Relato porno de la tía que me dio mi primera vez

Yo tenía quince años, y estaba de vacaciones en casa de mis tíos, en una ciudad distinta a la mía. Me habían invitado a su casa, para hacerle compañía a mi tía, una bella mujer de unos 34 años, ya que mi tío por razones de trabajo se tenía que ausentar por varios días. Por cierto mis tíos nunca tuvieron hijos.

Yo conocí a mi tía desde que era pequeño, y siempre me llamo la atención su manera de vestir. Vestía escotado ya que le gustaba mostrar sus grandes senos, siempre vistió de falda o vestido, mostrando sus hermosas piernas torneadas y acentuadas por unas nalgas de ensueño, no era muy alta, pero siempre usaba tacones, así que no se notaba su estatura.

En los primeros días, todo transcurrió en forma normal: baño, desayuno, comida, cena y ver la tv por la noche, y después cada quien a su cuarto.
Pero al cuarto día, me dijo que iríamos a una fiesta con sus amigas, así que tenía que acompañarla, fuimos a la fiesta y mi tía se tomó unas copas, termino la fiesta, nos despedimos y salimos, llegando a casa al poco rato.

Se sentó en la sala, y me dijo, que quizá por las copas se sentía un poco mareada y con problemas de estómago, le ofrecí un analgésico, pero se negó, termino por recostarse y me pidió que me sentara a su lado, lo cual hice, al poco se quedó dormida, y yo junto a ella viendo tv, de momento comenzó a temblar de frio, así que fui por un cobertor, la tape y me fui a mi cuarto.

Me acosté a dormir, pero al poco rato oí ruidos, me desperté del todo, prendí la luz y ahí en la puerta de mi cuarto estaba mi tía, temblando, me levante y me acerque, le pregunte que le pasaba, y con cierto aliento alcohólico, me dijo que tenía frio, que si podía dormir conmigo, yo accedí, y al yo acomodar el cobertor, ella se comenzó a desvestir, quedando solo en bra y panty, que portento de mujer, solo verla hizo que mi verga se pusiera erecta, se metió entre las cobijas y se tapó, yo hice los mismo.

Pero ella seguía temblando, así que procedí a abrazarla, pero sin repegarla por aquello de mi verga erguida, mas sin embargo ella si me abrazo y me dijo que era la mejor forma de quitarse el frio, después se dio la vuelta, apretó contra mi sus hermosas nalgas y me dijo que la abrazara, lo cual hice, y en ese momento me di cuenta que se había despojado de su bra y de panty, ¡estaba totalmente desnuda!

Mi polla no lo podía creer, y yo tampoco, tenía unas nalgas duras, duras y repegadas a mí, mis brazos rodearon su cintura, mas ella procedió a subirlas y ponerlas en sus tetas, una en cada mano, belleza de tetas, duras y turgentes, con un pezón pequeño, ella se empezó a quedar dormida, y en ese momento me libre de la truza que oprimía mi polla, y ya libre procedí con cierta cautela a ponerla entre sus nalgas, era la primera vez que tenía una mujer desnuda ante mí y conmigo.

relato porno con mi tia en mi primera vezNo sé, si dormida o medio despierta, al sentir mi polla entre sus nalgas, comenzó a mover la cintura de arriba abajo y a apretarme las manos sobre sus tetas, a lo cual yo fascinado las acariciaba, después se dio vuelta, quedo boca arriba e hizo a un lado las cobijas, y lo que vi fue una maravilla de cuerpo de mujer, me acerque lentamente y la abrace y solo gimió, así que mi boca comenzó a comerse ese hermoso par de melones que tenía por tetas y a chupetear sus pezones, pensé que dormía, pero oh que sorpresa cuando la escuche que me decía, no muerdas fuerte, chúpalas como si fueran un dulce, y al mismo tiempo llevo una de mis manos a recorrer su concha, quizá no lo estaba haciendo bien, ya que ella más de una vez me corregía el estilo, y lo hacía al ritmo que ella marcaba, y la oía gemir y gemir.

Tardamos un rato en esa relación, hasta que empezó a gemir fuerte y a gritar y luego sentí un líquido caliente que mojaba mi mano, arqueo su cuerpo y grito más fuerte, y lo que escuche en ese momento, jamás lo podre olvidar, grito ¡Cógeme! ¡Métemela ya!, sentí como sus manos llevaron mi polla hacia su vagina, abrió y arqueo las piernas y me pidió penetrarla con gran fuerza, a lo cual yo accedí por puro instinto, y comenzó un mete y saca de polla en su vagina, y no dejaba de gritar, ¡qué gran verga tienes hijo mío! ¡No dejes de meterla! ¡Vuelve a sacarme la leche!

Y en ese ritmo llego un momento en que estuve a punto de terminar, así que ella aflojo un poco el paso, y me pidió que esperara un poco más, que no había prisa en que yo terminara, y de verdad que hice un gran esfuerzo, pero lo logre, y al poco mi tía volvió al vaivén, ahora con las piernas en mis hombros, yo ya no podía más, era mucho para mí al admirar su concha peluda recibiendo mi verga.

Por fin, ya no pude más así que me estremecí y comencé a chorrear dentro de mi tía mi primer semen dentro de una mujer, pero ella también me acompaño, se arqueo, gimió y grito ¡soy tu puta!

Y sentí nuevamente el calor de su leche mojándome la verga. Quede sin fuerzas al lado de ella, así que procedió a levantar las cobijas, nos tapó, me abrazo recargando mi cabeza entre sus tetas, y nos quedamos dormidos.

Así fue mi primera vez, y si vieran que rico nos la pasamos, a diario y a cada rato, además de que me enseño muchas de las cosas que le gustan a las mujeres, pero eso, será parte de otros relatos más adelante.

Por cierto, mi tío tardó en regresar tres semanas.


Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…

 

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