Relato de una cogida que me dio un panzón rockero en la fiesta de mi primo

Paul era en aquel entonces un joven rockero, bien dark, cabello largo, obeso, uñas pintadas de negro y ropa oscura, lo conocí porque el es amigo de mi primo y en fiestas familiares siempre lo llevaba, yo llegué a pensar que eran gay, pero cuando este sujeto les aventaba la onda a mis primas ya mi me di cuenta que no.

Todos los años mi primo organiza una fiesta donde van todos sus amigos darks, esa ocasión me invitó a mi y como yo no tenía nada que hacer acepté.

Me maquillé de negro, una blusa de cuero escotado, una minifalda negra de cuero, mis medias de red y unas botas negras usé para la ocasión.

Al llegar había muchos con camisetas de metallica, chicas con ropa oscura, todos fumando y tomando, no me costó trabajo aclimatarme, estaba con mi primo y su novia, platicando y fumando cuando llegó Paul.

P: Hola Cindy, te ves muy bien de negro.

C: ¡Gracias, jajá!

Paul sin ser invitado a la plática se unió, jalo una silla y comenzó a platicar, admito que su presencia me callo un poco pero después de razonar en mi interior decidí seguir en la fiesta ya que por él no me iba a cohibir.

Comenzamos a bailar canciones del Tri o cantar música de metallica, ramones o Korn, la verdad hasta canciones de pxndx, estaba muy bien el ambiente.

Ya mas noche solo seguíamos cantando y bailando Paul y yo, la verdad yo ya estaba un poco tomada y debo de admitir que con alcohol ando aflojando la nalga muy fácil.

P: Oye, vamos arriba fumemos un cigarro de verde.

C: ¡¡Uhm!! ¡No lo sé, casi no le hago eso!

P: Vamos te gustara.

Decidí subir con el ala terraza de la casa de mi primo, la verdad todos ya estaban ebrios y nadie se percató que desaparecimos, obvio el me mandó subir primero para verme las piernas y algo más mientras subía, yo permití que se diera un taco, incluso hasta me levante un poco la falda para enseñarle mi tanga.

Llegamos a la terraza y sacó un cigarro de la verde y lo comenzamos a fumar, risas y chistes dominaban, pero en un momento mientras yo fumaba sentí sus manos en mi abdomen y su panza en mi espalda.

C: ¿Que pasa?

P: Pinche vieja, estás buenísima

C: ¡Ya tan rápido te hizo efecto jajá!

P: Jajá, no necesito esa madre para decirte lo sabrosa que estas, con esa falda te ves riquísima y tus piernas están de campeonato.

La verdad en otra ocasión lo hubiera bateado, pero con el alcohol y el cigarro prohibido decidí coquetearle un poco.

C: ¿Así que te gusto?

P: ¡Desde que te conocí!

C: ¡Y qué piensas de mí!

P: Que eres un culazo de mujer, tienes una cara de caliente espectacular, unas tetas sabrosísimas y unas patas para tenerlas en el cuello.

C: ¿Jajá, ya te viniste solo de decir eso verdad? Jajá

Más tarde en darle otra fumada al cigarro cuando Paul me tomó con fuerza y me comenzó a besar el cuello, yo traté de empujarlo, pero él es más grande que yo y fuerte, además de que él estaba muy decidido a tomarme.

C: ¿Que haces cabrón?

P: ¡¡Chiquita como te deseo!!

Me llevó contra una barda que servía como tendedero, ahí subió mi blusa junto con mi brasear y se lanzó a besarme las tetas, no solo las besas, lamia, mordía con desesperación.

C: ¡¡Paul detente!! Basta, vámonos para abajo

P: ¡¡Cindy!! ¡¡Que ricas tetas tienes!!

Su lengua saboreaba una y otra vez mis pezones los cuales se endurecen al sentir su rasposa lengua, con su mano derecha me acariciaba mi concha por encima de mis medias y tanga.

C: Ya párale, uhm, ¡¡ah!!

P: ¿Quieres que me detenga? Tus gemidos me dicen lo contrario.

Bajo besándome el abdomen, subió mi falda hasta la cintura y rompió mis medias, hizo a un lado mi tanga y comenzó a lamerme la concha, saboreando cada gota de sudor y fluido que ella emanaba.

relato cogida panzón rockeroNo pude negar mas el placer que sentía, Paul estaba dándome un rico sexo oral en la terraza del cuarto de mi primo, su lengua entraba con fuerza, mi clítoris era succionado, mordido y aplastado con fiereza, los gemidos que salían de mi boca eran de placer autentico.

P: ¡¡Que rica panochita, uhm!!

