Hoy comenzaré a contar mi historia porno de cómo un humilde conserje de la universidad se convirtió en el señor de unas hermosas sumisas, pero voy a empezar desde el comienzo, me llamo Julio, tengo 50 años, soy un poquito gordito, pelo castaño, ojos negros, piel blanca, un metro con setenta centímetros de altura, debo reconocer que mi verga no es grande ni chica, la verdad soy una persona como cualquier otra.
Estoy separado hace más de diez años, mi mujer se fue del país por trabajo con mis dos hijas, Aunque al principio me dolía no poder ver a mis hijas, aunque ahora estoy seguro que fue lo mejor yo no era un buen padre ni buen marido, siempre estaba trabajando y en mis tiempos libres estaba con mis amigos, pero esto es una historia para otro día.
Como les contaba trabajo como conserje de una universidad privada muy prestigiosa en mi país, argentina. Me encargo del mantenimiento y seguridad de los edificios, llevo a cabo las reparaciones menores y de cortar el césped. Trabajo de Lunes a viernes, de seis de la mañana a dos de la tarde, pero a la tarde o los o los domingos hago trabajitos chiquitos con cliente que conseguía por el boca a boca. Un viernes a la mañana recibo una llamada de un abogado que tenía que hacer unas reparaciones en su casa, que su vecina le había pasado mi número y me recomendaba, nos pusimos de acuerdo que el sábado por la mañana pasaba por su casa y le daba un presupuesto
El sábado a cinco de la tarde me presente en la dirección, la casa de dos pisos muy grande, me atendió Laura la mujer del Carlos el abogado, una mujer muy bella y amable, nos quedamos charlando de temas banales hasta que llego Carlos
Una vez que Carlos me mostro las reparaciones que quería que hacer nos fuimos a living así yo le hacia el presupuesto. Mientras yo sacaba números veo que entra una jovencita rubia muy hermosa, saludan a Carlos y en ese momento me las presenta es Lujan 18 añitos la única hija de Carlos y Laura, debo reconocer que mis ojos no podían dejar de mirar el hermoso rostro que tenía junto a mí.
Después de terminar mi presupuesto me quede hablando con Carlos, me conto que su mujer trabaja con el son sucios de una firma de abogados y que su hija está por comenzar la universidad y demás detalles, se veía que está muy conforme con las mujeres de la casa
A los pocos días me llama de Carlos avisándome que le parecía justo mi presupuesto si podía ir el domingo que no estaría nadie en la casa ya que él se tenía que ir de viaje con su mujer, la única que quedaba en la ciudad era Lujan que se quedaba para estudiar ya que faltaba solo dos semanas para su comienzo a la universidad, pero el domingo no iba estar porque estaría en la casa de una amiga.
El domingo mientras amanecía yo ya estaba en la casa, la idea era terminar a la mañana y tener la tarde libre, busque la llave de la puerta del patio escondida en una maseta y comencé hacer las pequeñas reparaciones rápido para descansar, aunque sea medio día después de una semana de trabajo pesado.
Para las once de la mañana ya había terminado, junte mis cosas cuando ya me iba veo la puerta de atrás de la casa abierta, sabiendo que no había nadie se me ocurrió mirar por si habían robado o entrado alguien sin permiso para avisar a la policía. Cuando asomo mi cabeza con cuidado dentro de la casa por si había ladrones y estaban armados.
Pero a mirar con cuidado mis ojos se llenaron de sorpresa cuando veo a Lujan de rodilla chupándole la verga a un jovencito de su misma edad sentado en el sofá vestido de traje y con los pantalones hasta los tobillos
La imagen de costado de esta hermosa jovencita de rodilla cabeceando era una de las mejores cosas que había visto en los últimos años, no los quise interrumpir solo me quedé callado observando, no quería molestar, pero tampoco quería dejar de ver.
Cuando llevaba un minuto o más mirando por cosa del destino Lujan abre los ojos sin sacarse la verga de la boca mira para mi lado, se quedó congelada por un segundo hasta que reacciono y de un grito dijo – ándate de acá ahora.
