Un relato de sexo duro con una madura comercial de Telcel

Me llamo Gerardo y tengo 22 años, lo que les contaré sucedió hace poco más de tres semanas, es una historia caliente de sexo duro con una madura. Una mañana muy temprana mientras hacía de almorzar escuché que tocaron el timbre de la casa. Al salir eran dos mujeres con chalecos de Telcel, no era la primera vez que se presentaban con la intención de venderme algo o así.

Lo que me llamó mucho la atención fue una de esas mujeres, una señora con toda la palabra milf tatuada en la frente, con decir que las atendí algo que jamás hacía.

Al salir no pude dejar de verla fijamente y ella lo notó ya que comenzó a sonreír de nervios o pena que se yo. A pesar de que la otra persona comenzó a decirme algo sobre beneficios y cosas así no puse nada de atención por ver a esta linda mujer.

Cuando ella comenzó a hablar en cambio tenía toda mi atención, no mentiré casi me convence de comprarle lo que fuera, al final la insistencia fue muy poca ante mis negativas, pero sé que en ese momento algo había sido encendido. Durante ese día me la pasé al pendiente por si volvía a pasar, pero nada.

Conociendo a una madura comercial de Telcel

Fue así durante casi 5 días hasta que una tarde la volví a ver, no cerca de mi casa sino por el lugar donde acudo al gimnasio.

Al verme me reconoció rápidamente y comenzamos a hablar como si nos conociéramos de mucho tiempo, “como estás”, “cómo va la venta”, etc., etc., etc…

Fueron yo creo unos 15 o 20 minutos de plática sin poner atención a otras cosas, al final de la plática me comentó que ya se tenía que ir porque estaba a punto de salir. Le pregunté su número el cual ella me pasó inmediatamente, fue ahí cuando me di cuenta de que ni siquiera nos habíamos presentado.

Ella se llama Brenda, o al menos eso me dijo. A la mañana siguiente decidí mandarle un mensaje para desearle buenos días. Ella no tardó ni dos minutos en contestar con el mismo deseo.

Comenzamos a platicar sobre cosas personales, fue ahí cuando comenzé a conocerla. Ella tiene 38 años y según ella está felizmente casada desde hace 16. Tiene dos hijos, uno de 14 y una niña de 9 años.

En cierto momento me preguntó que si estaba en mi casa lo cual fue un poco raro, le dije que sí y me respondió diciendo que era posible que vinieran a esta ruta en un par de horas. Le comenté que si venía debía pasar a saludar cosa que aceptó inmediatamente.

Un par de horas después y como había dicho me mandó un mensaje diciéndome que estaba en la esquina de mi casa. Le comenté que podía venir y entrar lo cual ella se negó ya que decía que era raro si entraba así nada más. Salí para recibirla y ella con el pretexto de venderme algo se acercó y entró a la cochera.

En mi casa el portón es de los que tapan la vista hacia adentro así que nadie la vería. Ya adentro se acercó a mí y me saludó de beso y yo le respondí el saludo y después nos sentamos a platicar como viejos conocidos.

Pronto comenzó a contarme cosas de su vida privada, inclusive admitió que su vida de casada quizá no era la mejor, en ese momento entendí que lo que ella buscaba era un revolcón sin compromiso a lo cual yo jamás me negaría.

Después de unos 10 minutos le ofrecí un vaso con agua y ella aceptó, “pasa si quieres” le dije yo, y ella ni lo pensó. Se levantó y entró a la casa.

Primer encuentro sexual con una rica madura

Justo después de poner un pie adentro fue como si se desatara y olvidara todo. Se acercó a mí y comenzó a besarme salvajemente, tanto que me empujó contra la pared, se me repegó toda y comenzó a tocarme con ambas manos. Fue muy excitante la situación que se estaba dando.

