Relato porno de infidelidad cogiendo con el instructor del gimnasio

Su nombre es David, 45 años, 1.90, súper musculoso, desde que lo vi no pude evitar fantasear con él, pero siendo ya una mujer “casada” tenía que cumplir con la fidelidad lo más que se pudiera.

Yo no pasaba desapercibida para él, cada que me ponía a hacer sentadillas notaba como me miraba, su lengua saboreaba sus labios al verme trabajar los glúteos, eso me excitaba un poco.

Decidí hacerlo mi instructor, el facinerosamente aceptó, así que las dos horas que estaba en el gimnasio las pasaba muy cerca de él y él aprovechaba para tocarme disimuladamente o eso pensaba él ya que yo sentía toda su intención.

Relato porno de infidelidad cogiendo con el instructor del gimnasioCuando me ponía a hacer pesas, él estaba detrás, a veces me tomaba de la cintura fingiendo que me ayudaría, pero en realidad me arrimaba su verga, la cual se sentía enorme, eso me ponía caliente, pero de miradas coquetas no pasábamos.

Una tarde llegué a entrenar y solo estaba él y dos personas más que al verme se fueron a entrenar a la parte más lejana del lugar.

C: ¡Vaya, hoy no vino casi nadie!

D: Si, ¿que bueno no?

C: ¿Por qué?

D: Así estamos más tiempo a solas tu y yo.

Su respuesta me puso a temblar un poco, él con su hermosa sonrisa se acercó a mi, me dio unas mancuernillas y me puso a hacer sentadillas mientras él se sentó en la cama para hacer abdominales.

D: Eso nena, lo haces bien, por eso tienes un cuerpazo, dame otras 10

La verdad sus palabras me desconcertaron, pero al mismo tiempo generaban una excitación en mi.

D: ¡Vamos nena, te toca hacer pierna y glúteo!

Me subí sobre la cama para abdominales y me puse a cuatro patas, levantaba mis piernas para ejercitar mis glúteos, no se porque, pero eso me excitaba.

Ese día yo llevaba una calza amarilla, ombliguera blanca sin bracear y una tanga blanca de encaje que por el sudor ya se me marcaba, me estaba cansando, pero alguna rara excitación me dominaba, David me miraba las nalgas, ya no lo disimulaba y eso me ponía más caliente.

C: ¿Lo estoy haciendo bien?

D: Claro nena, te mueves, perdón, lo haces muy bien.

Me pidió acostarme para ejercitar abdomen levantando mis piernas, el muy hijo de puto se puso donde estaba mi cara, no pude evitar no mirar su cosa, se veía grande, erecta y el muy canijo casi me la restregaba en la cara cuando me agarraba las piernas para doblarlas hacia mi abdomen.

Creo que entendía su plan, el bastardo quería excitarme y cansarme, seguro que quería abusar de mi, yo siendo casada tenía que poner un alto, pero en lugar de eso en un acto de desenfreno y mientras me arrimaba su verga a mi cara, se la tomé con una mano y comencé a acariciarla con la otra.

D: Uhm, ¿que haces?

C: ¡Basta de juegos, esto es lo que buscas!

D: Vaya, pensé que tendría que hacer uso de mi habilidad, pero solita caíste

C: Cállate y vayamos al grano.

David sin pensarlo más se bajo el pants entallado que traía y su bóxer, una fenomenal, hermosa y grande verga salió de ahí, tenía unos 28 cm de largo y era gruesa, la verdad tenía mucho que no veía una delicia así.

Sin rodeos comencé a lamerla, mientras él subía mi ombliguera para dejar mis tetas al aire las cuales apretaba con fuerza.

D: ¡Cindy, que tetas más ricas tienes!

C: ¡Y tú tienes una verga de lujo, uhm!

Comenzó a bajarme mi calza y mi tanga, sus manos recorrían mis muslos hasta llegar a mis tetas mientras tanto yo tragaba la puntita de su verga que me sabía a gloria.