Cuando escuche sus gritos deje de mirar, mi intención no era asustar a la hermosa pelirroja, así que decido volver al patio a buscar mis cosas e irme en ese momento veo por la venta del costado como Lujan sacaba a empujones al chico de su casa ahí me di cuenta que los gritos no eran para mi sino para el chico, hasta llegue a pensar que por ahí no me vio.
Cuando estaba abriendo la puerta del patio para irme escucho –señor por favor no se valla
Al darme vuelta veo a Lujan con cara de miedo y los ojos verdes llorosos, aunque me pareció excitante verla así, le conteste con mucho respeto para que no le cuente a su padre que la espié y no me vuelva a contratar – si dígame señorita
Mientras caía una lagrima por su mejilla me dice con voz temblorosa – por favor no le diga a mi papá lo que acaba de ver.
Los dos teníamos el mismo miedo pero ella mostro más que miedo terror, deje mis cosas en el piso, me hacer que a ella, lleve mi mano hacia su cara y con mi dedo gordo le limpie su lagrima y le pregunte – ¿Por qué no? Si lo que acabo de ver seguro que tu madre se lo hace a tu padre – mi intención solo era reírme un poco de la joven porque para mi forma de ver la vida ella no estaba haciendo nada malo.
Para mí sorpresa ella se puso de rodilla y me dijo – hago lo que sea, pero no le diga a mi padre por favor
Ni en mis mejores sueños había pensado tener una jovencita tan bella de rodilla frente a mí, aun menos tan entregada, así que puse a prueba hasta donde tenía pensado llegar – que estaría dispuesta a hacer con tal no le cuente a tu padre – Le pregunte mirando fijo a sus hermosos ojos
Me miro con sus ojos verdes, con cara de vergüenza me dijo – lo mismo que estaba haciendo hace un momento.
Tan solo imaginar a ese ángel chupándome la verga fue suficiente para que mi pija comenzara a tomar rigidez, aunque tenía dudas sobre porque estaba tan asustada de su padre, no me pude negar, dando la orden le dije – bueno comienza ahora
Ella miro para todos lados ya que estábamos afuera en la orilla de su patio pero para su fortuna tenia tapiales altos. Comenzó con mucha timidez desprendiendo mi cinturón, desprendió mi botón del pantalón y bajo mi cierre con mucha lentitud y torpeza, claramente no era algo que, hacia hace mucho tiempo, bajo mi bóxer, hasta que al fin quedo mi verga afuera a unos centímetros de la cara de Lujan.
Coloque una de mis manos en su nuca y comencé a mirar su bello rostro su cabello rojizo y sus ojos verdes, era un hermoso ángel dispuesto a chuparme la verga y antes que se arrepintiera empuje su nuca hacia mi pija.
Cuando quedo enfrentada a mi verga saco su lengua pasándola por mi grande, inmediatamente puso cara de asco yo había trabajado toda la mañana, estaba transpirado por todas partes, pero de todas formas volvió a pasar su lengua una y otra vez
Cuando mi verga ya estaba dura de dije – trágatelo perrita, que no es un helado
Obedeció inmediatamente tragándose mi grande con su sexy boca, cerró sus ojos y comenzó un movimiento suave de cabeza de adelante y atrás
Hacía años que no me chupaban la verga, la estaba pasando muy bien, pero quería probar a Lujan – a mi cuando me chupes la verga me tienes que mirar a la cara y trágatelo más que no la tengo grande – quería ver si era obediente o el miedo a su padre tenía un límite.
Volvió a obedecer de inmediato abriendo sus ojos verdes clavándose directamente a los míos y tragándose mi verga hasta que hizo tope con su garganta haciendo su primera arcada, retrocedió tomo aire y lo volvió hacer una y otra vez
Llevaba unos minutos dando su mejor esfuerzo Lujan pero yo quería más, lleve mi otra mano también a su cabeza, con todas mis fuerzas la empuje hasta que su garganta se tragara por completo mi verga dejándola unos cuantos segundos sin respirar cuando vi que su piel blanca se volvía roja y sus ojos se le llenaron de lágrimas la deje respirar una vez pero de inmediato volví a violar su garganta hasta el fondo
Tenía la cara completamente roja, lagrimas que le llegaban hasta su boca y dos hilos de saliva colgaban de su mentón. Yo estaba a punto de acabar agarro mi verga con una mano y con la otra mano agarro de su pelo, le tiro la cabeza hacia tras y comienzo con mi descarga de leche dejando todo su hermoso rostro bañado de mi esperma.