Poco después de besarnos la tomé de las nalgas las cuales eran enormes y bastante duras, no era raro para alguien de su campo laboral. Al tocarla se excitó tanto que comenzó a sobar mi verga sobre mi short. Esta estaba ya algo dura y eso le gustó mucho, fueron unos 15 minutos de faje del bueno. Después de eso la cargué con sus piernas rodeándome y la llevé hasta el sillón, la recosté y comencé a besarla de arriba abajo. Eso la estaba excitando mucho… y a mí también al estar teniendo sexo con una madura.

Sola se quitó el chaleco y la blusa dejando salir un par de tetas enormes y redondas, si bien está algo llenita la verdad es que fácil podría ser un 8 de 10. Comenzó a morder su brasiere mientras con mi mano derecha apretaba su panocha. Ella gemía ligeramente, me levanté y ella se sentó para bajarme el short y dejar salir a mi verga la cual para ese momento ya estaba goteando lubricante del bueno.

Sin pensarlo comenzó a chupármela violentamente, era sexo oral al más puro estilo hardcore. Podía ver como mis 17cm se le iban hasta la garganta, la saliva escurriendo de la punta de mi verga hasta su boca era la evidencia de esa increíble mamada que me estaba dando.

Después se levantó y se quitó el pantalón, debajo traía una tanga color negra, la recosté y abrí sus piernas, hice a un lado ese hilo delgado y sin pensar en nada más comenzé a chuparle toda la panocha, su clítoris dentro de mis labios mientras gemía como loca, si bien no era lo más higiénico, que me importaba en ese momento!. Solo quería seguir pasando mi lengua por todo lo ancho de su vagina, mientras chupaba su clítoris comenzé a meterle tres dedos de mi mano derecha, eso la prendió aún más.

Gemía salvajemente con cada metida hasta que se corrió toda en mi cara, me empapó con su chorro mientras me tomaba del cabello violentamente. Después de eso quedó rendida pero para nada estaba cerca de terminar, me levanté y rápido me puse el condón, me acomodé entre sus piernas y con un poco de su eyaculación lubriqué mi verga, la puse en la entrada de su panocha y se la enterré toda hasta el fondo. Soltó un grito de dolor combinado con placer.

Disfrutando de sexo duro con una madura muy cachonda

sexo duro con una maduraEn ese momento sola se acomodó y puso sus piernas alrededor de mis nalgas para jalarme contra ella y penetrarla toda, comencé a cogerla como quizá nadie lo había hecho. Después la puse en cuatro y de nuevo la penetré salvajemente, le jalaba el pelo y le daba nalgadas, le mordía la espalda y le arañaba las nalgas.

Ella estaba fascinada con la cogida que le estaba dando, tanto que comencé a sentir como un gran chorro de semen recorría todo el largo de mi verga, se la saqué y la hinqué frente a mí, me quité el condón para un segundo después correrme en su cara. Ni lo pensó y abrió la boca para tragárselos todos pero era imposible controlar el chorro que le dejé ir, le quedó en toda la cara, en el cabello y hasta en sus enormes senos y pezones negros.

Desde ese maravilloso día sus visitas han sido en varias ocasiones, 8 veces en casi un mes para ser exactos. Lamentablemente aún no logro que me deje cogerla por el culo, pero estoy en eso. Yo sé que cederá ya que, desde sus palabras, coger conmigo es lo mejor que le ha pasado en los últimos años de casada. No sé si sea verdad o solo lo diga para hacerme sentir bien pero que me importa mientras sigamos con esta linda rutina todo va bien.

Hace tres días fue la última vez que cogimos, me comentó que su amiga le preguntó que porqué últimamente quería venir tanto a esta ruta a lo que ella le contestó que había conocido a alguien pero que no podía decir nada. Su amiga le dijo que no diría nada pero que, si podía conocerme también. Ella me lo dijo algo apenada ya que creyó que me molestaría o algo así, le dije que para nada y gracias a eso quizá en los próximos días pueda vivir mi primer trio sexual.


Relato anónimo enviado por Gerardo17
Imágen de caracter ilustrativo nada más para el relato sexo duro con una madura comercial de Telcel

 

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