Relato sexo con un chico de la universidad en unas competiciones

Después de que marchara Joaquín, conocí a muchos hombres, pero hoy voy a contarles este relato erótico, relato sexo con un chico de la universidad que conocí en unos juegos.

Puedes leer aquí mi primer relato de sexo con mi hermanastro.

Ese invierno sin ir más lejos, eran las competiciones deportivas invernales de las universidades, yo siempre había sido muy buena en patinaje artístico en hielo, y participaría. Iban a ir estudiantes de todo el país para participar.

En la cena de bienvenida mi amiga Silvia estaba como loca, sabía que se iba a poder revolcar con quien ella quisiera sin ningún tipo de compromiso, ya que a media universidad ya había follado, muchos ya pasaban de ella, la verdad es que últimamente se había descuidado un poco, eso, y que creo que se metía de todo.

Esa noche conocí a Roberto, el chico sin duda más guapo de todos, y él lo sabía, porque con ese cuerpazo atlético acompañado de una cara linda, era una combinación explosiva para cualquier chica, y la verdad que entre mis amigas y las otras chicas era evidente que estaban en celo por él.

Silvia, que era conocida como la guarrilla de la uni, se presentó ante Roberto y sin imaginarse ella que el se interesaría por mí, lo llevó a mi lado, yo al principio no estaba mucho por la labor, quería enfocarme a la competición, y olvidarme un poco de los chicos, pero Roberto comenzó a darme conversación, y hacer algún chiste tonto.

Roberto participaría en speedskating así que ya se pueden dar una idea del cuerpazo que estaba haciendo el tonto a mi lado. Era tarde y yo ya quería retirarme a casa para descansar, y estar bien para la inauguración, que sería al día siguiente y mi participación seria por la tarde, así que me ofrecí acompañarlo al polideportivo donde iban a dormir los chicos.

Al entrar el me tomó de la mano, y nos metimos en el cuarto de limpieza, y sin más empezó besarme, yo lo paré, pero él siguió, dando por hecho que yo quería algo con él.

Y la verdad es que casi me calienta, con esos brazos y esas piernas. Pero alguien quiso abrir la puerta, así que paramos, y cuando creímos oportuno salimos, sin que nadie nos viera en la penumbra. Casi salí corriendo, mientras él decía algo, no sé lo que, yo solo quería salir de ese lugar.

Al día siguiente en la inauguración Silvia me reprochó que ella quería con Roberto, yo le fui sincera, que a mí también me gustaba pero que a mí me daba igual él, yo estaba ahí para participar.

Cuando terminó la inauguración, yo me disponía a ir a comer algo, en eso escuché la voz de Roberto, una sonrisa salió de mis labios…

– Voy a comer, ¿vienes?

– Sí, claro.

Nos fuimos comer a un lugar cercano, pero muy tranquilo, estuvimos hablando de todo, de su ciudad, de su universidad.

Me dejó de parecer un chico superficial, tenía cerebro y corazón, algo que a mí me fulmina, todo iba bien, hasta que sacó el tema sobre la noche anterior, yo le gustaba y él quería follarme, así de directo. Le fui dando largas, hasta que se acercó la hora en la que yo tendría que ir a prepararme para mi participación.

Quedamos en vernos después, pero para mi mala suerte, mi madre fue a recogerme, el solo me dijo adiós de lejos, y vi claramente como Silvia se le acercaba muy cariñosa.

Esa noche pensé que no dormiría, pensando en que el estaría con ella. Pero no fue así, caí rendida de tanto jaleo de un lado para otro.

Por la mañana mi madre me llevó a las competiciones, y ahí estaba de nuevo Silvia con Roberto, pasándole la mano por la espalda, esa noche algo había pasado entre ellos. Yo me desanimé, y me fui directa a los vestuarios.

Silvia pronto me siguió, y comenzó a darme detalles de todo, le dejé claro, que parara, si ya lo tenía que se lo quedara, y se burló de mi…

– Eres tonta y boba, en lugar de pelear por lo que quieres

– Yo no soy tu

– Ya, por eso siempre te van a quitar lo que quieres

Sin decirle nada me salí, fuera estaba Roberto, que salió detrás mío, mientras Silvia le llamaba.

– A dónde vas ( me decía Roberto)

– Quiero estar sola, tu quedate con tu ligue

– De que hablas

– Ya te acostaste con ella ¿no?

Se comenzó a reír, y decirme que eso no era cierto, que después de que yo me fuera él también se había marchado, ella quería salir pero el pasó de ella.

Me quedé más tranquila y lo acompañé a su participación.

Me senté en primera fila para verle, cuando vi a un chico salir con su traje haciendo de segunda piel, una espalda fuerte, unas nalgas paraditas, y unas piernas duritas duritas casi me da algo, ese portento de chico, que seria cuando fuera más hombre, la locura de las chicas seguro.

Se preparo, y salieron, verle tan concentrado y entregado a lo que le gustaba me hizo erizar la piel, llegó en primer lugar, yo aplaudía como loca, bueno yo y el resto de mujeres, jejeje.

