Excitado al ver a mi esposa con otro hombre en este relato porno

En mi juventud, antes de casarme había hecho trios con dos mujeres y yo, otro hombre y una mujer y yo. Hice muchas cosas que me alimentaban la lujuria. Tuve sexo con dos hermanas juntas varias veces (no mis hermanas, ellas eran hermanas, no confusión). Tuve sexo con madre e hija (no juntas). Se me para el guebo pensando en todo lo que hice.

Ya me quité la ropa para pajearme mientras les cuento. Hagan lo mismo también.

Mi primera esposa era bien fogosa, el sexo era genial, inventábamos mucho pero nunca me atreví a proponerle nada con otro hombre. Tenia mis fantasias solo. En mi mente la veía teniendo sexo con los hombres que me gustaría verla pero no me atrevía a compartirlas con ella.

Mi esposa actual es tan ardiente que quema el propio infierno, jajajaja. El diablo le sale huyendo de miedo.

Como ella tiene la mente muy abierta y veía como se ponía con las películas de sexo, se lo chupaba mientras veía las películas (tiene un toto grande, jugoso y sabroso). Le decía que se imaginara que era el tipo de la película que se lo estaba chupando, eso la hacia sentir mas y a mi también.

Después quería oír historias reales, le preguntaba de sus experiencias sexuales cuando hacíamos el amor. Nunca quiso compartir nada de su pasado, me decía que me olvide de eso. Queria escuchar como sentía cuando tenia otro guebo dandole duro.

Me gusta hacer el amor con la luz bien baja, casi apagada. (La primera vez que sentí que participó de las fantasias) le dije que cerrara los ojos y que se imaginara que estaba con ese macho y que se lo estaba metiendo bien duro. Me decía que cual macho? Que solo estaba pensando en mi y lo que estaba sintiendo. Le decía que si pero que estaba bien, que quería que ella disfrutara mas, que se imaginara cualquier macho que ella le gustara y que se lo estaba metiendo.

Algunas protestas mas y le dije, quédate en silencio mi amor, mantén tus ojos cerrados, mira ese buen macho, esta buenísimo, ahi me apreto el guebo, dejo ir una sonrisa y un suspiro, mmmm. Sabia que ya se estaba soltando y prestandose al juego. No se en quien estaba pensando ni me importaba.

Descubrí que cuando se tomaba un par de tragos se sentía un poco liberada. Le preguntaba, te gusta ese macho mami? Me contestaba con un suspiro, hummm, siiiiiii, bien suave. Le preguntaba si lo quería tener ahi, dandole bien duro y me contestaba que si. Le preguntaba quien era para yo hacer los arreglos y me decía que yo no lo conocía. Le preguntaba que quien era para yo hacer los arreglos y me decía que estaba lejos y que yo no lo conocía. Que cuantas veces se lo había metido? Que nunca, que solo tenia fantasias a veces.

Era el esposo de una amiga, una vez estaban en una disco, bailaron un bolero, la pista estaba oscura, a el se le puso duro, ella sintió porque el tipo estaba buenísimo, pero era el esposo de su amiga. El la beso, ella se dejó y eso fue todo.

Como sabia como se ponía con un par de tragos hablábamos siempre de situaciones hasta que un día me cansé de las fantasias, quería ver mas.

Se me ocurrió un plan, le dije que íbamos a cenar fuera y a pasar una noche de placer (ella no se imaginaba a que realmente me refería, solo yo tenia mi plan).

Le dije que se pusiera la minifaldas que ella sabe me gusta (es bien corta y me gusta ver sus bellas piernas y su buen culo). Se iba a poner panties y le dije, ah, ah, ah, noooo, tu sabes que me gusta te las pongas sin panties. Me contestó, si pero eso es en la casa y vamos a salir a la calle. Le dije que no importaba y que solo lo íbamos a saber ella y yo y así acepto.

Llegamos a un bar restaurante, la hostess nos iba a poner en una mesa y le dije que quería un booth frente a la barra. Quería ponerla frente a los hombres que estaban en la barra. Es uno de estos booth con dos banquetas (no sillas), nos sentamos uno frente al otro.