Al terminar le ordeno – ahora con tu dedo quiero que juntes mi leche y te la tragues
Con su deditos empezó a limpiar su cara y tragando cada gota sin gesto de asco más bien parecía que le gustaba, con voz apenada me dijo al terminar – ya está señor
Con voz autoritaria para demostrar quien mandaba le dije – todavía no me tienes que limpiar la verga centímetro a centímetro que me la dejaste toda sucia
Si volver a mediar palabra comenzó con su tarea de dejarme toda mi pija totalmente limpia. Cuando termino me regalo una sonrisa y me dijo – así de limpia o aun quiere que este más limpia
Me sorprendía lo obediente que es, pero por supuesto que me encantaba, una chica que seguía mis órdenes sin quejarse, sin dudas era mi tipo de mujer, para que notara que me gusto le dije – lo hiciste muy bien con practica vas a ser una buena chupa pija
Se puso de pie mientras con una mano secaba su saliva de la boca y me pregunta – señor Julio no le va a contar a ningún miembro de mi familia lo que vio ¿verdad?
Había acabado de chupar la verga a un desconocido, pero solo le importaba que no le diga su familia. Su actitud me parecía super rara así que le pregunte sin vueltas – ¿Por qué tanto miedo tienes? – Se quedo callada – decímelo o le digo a tus padres – no tenia ni la menor intención de decirle algo a sus padres, pero yo quería saber.
Con la mirada en el piso – la verdad es que el es el socio de mi padre, hace mucho que me insiste, pero yo no quería saber nada.
Tomo aire profundamente y siguió hablando – solo falta dos semanas para empezar la universidad y debo ser la única chica virgen, cuando iba a la secundaria estudiaba mucho y no tenía tiempo para chicos – cuando termino de hablar sus lágrimas cayeron al piso, una tras otra.
No me pareció nada grave ser virgen o que se la chupe al socio de su padre pero para consolarla y de paso aprovechar a acercarme, la abrace bien fuerte dejando su cabeza contra mi pecho – Todo está bien Lujar – fue lo único que se me ocurrió decirle porque al mirar sobre sus hombros, mis ojos quedaron fijos en sus nalgas, no había notado que tenia tan buen culo, estaba bien paradito, solo tenía un camisón rosa claro de corazones rojos muy infantil.
Después de unos segundos de admirar esa linda imagen no me aguante mas y mi mano derecha se fue a una de sus nalgas – ¿vas al gimnasio? – su nalga ara tan dura como una roca.
Sin moverse de mi pecho y sin mostrar molestia por que la toque sin previo aviso – sí, pero solo entreno tres veces por semana.
Sin dejar de tonar su nalga me acerco a su oreja – ¿te gustaría dejar de ver virgen?
¿Ahora? – me contesto al instante
– No, ahora no, primero tengo que ver si eres digna.
¿Digna de qué? – en ese momento salió de mi pecho y me miro a los ojos sorprendida
– Me gustan las mujeres obedientes, si haces lo que te pido por un tiempo, te aseguro que no vas a llegar virgen a tu universidad y no vas a tener que usar al socio de tu padre, lo dos salimos ganando, es un buen trato ¿verdad?
Se quedo callada sin responder por unos segundos, era mas que obvio que no tenía sentido para ella, que yo le pidiera algo, ósea yo era el afortunado de que una joven de 18 años me la chupe, pero ahora le pedía obediencia si quería algo más.
¿Qué es lo que debería hacer si acepto?
Para empezar, aligeré tu forma de vestir, me tienes que mandarme tres whatsapp al día uno a la mañana, otro a la tarde y otro a la noche, con un corto video mostrando tu forma de vestir y con quien estas en ese momento – Mientras le explicaba lo que debía hacer, mi exterior estaba tranquilo, pero mi corazón latía con fuerza, la diosa frente a mi estaba a un paso de querer ser mi sumisa.
