Relato porno de incesto con mi hermana por noche buena

Hola espero estén pasando un buen rato, hoy he preparado una buena historia de incesto entre hermanos y espero la disfruten.

Solo para entrar en contexto mi hermana y yo tuvimos relaciones en nuestra adolescencia pero el relato porno que les cuento sucedió apenas la pasada noche buena.

Como dije antes en nuestra juventud disfrutamos de varios encuentros casuales dejados llevar por nuestras hormonas y lujuria, pero al crecer ambos estos encuentros fueron disminuyendo cada vez más y más.

En especial cuando ambos empezamos a tener nuestras propias parejas, recuerdo que la última vez fue justo en la noche previa a que ella se casara, ante mi insistencia logré convencerla de hacerlo una última vez y vaya que lo hicimos con mucho ímpetu creyendo que sería la última vez.

Ambos empezamos nuestras vidas adultas cada uno con su pareja, en mi caso no dure más de un año cuando mi relación termino con la que yo creía que sería mi esposa, Mi hermana a la que llamaré Lucy formo un buen matrimonio incluso tuvo una hija con su marido.

Así pasaron los años entre ella yo no hubo si no más algunos roces muy simples y esa complicidad de ambos cuando a la par recordábamos algún encuentro estando en alguna reunión.

Para la historia en cuestión yo tenía (30) y ella (25) se acercaba la noche buena y como era costumbre ambos iríamos a pasarlo en la casa de nuestros padres para después ir a una recepción con el resto de la familia.

No me llevó conducir a casa de mis padres más de una hora y apenas a unos metros del lugar para aparcar pude ver la van de Lucy y mi cuñado quienes de seguro ya tendrían algún tiempo de haber llegado.

Me estacioné y bajé del auto y justo la primera en salir a recibirme fue Lucy quien caminó hacia mi a toda prisa.

Se veía tan hermosa usando unos vaqueros ajustados y una playera echa a su corte que le permitía presumir su cintura y sus buenos senos que casi hace que se me pare solo de verla.

Me abrazó con mucha euforia ya que teníamos rato de no vernos y sin pensarlo la giré para que quedara ella entre mi cuerpo y mi auto y le apreté las nalgas mientras me permití besarle el cuello como a ella le gustaba.

Por su puesto me gané un buen rodillazo en mi estómago que me dejó algo sofocado.

—Que te pasa estúpido mi marido está apenas adentro y podria ver lo que haces—

Me dijo muy enfadada y tuve que disimular el dolor del golpe y caminar sonriendo a la casa.

Apenas estábamos entrando cuando de echo fue mi cuñado el que me recibió también con brazos abiertos y un fuerte apretón de manos, seguí con los saludos a mi padre, mi madre y mi sobrina quien me suele seguir mucho.

Tras unos emotivos saludos el resto de la tarde pasó sin más, pasaríamos una noche allí y al día siguiente saldríamos por la tarde al lugar más grande.

Asignaron las habitaciones, Lucy y mi cuñado se quedarían en la que fuera su antigua habitación junto con mi sobrina yo usaría mi antigua habitación y mis padres en la planta alta la de ellos.

Sin más cenamos y por la noche cada quien tomó rumbo, mi hermana y yo no tuvimos otro rato para estar a solas y solo charlamos en pláticas junto al resto.

Entré a mi habitación después de dar las buenas noches a todos y me acomodé en mi cama mirando un rato mi teléfono, casi pasada la media noche escuché el inconfundible rechinar de la cama de mi hermana, mismo ruido que solía hacer cuando ella y yo lo hacíamos sobre ella.

Tomé entonces un vaso para hacer el viejo truco de espiar por un delgado muro echo en su mayoría de panel y madera, claro se escuchaban los bufidos de mi cuñado y los gemidos de Lucy.

Estaba desesperado recordando los gestos que mi hermana hacía al sentir placer y el hipnótico rebote de sus senos al ser embestida con violencia, no pude más que sacarme mi miembro y jalarmelo mientras escuchaba sus ahogados gemidos hasta que terminaron y yo mismo me corrí sobre el piso.

Los ruidos cesaron y me acomodé para dormir muy complacido al igual que ella imaginé, sin embargo no tuve un sueño tranquilo ya que entre sueños solo podía imaginarla a ella desnuda mientras yo me la follaba a placer.

Tan vívido fue el sueño que desperté muy temprano con mi miembro duro y firme, salí a la cocina para prepararme un café mientras todos aún dormían, apenas estaba por darle un par de sorbos cuando Lucy entró con su pijama camisón corto que apenas cubría por debajo de sus muslos y dejaba ver sus pezones duritos.

Me miró algo asombrada:

—Hey no sabía que estabas ya despierto—

Una vez más sin pensarlo demasiado la tomé por la espalda y en un rápido movimiento me saqué mi verga y levanté su camisón para restregársela en sus desnudas nalgas mientras le apretaba con mis manos sus tetas.

—Espera mi hija ya está despierta puede vernos—

Me dijo Lucy pero esta vez no hacía por detenerme…

—Anoche no te molestó que te follaran estando ella en el mismo lugar—

Ella me miró sorprendida.

—Si los escuché anoche, y no gemías tan fuerte como lo hacías conmigo—

—Estaba muy dormida pero no lo está ahora, tienes que parar—

A pesar de que la deseaba con todas mis fuerzas no quería que mi sobrina viera algo así que la solté solo segundos antes de que la pequeña entrara a la cocina.