Ordené tragos, ordenamos la cena, hablábamos de todo un poco pero como tenia mi plan no perdí tiempo y le dije que notara como los hombres en la barra la miraban. En verdad, solo unos pocos se atrevían a mirar pero yo quería alimentar su fantasia.

Después de la cena nos quedamos en la mesa porque no había espacio en la barra. Encontré lo que buscaba, este tipo en la barra que la miraba insistentemente, buenísimo para ella.

Vi que ella también lo miraba y me hice de cuenta que no había notado nada. El hombre conversaba en la barra con un amigo y note que el amigo se despidió y nuestro amigo se quedo solo. Aproveche que se dirigió al baño y lo seguí. Le dije que fuera a nuestra mesa a compartir un rato con nosotros. Me pregunto por que? Le dije, vamos, veo como tu miras a mi esposa, tu amigo se marchó y podemos tener una conversación muy agradable.

Volví a mi mesa, el fue a la barra, pago su cuenta y se dirigió a nuestra mesa. Cuando mi esposa vio ese hombre venir en nuestra dirección cambió de todos colores de los nervios.

Excitado al ver a mi esposa con otro hombreNos presentamos, lo senté frente a mi y al lado de mi esposa. Mientras conversábamos noté que mi esposa bebía con mas frecuencia por los nervios lo cual me gustaba porque eso la hacia sentir mas liberada. Empezamos a hablar de cosas mas sutiles, de que le parecía mi esposa y el contestaba con todo lo que le gustaba de ella. Ella se sonreía un poco nerviosa y halagada. Mi guebo estaba duro con mi imaginación.

Le pregunté si le gustaban sus piernas, el miró debajo de la mesa y me dijo que eran preciosas. Le dije que podia acariciarlas, ella me abrió sus ojos bien grandes pero no pudo hacer nada porque ya el tenia la mano en sus muslos y acariciando.

Sabia que mi esposa estaba nerviosa pero excitada porque sus pezones se notaban.

Con mis pies abrí un poco las piernas de mi esposa, ella me hacia fuerzas para cerrarlas y le hice señas con la cabeza que no, entonces se dejó. Le dije al amigo que corriera su mano hacia arriba de su pierna, ella trató de cerrarlas, le hice presión con mis pies para mantenerlas abiertas y le abrí mis ojos, ella se dejó y cuando nuestro amigo encontró que no llevaba panties soltó un suspiro, ella tomó su vaso y bebió todo lo que en el había de un solo sorbo. El se lo apretaba sutilmente, le dije a mi esposa, «esta bien cariño relájate», que esa noche era toda para ella.

Llegó al punto de que aunque aun con un poco de temor la bebida la hacia sentirse mas liberada. Le dije que le agarrara el guebo a nuestro amigo, le pregunté si lo tenia duro. Con una sonrisa de nervios y picarona cerró los ojos, soltó un suspiro y dijo, «mmmm, siiii».

Se excuxó para ir al baño, pues ya el liquido se estaba corriendo por sus piernas, pedí otra ronda de tragos en vasos desechables para llevar, pagué la cuenta y cuando ella regresó nos fuimos a mi van, los senté en el asiento de atrás y giré el asiento mío (es giratorio) para estar frente a ellos.

Le dije a mi esposa, mi amor, feliz cumpleaños. Ella pensó que yo me había olvidado y eso era parte de mi plan, que ella creyera que no me acordaba. Le dije que yo estaba perfectamente bien con todo y que estaba cansado de las fantasias, que sabia que ella lo deseaba también y que tenia luz verde para que se lo dejara meter de ese macho si lo quería.

El la besaba y acariciaba mientras yo le hablaba, ella me miraba con una sonrisa y los ojos como si se estuviera viniendo. Yo tenia el guebo afuera y acariciando ver a mi esposa frente a mi con otro hombre.

Se miraban a los ojos, me excitaba como ella lo miraba, se daban lenguas, ella me miraba como para ver mi reacción. Yo le aseguraba que estaba bien, que disfrutara. El se bajó a chupárselo y yo aproveché fui a que ella me lo mamara. Lo despegó cuando ella estaba a punto de venirse. Ella se metió los dos guebos en la boca. Me despegué y dejé que ella se lo mamara todo.