Nunca he hecho nada de eso, pero por alguna razón me gustaría probar – no se si ella estaba intranquila como yo, pero al momento de aceptar se la veía muy segura mirándome con sus hermosos ojos.
Te voy a poner a prueba cinco días para empezar – la mire de arriba abajo y luego de dije – Me gusta que las mujeres se vistan sexys y no infantiles como vos, sácate ese pijama.
Voy a mi cuarto y me lo cambio ¿Qué me pongo?
Niego con mi cabeza – Desvístete en este lugar, en frente mío.
Estamos en el patio, alguien puede estar viendo – comenzó a mirar hacia todos lados en ese momento.
Vas a desobedecer mi primera orden, pensé que estabas segura.
Sin decir una palabra más comenzó a sacarse la parte de arriba del pijama dejando a la vista un corpiño blanco muy simple, luego siguió con la parte inferior dejando a la vista una braga de color blanco con rayitas rosas muy infantiles
Estaba a punto de sacarse el corpiño, pero dudo y volvió a mirar hacia todos lados – rápido desnúdate que no tengo todo el día para vos putita – le ordene al ver su duda
Cerro sus ojos y se desprendió el corpiño rápidamente dejándolo caer al piso, dejando a la vista sus dos tetitas del tamaño de dos limones pequeños, y su pezón rosadito se veía muy duro me dieron ganas de pellizcarlo al instante, pero me contuve no la quería asustarla, mi idea era que se valla acostumbrando de a poco a mis perversiones.
Mientas mis ojos estaban fijos a sus tetitas dejo caer su braga, dejando a la vista su monte de venus sin depilar que combinaba con su cabello pelirrojo, pero eso no es lo que más me éxito en ese momento, sino que su conchita estaba empapada, la muy puta le calentaba recibir órdenes, en ese momento me convencí que esta jovencita nació para ser una buena sumisa.
Quiero que te des vuelta te agaches un poquito – en un instante obedeció dejando a la vista sus increíbles nalgas, y su concha empapada, lista para ser penetrada como la puta mas puta, aunque mi verga estaba dura como una piedra me contuve todavía debía seguir enseñándole a obedecer.
No te muevas quédate así – mientras le ordenaba mi mano izquierda la llevé a una de sus nalgas y comencé a sobarla, y mi mano derecha directo a su rajita, con mi dedo índice jugaba un rato en su clítoris luego subía y bajaba por su rajita que estaba aún más mojada.
A los pocos minutos comenzó a gemir, llevando su mano a su boca – ¿putita ya estas por acabar? – le pregunte sin dejar de jugar con su conchita.
Si ya casi estoy por – ¡PAF! En ese momento le di una buena nalgada – No puedes acabar sin mi permiso ¿me pediste permiso?
No, no pedí permiso, pero me da ¿permiso? – en ese momento se jigo para verme tenia un rosto muy excitado sin duda estaba disfrutando de la situación.
Desde hoy soy tu señor, tu amo me tienes que tratar con respeto, como castigo hoy no podrás acabar y si lo haces tú castigo será mucho peor – le explique la situación mientas tocaba sus dos nalgas una con cada mano.
– Si entiendo señor, no va a volver a ocurrir
Ahora guíame a tu cuarto que voy a elegir el vestuario que vas a usar durante cinco días – Me agarro la mano y me llevo a su habitación, en todo el camino fui sobando sus nalgas que son perfectas.
Una vez dentro del cuarto le pedí que me mostrara toda su ropa, que por cierto tenía una gran cantidad, pero era ropa muy poco llamativa, estuve eligiendo mas de media hora, mientras yo miraba ella estaba de pie y calladita a lado de su cama.
Tienes muy poca ropa que me gusta, pero estos cinco días de prueba quiero que uses esto – le mostré cinco mudita de ropa que consistía una pollerita corta blanca y dos polleras de colegiala a cuadros que eran de cuando iba a la secundaria, un short de jean, cuatros musculosa finas, un vestido negro de fiesta cortito que era el más sexy.
Ella afirmo con la cabeza haciendo una sonrisa tímida – me gusta esa ropa, pero no estoy acostumbrada a usar ropa que muestre mucha piel.