C: Ah, dios mío, ¡¡ah!!

Paul se levanto y me bajó las medias hasta las rodillas, volvió a agacharse solo para apretarlas y lamerlas, mis piernas le encantaban demasiado, después de saborearlas se bajó el pantalón y su bóxer, su verga estaba parada, no era muy grande y además era muy peluda.

C: ¡Ya calmante vámonos!

P: He esperado por años por esto.

Me bajó la tanga me subió una pierna y haciendo su panza aun lado empezó a meterme su verga, yo me quede quieta abriendo la boca, aunque estaba húmeda mi vagina se lastimaba por la cantidad de vello púbico de Paul.

Poco a poco su verga entró dentro de mi, Paul empezó a moverse, sentí lo duro que estaba y aunque no era dotado la verdad me tenía gimiendo rico.

P: Cindy, uhm, que rico, ¡¡ah!!

C: Ah, uhm, dios, ¡¡ah!!

No puedo negar que la estaba disfrutando bien, estar en la terraza de mi primo con las medias rotas y siendo cogida por un panzón rockero no era lo que esperaba, pero la verdad me encantaba.

Paul me empujaba rico, me besaba el cuello, las tetas, se movía bien. Con lo enorme que era me tomó de las nalgas y me cargo, dejándome caer con fuerza en el.

C: Ah, que rico, ¡¡uhm!!

P: ¡¡Eso nena, disfruta mi verga!!

Por la excitación comencé a besarlo salvajemente, nuestras lenguas se enredaban como serpientes, me tragaba su saliva y él la mía, mis gemidos eran fuertes, pero al parecer nadie me escuchaba.

Paul me bajo y me volteo con fuerza, me apoye de los barrotes de la terraza y me empine, sobo mis nalgas y las beso antes de meterme la verga.

P: Qué ricas nalgas tienes amor, uhm, duras y redonditas, ¡uhm!

C: ¡¡Aprovéchalas, uhm!!

Paul abrió mis nalgas y el muy hijo de puta comenzó a penetrarme el culo!!!

C: ¡¡Que haces, ay, uhm!!

P: Tú dijiste, uhm, ¡tengo que aprovechar!

C: ¡¡Pero mi culo no!!

P: Lo siento, uhm, ¡¡tómala!!

Comenzó a penetrarme suave, su verga se hacía paso en mi culo, me dolía por sus bellos púbicos, comenzó a embestirme rápido y golpeándome las nalgas, jalando mi cabello y dejando caer su saliva en mi.

P: Ah, que rico, uhmm, ¡que rico!

C: Ah, me duele, basta, ¡ah!

Paul se acomodo como si se agachaba y su pene entro mas a mi culo, me dolía, pero también sentía un placer enorme.

C: Que rico, ah, mas, dame mas, ah, si no pares, ¡¡uhm!!

P: Toma putita, toma toda mi verga, uh, no sabes cuanto soñé destrozarte tu culo.

Yo solita empecé a moverme a disfrutar de ese sexo de ocasión, Paul gemía y gritaba al sentir mis movimientos en círculos y mis empujones a el.

C: ¿Te gusta? ¿¿Estas gozando??

P: pero por supuesto, uhm, ah, coges riquísimo, eres la mejor, tu culo aprieta fantástico, uhm, me vas hacer venir mi amor.

Ambos nos movíamos fuerte y sabroso, mi culo sentía fenomenal su verga en él, yo babeaba gritaba y disfrutaba ser cogida analmente.

Paul me dio unos golpes en las costillas, estaba desatado parecía poseído por un demonio sexual, fue entonces que comenzó a venirme, la sensación de su semen caliente me excito tanto que yo también me vine teniendo un fantástico orgasmo.

P: Dios, toma mi semen, ah, rico, ¡¡ah!!

C: Si, uhm, dámela, uhm, ¡¡dame tu leche!!

Paul me la saco y unas cuantas gotas escurren de él, las tome con mis dedos y los chupe, nos besamos apasionadamente y nos vestimos.

Me tuve que quitar las medias ya que estaban rotas, Paul me pidió mi tanga como regalo, la verdad se la di para que jamás olvidará cómo me cogió en la terraza.

Regresamos a la fiesta a seguir tomando y cantando, nos mirábamos coquetos, Paul seguía fumando y así seguimos hasta el amanecer, cuando nos despedimos me dio un abrazo y me dijo que jamás olvidaría cómo me cogió y que no lavaría mi tanga para masturbarse pensando en esa noche.

Con cariño, Cindy.


Imagen únicamente de carácter ilustrativo para este relato erótico…

 

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