Me arreglé, le dije a nuestro amigo que nos siguiera a nuestra casa, le pregunté a mi esposa si quería venir con el en su auto y me dijo que no. En el camino me preguntaba que por que lo traíamos a nuestra casa, que ya había sido suficiente, que el resto de la noche era para mi. Le aseguré que no tenia nada de que preocuparse.

Llegamos a la casa, nos sentamos en la sala, ella fue a la cocina a preparar unos tragos, le hice señas a nuestro amigo que la siguiera. Solo escuchaba la sonrisa nerviosa de ella y luego la escuchaba suspirar, mmmm, ahhh y escuchaba el sonido de sus besos. Mientras se samaban en la cocina yo buscaba música de acuerdo a la ocasión.

Les dije que dejaran eso ya y que estaba esperando mi trago, ella soltó una sonrisa y me dijo «ya vamos». Casi dejo caer los tragos cuando regresaron pues yo estaba ya completamente desnudo y con el guebo bien duro, excitado por lo que escuchaba estaba pasando en la cocina.

Le dije a nuestro amigo que se pusiera cómodo, que se quitara la ropa. El no perdió tiempo y lo hizo. Ella no quería desnudarse y le dije a el que le quitara la ropa bien despacio y sutil.

Ella me miraba con temor y le dije, amor, pierde ese miedo ya, tu sabes lo que viene y eso solo hará nuestro matrimonio mas fuerte, pierde el miedo para que disfrutes a plenitud.

Mientras tanto, nuestro amigo la desnudaba poco a poco y la besaba por todas partes. Conversamos un poco (siempre de cosas calientes), ellos abrazados en el sofá, como si fueran novios, ella con una pierna encima de la de el. Me inventaba excusas para ir al baño, para ir a la habitación, a la cocina. Me tomaba mi tiempo solo para escuchar lo que hacían.

Fui a preparar mas tragos y lo encontré chupándole el toto. Yo me senté a pajearme y cuando me estaba saliendo la barbita se lo puse a ella en la boca. El quería metérselo ya pero ella no lo quería aun. Le decía que esperara un poco mas. Yo quería ver ese momento también pero no quería apresurarla. Todo a su momento.

En la música de mi computadora comenzó a sonar una canción muy sutil, «slow dancing» (búscala en youtube). Los levanté del sofá para que bailaran, yo me coloqué detrás de ella, la besábamos por todas partes, los dos con el guebo bien duro. Los fui empujando poco a poco a la pared. El contra la pared y ella en el medio de los dos.

Aun nos movíamos como si estuviéramos bailando, se daban lenguas, yo la apretaba contra el y al apretarla sentía como su guebo entre sus piernas (de mi esposa) chocaba con mis bolas.

Excitado al ver a mi esposa con otro hombreLe levanté una pierna a mi esposa y puse la mano de el para que la sujetara. Yo mismo agarre el guebo del macho y lo sobe en la entrada del toto de mi esposa para mojarle la cabeza. Le entré la cabeza del macho en su toto y soltó un grito de placer.

Debo confesar que hasta yo queria soltar otro grito igual, jajajaja. Me despegué para disfrutar la escena. El le dio vueltas y la puso a ella contra la pared, siempre agarrando su pierna y dandole ñema mientras ella gritaba de placer, que escena mas rica.

No sabia que yo iba a disfrutar tanto también al ver frente a mis ojos a otro hombre dandole guebo a «mi esposa».

Noté cuando su otra pierna, ya debilitada no la podia sostener de pie. Les dije que pasaramos a la habitación. Ella dijo que si, que quería mas pero que pararemos un poco porque ella no quería apresurar ese momento. Quería sentir mas.

Ellos seguían haciendo de todo en el sofá, ella me hizo seña que me sentara al lado de ella. Le daba lenguas a él, me daba lenguas a mi. Luego nos jaló la cabeza a los dos y nos daba lenguas al mismo tiempo, desde luego las tres lenguas se juntaban pero estábamos tan excitados que nos dejamos llevar por la situación.

Luego me bajé a chupárselo, el bajó luego. Un rato chupaba el y otro rato yo. Nos puso las cabezas juntas para que los dos la chuparamos al mismo tiempo. Entendí que ella tenia una fantasia de la que no habíamos hablado antes, ella quería verme con otro hombre.