– Desde hoy en adelante esto va a ser el atuendo mas recatado que uses, si pasas estos cinco días de prueba vamos a ir a comprar ropa acorde para una sumisa, además como as notado no elegí ropa interior porque desde hoy tienes prohibido usarla.
En ese momento abrió sus hermosos ojos verdes y me pregunto – ¿todo el tiempo? ¿Cuándo vuelvan mis padres también? Y si salgo a tomar algo con mis amigas ¿también?
Desde hoy no usaras nada de ropa interior en ningún momento, y cuando me mandes los videos de whatsapp tendrás que confirmar que no tienes ropa interior.
Tomo aire profundamente – Desde hoy no usare nada señor
Ahora vístete y vamos al patio de nuevo para terminar de arreglar algunas cosas – me quede observando cómo se ponía la pollera de colegiala y una musculosa blanca que marcaba sus hermosos pezones.
A llegar al patio agarré una reposera, me senté bien en el medio del patio al lado de una gran piscina – ponte de rodilla frente a mi – le ordené
Ella como una buena sumisa obedeció, mirando con su hermoso rostro de abajo hacia riba – abrí la boca y saca la lengua – cuando lo hizo saque mi celular y saque unas cuantas fotos para el recuerdo.
Cuando me canse de sacarle fotos le pregunte – quiero que me pases tu número de celular
Todavía de rodillas me paso su número, en ese momento la llame para que tenga mi número – quiero que me agende como, mi señor ¿entendido?
Si señor Julio, entendido – afirmo con su cabeza y me regalo una hermosa sonrisa, la muy puta estaba disfrutando la situación.
Ahora quiero que te vuelvas a tragar mi verga como la chupa pija que eres – me moría de ganas de probar su cuerpo virgen, pero era muy pronto aún.
Como una perra en celos llevo sus dos manos para desprender mi pantalón con gran velocidad y torpeza, cuando al fin logro sacar mi verga afuera le dio dos fuertes chupones a mi grande, y luego se lo trago asta tocar su garganta, aunque era muy inexperta le ponía muchas ganas.
A los pocos minutos mi verga estaba como una piedra, pero lo que mas me gustaba de la situación es que ella se había olvidado que estábamos en el medio de su patio, su único objetivo era tragarse mi verga como una puta en celos.
Mientras ella jugaba con mi verga le saque su musculosa, dejando sus tetas al descubierto, fui directo a sus pezones que estaban muy duros, se lo pellizque, pero no tan fuerte todavía no estaba acostumbrada al dolor, lo hice más de una vez, pero ella jamás de quejo siguió tragándose mi verga como si su vida dependiera de eso.
Cuando yo estaba apunto de acabar me puse de pie, agarre sus pelos, tirándola hacia atrás y descargando toda mi leche en su hermoso rostro y sus tetitas, al terminar le volvía a meter la verga en la boca para que me la limpie y se trague las ultimas gotitas de leche.
Mientras me prendía el pantalón miraba su rostro angelical bañado de leche – Quiero que te quedes así y no te muevas hasta que me valla.
Si señor, pero ¿puedo masturbarme? – mas que una pregunta estaba suplicando.
Ya te dije que hoy no podías, pero como seguís insistiendo ahora te lo prohíbo por cinco días.
Hizo puchero con su cara llena de leche – sí señor me aguantare.
– Ahora me voy, pero recuerda te tienes que reportar tres veces al día, mañana, tarde y noche, siempre con un video de whatsapp, si eres obediente, en cinco días tendrás tu premio.
– Me encanto obedecer mi señor, prometo hacer todo lo que me pidió asta el día de volvernos a encontrar.
Cuando termino de hablar me hacer que a su rostro y lo escupí, y sin decir una palabra me di vuelta y comencé a salir de la casa, mientas ella seguía semi desnuda, de rodilla en el medio de su patio, y bañada de mi leche.
Cuando di los primeros pasos fuera de su casa mi corazón latía muy fuerte, mi verga estaba dura como si no hubiese acabado por años y mi felicidad era absoluta. Pero lo que yo aun no sabia que ese era un pequeño paso del increíble futuro que me esperaba.
CONTINUARÁ…
Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…
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