Cuando terminaron las competiciones estaba yo esperándole afuera, llevaba un chándal y la sudadera de su universidad, se veía muy sexi, nos fuimos caminando de nuevo al polideportivo, él iba blablabla de su participación, estaba muy excitado de todo, y feliz, y eso me ponía a mí también feliz. De nuevo me tomó de la mano, y se acercó a mi oído

– Esta vez no te me escapas pequeña…

Relato sexo con un chico de la universidad

Nos fuimos directamente al cuarto de limpieza, se me acercó y me tomó de la cintura, para pegarme a su cuerpo, y yo me dejé, sus manos recorrían mi espalda, tomó mi cara y me besó, cada vez más fuerte, mas lleno de pasión.

Me tomó entre los brazos y me sentó en un barril, me quito los jeans, abrió mis piernas y me besó sobre las bragas

– Que rico hueles

Relato sexo con un chico de la universidadMe llené de vergüenza y quise que parara, pero él no me dejó, me fue quitando las braguitas y me dio una primera lambetada, su lengua estaba caliente, jugosa, mis piernas me temblaban, entre el frio lugar y el éxtasis.

Lamió toda mi vulva a conciencia, me recorrió completa, metió su lengua en mi vagina, jugó con ella dentro, mientras yo por momentos dejaba de respirar, luego se centró en mi clítoris, casi me corro. Siguió jugando con sus dedos dentro de mí, mientras me besaba en la boca, mi cuerpo comenzó a moverse, pidiendo más, yo quería que me metiera su polla dentro, que se notaba bien, bajo su chándal, era un paquete grande y erecto.

-Venga córrete para mi

-No quieres follarme

– Quiero ver cómo te corres, venga!

Verlo tan excitado y pidiéndome que me corriera, fue casi al instante, sus dedos entraban y salían de mi coño, estaba muy mojada, mi pelvis se movía convulsionándose, comencé a gemir, hasta que me corrí, el fue bajando los movimientos, hasta que paró, se agachó, y comenzó a lamerme, y beber mis jugos.

– Que rica estas chica mmm

– Para!

– Si ya voy a parar cuando dejes de darme tus jugos.

Y ahora que iba a pasar, yo me corrí, pero él seguía con la polla durísima

– ¿Quieres una mamada?

– ¿Tú qué crees?

Así que él se subió en la tanque sobre el que estaba yo, y se bajó el chándal y los bóxer, cuando vi el pedazo de polla, pensé… que pena no tenerla dentro, la tomé entre mis manos, mientras él se acomodaba bien, me acerqué y la llevé directamente a mi boca.

Estaba saladita, empecé a saborearla con mi lengua, luego la metí a mi boca y empecé a succionarla, imaginándome lo rico que seria tenerla entre mis piernas y hasta el fondo, él estaba fuera de este mundo.

Me tomó la cabeza entre sus manos y me fue llevando a su ritmo, cuando estaba a punto de correrse me sacó la polla, y se corrió en mi cara, llenándome los parpados, las mejillas y los labios de su leche caliente y espesa. Menos mal que había un lavamanos en ese cuartucho. Me lavé y salimos, me abrazó y nos despedimos.

Las siguientes tardes salimos con algunos de sus compañeros a tomar algo, y es que deberíamos estar bien, si queríamos seguir compitiendo. Yo solo llegué a semifinales, una mala caída me bajó puntos y adiós torneo. Él llegó hasta la final, y batiendo algún record del torneo. Era una pena que se fueran a terminar.

Salimos a desayunar temprano, y cuando terminamos lo llevé a mi casa. Como no había nadie en casa, teníamos que despedirnos. Íbamos a mi habitación pero el me jaló…

– ¿Dónde está la habitación de tus padres?

Le sonreí y lo llevé, será algo rápido antes de que extrañen mi presencia en el poli, yo también quería que fuera algo rápido, por miedo a que fuera llegar mi madre.

Nos quitamos la ropa rápido, él me miraba fijamente

– Eres un ángel, tienes un cuerpo perfecto

– Tu eres más bien un demonio (sonreí)

Su polla empezó a ponerse erecta, me abrazó para besarme, su polla ya estaba dura apretándose a mi pubis, me cargó con mis piernas rodeando su cintura, su polla tocando suavemente la entrada a mi coño.

Me posó sobre la cama de mi madre, para luego con su polla entrar fuertemente dentro de mí.

Ya estaba mojada así que fue una delicia, la metió tanto que casi me dolió, entraba y salía tan rico, su cara era una delicia para mis sentidos, chupaba mis tetas, jugaba con mis pezones mordisqueando, mientras yo pasaba mis manos por sus nalgas duras…

Mi cuerpo quería más, mi pelvis se agitaba pidiendo más, se separó de mi y se puso el preservativo, abrió mis piernas con las suyas, yo quería sentirle de nuevo dentro y hasta el fondo, hasta que me corrí.

Él se tardó un poco más, que hizo que me corriera de nuevo y el junto conmigo, fue muy rico verlo gozar. Nos quedamos unos minutos abrazados, hasta que nos repusimos, y salimos rumbo al polideportivo, nos despedimos, y dejamos todo en un hasta la siguiente.

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