Me di la vuelta para esconder mi erección y Lucy se limitó a cargar a mi sobrina y alejarla de la cocina, de nuevo me tuve que conformar con una buena paja en mi habitación.

De nuevo el día paso sin mayor incidente hasta después de mi turno en la ducha, cuando de estando en la habitación me despojé de mi toalla y escuché que tocaban a la puerta.

—Soy yo, puedo pasar—

Le respondí que pasara a Lucy mientras me sacaba la toalla, al entrar y verme así cerró la puerta rápidamente.

—No puedes seguir con esto—

Por un rato me dio varios argumentos para que ella no volviera a tener sexo conmigo pero no podía dejar de verme mi miembro que se endureció con su sola presencia.

Le prometí que ya no intentaría nada y ella salió dejándome para que me cambiara.

Ya listos para partir yo solo vestía un pantalón y camisa de vestir pero ella llevaba un corto vestido y unas medias negras muy pegadas a sus piernas, complementando con unos tacones que al solo verla de nuevo sentí como se me ponía dura la cuestión.

Junto con mis padres ellos viajaron en la camioneta de mi cuñado mientras yo viajé solo en mi auto.

Cuarenta minutos después llegamos al lugar solo para darse cuenta que se habían olvidado de algunos regalos, Lucy y mi cuñado discutieron un poco sobre a quien se les había olvidado y sin más me ofrecí a volver por ellos.

Mi cuñado me agradeció y sin más me giré y subí a mi coche, apenas arranqué la marcha Lucy subió al lado de copiloto.

—Vamos son varios y será más rápido si te ayudo—

Sin más aceleré y conduje. De regreso a la casa me costaba mucho no ver las piernas de mi hermana y ese buen escote que se cargaba, aprovechando la transmisión manual bajé mi mano sobre sus piernas.

—Vamos dijiste que ya no harías nada—

—Aquí no hay nadie, ni tu esposo, ni tu hija y tampoco mis padres—

Respondí mientras insistía en meter mi mano más dentro de su entrepierna, sin embargo después de un par de forcejeos de su parte me detuve y retiré mi mano.

—Es más que solo eso, dijo ella enojada—

Entonces me saqué mi verga del pantalón y de nuevo puse ambas manos en el volante.

—Escucha está muy dura y me duele tenerla así en el pantalón—

Conduje así un par de minutos sin que mi verga perdiera su erección, lo contrario se mantenía firme.

—No sabes cuanto te odio—

Me dijo mi hermana segundos antes de inclinarse debajo de mis brazos y comenzando a chuparmela y meterla dentro de su boca, extrañaba como movía su lengua sobre mi falo y como lo apretaba con sus labios mientras lo metía cada ves más dentro hasta que le podía abrir su garganta con mi verga.

Justo un par de calles antes de llegar eyaculé dentro de su boca y ella lo tragó todo hasta la última gota.

—Verdad que extrañabas su sabor—

Ella solo sonrió de manera lasciva y bajó del auto sin decir nada, la seguí hasta la casa a toda prisa y una vez dentro comenzamos a besarnos y acariciar nuestros cuerpos. Bastó con que sacara sus brazos del vestido para que este cayera al piso sin resistencia alguna, al final la dejé solo con sus medias y sus sexys tacones.

Dejé un rastro de mi ropa camino a su habitación sin dejar de besarla, una ves dentro la arrojé sobre su cama y ella abrió sus piernas y me hizo un ademán con sus dedos invitándome a tomarla.

relato incesto con hermanaSin el cuidado más mínimo le clavé mi verga en su coño mojado y caliente, ella dejó escapar un grito de placer y comencé a embestirla de manera salvaje y muy rápido.

Lucy llenó la casa con sus gemidos y sus gritos mientras yo me aferré de sus tetas para penetrarla con fuerza jalando de sus pezones y apretando con fuerza sus tetas dejando mis dedos marcados en ellas.

Mi hermanita se corrió una y otra vez sobre mi verga haciendo temblar sus piernas y poniendo sus ojos en blanco hasta que terminé por correrme dentro de ella.

Saqué mi verga y un buen chorro de mi semen y sus jugos salieron expulsados del interior de su coño.

Mientras la dejo recuperar aire busco mi móvil y llamo a papá para avisarle que el coche tiene una falla pero que ya la reparé y ya casi estamos en camino.

Regreso donde ella que ya se incorpora frotando su vientre :

—Te viniste dentro—

—No sería la primera vez verdad—

—Tomaré la pastilla pero hay que volver ya—

Nos cambiamos recogimos los regalos y nos pusimos en marcha de nuevo.

—Esta no será la última vez, esto fue muy de carrera y te quiero follar como hace años— , le dije mientras conducía y ella se limitó a asentir con la cabeza.

—Ahora quiero que me la chupes de nuevo y que al llegar vayas a besar al idiota de tu marido con tu boca llena del sabor de mi verga—

No dijo nada, solo se inclinó y me la chupó de nuevo hasta que una vez más me corrí dentro de su boca y ella se lo comió todo. Entrando a la reunión yo cargaba con los regalos mientras veía como Lucy besaba a su marido de manera muy apasionada.

Espero que les guste este relato de incesto y como siempre gracias por leerlo.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato porno de incesto con mi hermana.

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