí me gustaba tenerlo, así nació mi curiosidad por el Pegging.

En ocasiones juego con unos de los consoladores o vibradores un poco más grande que el iniciador, este último ya pasó a un segundo plano, ya que su función principal ya pasó, cuando lo uso es por lo quiero tener durante el día, ya que un consolador o vibrador es algo difícil tenerlo durante un largo rato.

hetero penetrando el anoTodo esto suele suceder cuando me quedo solo en casa, a pesar que mi esposa sabe que lo hago y se lo muestro sea en ocasiones físicamente o por unos vídeos que grabe, ella aun piensa que si lo sigo haciendo llegue a ser homosexual y confieso que me gusta sentir el vibrador o el consolador, pero ningún deseo de que un hombre me penetre.

El proceso de dilatación y entrenamiento de mí ano se ha hecho un poco largo, ya que por no hacerlo con más frecuencia mi ano no se dilata gradualmente y estoy tratando de aumentar la frecuencia para ver si llego al juguete más grande (el tapón).

Un día después de estar jugando un buen rato y tenerlo bien dilatado y excitado, decidí dar el paso al siguiente consolador más grande (20 cm), así que me preparé, coloqué el arné en una silla, lubriqué bien todo el consolador y mi ano, y me fui sentando sobre ese consolador grande y grueso.

Sentí como me iba penetrándome poco a poco, hasta que la cabeza terminó de entrar, fue estremecedor esa sensación, como pasó la cabeza por ese estrecho hueco, lo saqué y me lo volví a meter de nuevo. Tengo que confesar, uffff y luego de una sola sentada pero con decisión y cautela me lo terminé de meter, fue una indescriptible mi primera experiencia con ese monstruo, me quede un rato sin moverme todo bien adentro y sentía las palpitaciones de mi culo.

Luego empecé a subir a bajar, que rica esa sensación, sensaciones que si no lo practican no se pueden describir, luego de un rato de jugar en la silla, me fui a la cama, me puse de perrito y con la ayuda de mi mano me lo introduje, esta vez solo la cabeza varias veces ya que nunca lo había hecho es esa posición y no quería lastimarme…

Y luego toda esa verga y otra vez sale y entra, hasta que me hizo llegar de placer, esta experiencia la he hecho en unas tres ocasiones, una de ellas fue en la ducha, lo puse en la pared y que sensación!.

Bueno esa es mi historia, para la próxima les contaré mi experiencia con el tapón, aun no lo domino, pero me falta poco, mi ano no se dilata lo suficiente para mantenerlo dentro, solo entra casi la mitad.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…

 

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