Mi boca devoraba su tronco hasta llegar a sus huevos los cuales me metía a mi boca, quería disfrutar ese exquisito manjar, mientras tanto David ya tenía su boca en mis labios vaginales improvisado un 69 fantástico.

Su lengua entraba y saboreaba mi clítoris, dos dedos acompañaban la acción mientras uno más rozaba mi ano, yo me ahogaba tragando su animal, la verdad mi deseo por él se estaba cumpliendo, su lengua era muy buena, me tenia toda mojada y lista para ser penetrada.

C: ¡ya métemela nene!

D: ¡Así amor, pídela ya!

C: ¡Cógeme, quiero tu verga dentro de mi!

Ambos nos desnudamos totalmente, yo continúe acostada mientras David me abría las piernas como compás para luego comenzar a meterme su dura verga.

C: ¡¡¡Ah!!! ¡¡Dios mío, uhm!!

D: ¡Que panocha más apretada y hermosa!

Apenas me cupo la mitad, él se movía fantástico, yo gemía y jadeaba mientras mis manos apretaban sus pectorales, el me mordía las tetas y me lamía el cuello, su verga se sentía tan rico que me mojaba en desenfreno.

C: Así, uhm que dura, la tienes muy rica, ¡ah!

D: ¡te deseaba desde hace tiempo, no sabes como soñé cogerte!

Cambiamos de pose, ahora él se acostó y yo lo cabalgaba, me movía tan sensualmente que lo tenía gimiendo y jadeando, me levantaba y dejaba caer en su dura y grande verga, él solo disfrutaba.

C: ¿Agh, te gusta papi?

D: Mucho nena, uhm, coges fenomenal, uhm!!

Lo cabalgaba desenfrenadamente, él me apretaba las tetas y se incorporaba para chupar mi pezón perforado, eso nos tenía locos a los dos.

Me puso de pie y me llevó hacia la barra ahí subí mis manos y el parado me la metía fuerte, apretaba mis nalgas y me sentía perforada, pero eso me tenía aún más en celo.

C: Así que rico, no pares, mas, ¡dame mas!

D: Si cariño, toma, toma esta verga, disfrútala, es tuya, cómetela, tómala toda.

Que rico estaba gozando, no me importaba ser infiel o considerada una puta, total como dicen en mi país, lo bailado nadie me lo iba a quitar.

Me puso en cuatro patas encima de la cama de abdominales ya hi me la metió con fiereza y al mismo tiempo me la dejaba ir suave, yo estaba gozando como nunca, hace tiempo que necesitaba una cogida así.

D: oh, nena, que nalgas mas ricas, uhm, estas buenísima, toma, toma mi verga bebe, tómala toda

C: Ah, si, que rico, no pares, David no pares, métemela, hazme tuya, ¡hazme tu puta!

Me tomó de los cabellos y arremetía con fuerza metiéndome su pene casi por completo, yo sudaba, babeaba y gritaba ante tal situación.

Sus manos fuertes apretaban mis nalgas y me empujan hacia él, no parábamos de gritar me había olvidado por completo donde estábamos, solo quería sentirlo dentro, sentir su semen en mi.

D: Me vengo hermosa, me voy a venir, agh, uf, ¡si!

C: Sácala ya amor, uhm, ¡lléname de ti!

Dándome de fuertes nalgadas me la metía mas rápido, sentí como se inflaba yo me movía sola quería sentirlo venirse junto conmigo, me tomó de los hombros y se aventó con fuerza generando mi orgasmo y justo cuando él se veía se la saco, ¡corrió hacia mi cara y me lleno de semen!

D: Toma nena, come mi leche, uhm, ¡¡ah!!

Yo estaba tan excitada que probé su rico néctar, tragándome todo su esperma y dándole placer a ese rico hombre.

Una vez terminado el show me fui a duchar y mientras pensaba en lo rico que la pase ahora debía inventar un pretexto por llegar tarde.

¡Con cariño, Cindy!


Imagen únicamente de carácter ilustrativo para este relato erótico…

 

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