Como nuestras lenguas se tocaban, ella nos juntó para vernos besándonos.

Siiii, nos dejamos llevar, ahi mismo de rodillas frente a ella este hombre y yo empezamos a darnos lenguas y me gustó ese beso, parecía que el también lo estaba disfrutando. Ella se sobaba el clitoris y se saboreaba los labios mirando la escena.

Luego se puso de rodillas también y empezamos a besarnos los tres. Le chupabamos las tetas, uno de cada lado, nos besábamos como si quisiéramos comernos este hombre y yo. Y ella lo disfrutaba. No creo que estuviéramos borrachos pero habíamos tomado tanto que nos dejamos llevar y solo disfrutar.

Ella se disculpó para ir al baño, yo fui a la cocina por mas tragos, nuestro amigo me siguió unos segundos mas tarde, me abrazó por atrás mientras preparaba los tragos.

Me acariciaba el pelo, me tocaba el guebo y sentía su guebo caliente y duro tocando mi culo. Quería despegarlo pero me gustaba lo que estaba sintiendo y empecé a recordar como me excitan también los videos gays.

Inconscientemente (de veras) me apoyé con las dos manos en la meseta de la cocina, levanté un poco mis nalgas y abrí un poco las piernas y el puso la cabeza de su guebo en la entrada de mi ano, sentí esa cabeza caliente rozándome mientras aun me besaba el cuello.

En mi cabeza tenia un conflicto, me gustaba lo que estaba sintiendo, quería sentirlo dentro de mi pero me decía que no era gay y que esa parte no estaba en el plan. Todo esto lo pensaba pero aun no podia poner resistencias a lo que estaba sintiendo.

Ella (que estaba escondida detrás de la pared que da entrada a la cocina y tocándose) no pudo resistir mas y soltó un gemido de placer, nuestro amigo se despegó y ella nos pidió que continuáramos.

Yo le dije que no, que esa noche no era mía sino de ella. A ese momento nuestro amigo ya estaba junto a ella, abrazándola, tocándola y besando por todo su cuerpo mientras ella me miraba complacida. Cogimos nuestros tragos y nos fuimos a la sala.

Nos sentamos juntos en el sofá, ella con una pierna encima de cada una de nuestras piernas de modo que ese toto grande quedara abierto. Nos tocábamos, nos samabamos, nos decíamos cosas bien calientes y sin pensarlo ni darnos cuenta ya ella estaba sentada encima de el cabalgando esa verga.

Me despegué para ver como ese guebo entraba y salía del toto de mi mujer, como ella se lo gozaba y como el disfrutaba, los sudores corriendo por todo sus cuerpos.

Asi estuvieron un buen tiempo, ella gritaba de placer, yo me tocaba y disfrutaba la escena, cambiaban de posición, hasta que por fin, le llenó el toto de leche. Los dos se vinieron, se quedaron tranquilos un rato sin moverse, el aun dentro de ella, yo mirándolos aun excitado al ver a mi esposa por primera vez con otro hombre frente a mi. Ella se levantó, vino donde mi, me besó y me dio las gracias.

Ella se fue a limpiar, nuestro amigo se levantó del sofá, vino detrás de mi asiento, me acarició la cara, el cuello y me susurró en el oído «gracias, tu esposa es exquisita».

Mi esposa regresó y el aun me acariciaba y susurraba a mi oído. Ella se sentó encima de mi, me giro la cabeza para que el y yo nos diéramos lenguas y me dijo que podia hacer lo que quisiera sin problemas.

Entendí el mensaje pero aunque me excitaba la idea me decía no, no quiero que nadie me de por el culo, puedo hacer muchas cosas menos eso.

Seguimos disfrutando la noche, hablando de lo que había pasado, tomando mas tragos, escuchando música, besándonos, tocándonos y si, mas sexo.

Lo mas importante es que después de todo esto y todo lo que hemos hecho hasta ahora mi esposa y yo nunca hemos tenido una discusión por esto, sino que nos amamos mas y mas.

Es parecido a mi primer relato pero mas extenso y mas completo. Déjenme saber como lo disfrutaron y si quieren leer mas relatos eróticos, un saludo!


Imágenes de caracter ilustrativo para el relato excitado al ver a mi esposa con otro hombre

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