Relato Gay: Me cogieron un amigo y sus compinches y me convertí en puta

Aquel día salí de la enésima entrevista de trabajo a la que había acudido esa semana y no pude evitar llorar, momentos antes me había dicho el gerente de recursos humanos que en la empresa no contratan jotos. Yo no soy eso le contesté. Pues afeminados o como te quieras llamar me dijo.

Me quedé atónita… ya me habían dicho antes que se me notaba “lo joto” pero nunca quise creerlo. Y en ese momento me sentí abrumada, yo realmente pensaba que podía ocultar lo que sentía por dentro, mis ganas de probar dos o tres pollas a la vez.

Mi constante deseo de ser cojido por varios machos hasta sentir como sale mi semen disparado sin tocar mi maxiclitoris en que se convirtió lo que solía ser un pene.

Me retiré sin decir más, aguantándome las ganas de llorar en un vano intento de irme con dignidad. Después de caminar por las calles de Monterrey me introduje en un callejón y me arrodillé.

Me puse a llorar, preguntándome como pude haber llegado hasta ahí. Mil pensamientos me llegaron mientras lloraba como vieja y comencé a recordar…

Parte I

Todo comenzó hace 5 años, fue una tarde de verano típica en Torreón, Coah. Estábamos esperando a que dieran las 5 para irnos a tomar, Alfredo se acercó a mi cubículo y me dijo si iba a ir.

Si, le dije. Me contestó: pues si gustas irte conmigo la verdad no voy a tomar mucho por aquello de la antialcohólica, además la verdad estoy tratando de dejar el alcohol. Bueno, gracias, le dije, pero y mi carro? Me respondió: Si gustas el lunes paso por ti, ya vez que no tengo que desviarme mucho.

Era verdad, en su ruta en el coche no tenía que desviarse mucho para pasar a dejarme. Está bien, gracias we. Le dije.

Asi que como en ese momento era prácticamente la hora de salir apagamos nuestras computadoras y salimos. Nos fuimos todos a la casa de un amigo, éramos 7 compañeros de trabajo que solíamos tomar la tarde de los viernes cada uno o dos meses para desestresarnos, tomar unas cervezas y platicar de pendejadas y cosas del trabajo.

Yo solía ser quien se desahogaba más y platicaba mal del cabrón que no fuera a la reunión en turno. Ya que en total éramos 13 quienes nos reuníamos pero no siempre acudíamos todos.

Me pareció raro ver que se tocaba su pene mientras manejaba hacia la casa donde nos juntaríamos esa ocasión, si bien es cierto que era conocido por tocarse su pene algo más frecuentemente que el resto de nosotros (yo no solía hacerlo en absoluto) y siempre me pareció algo digno de ridiculizar en los hombres.

Total que por un momento vi de reojo que tenía una erección y se seguía tocando, pero no le dije nada aunque por dentro me causó gracia.

Pasamos por nuestra respectiva cerveza, como no saque mi hielera de mi auto la puse en la de él y cupo bien pues no compró mucha para él. Luego seguimos a nuestro destino y entró una llamada, alcancé a escuchar que le preguntó un compañero de trabajo que si estaba listo “aquello” y el respondió que sí.

Aquí andamos y ya casi está listo, nos vemos en la noche. En su momento casi olvido aquel suceso, pero despues supe que estaban hablando de mí y yo pensé que estaban hablando de trabajo.

Conforme llegamos al lugar de la reunión noté que se dejó de agarrar su pene, mientras platicábamos de cosas triviales. Ya en la reunión nos pusimos a tomar y nunca faltaban los típicos machitos que se adueñaban del asador.

Me encantaba aquello, siempre eran los mismos dos o tres que asaban la carne y sin importar quien lo hiciera siempre hacían una muy buena labor. Asi que mientras ellos hacían aquello platicábamos todos en grupo y por momento algunos platicábamos por separado en grupos de dos o tres.

Alfredo me decía que tomara con confianza, pues traía su chofer designado esa noche. Incluso cuando se su ponía que se iba a acabar mi cerveza me di cuenta que le había encargado a uno que habia ido al Oxxo a comprar más. Con confianza we, me decía yo como sea no voy a tomar tanto.

Y si noté que no se terminó ni el six que se habia comprado en la tarde. Yo por otro lado tomé mas de lo que comúnmente tomaba. Dieron las 11 y algunos se retiraron, al final estábamos solo cuatro: Alfredo, Jorge, Pepe y Yo.

Ya al calor de las copas me puse a bromear y echarle carrilla a Alfredo acerca de lo que habia echo en la tarde. Porque te andabas masturbando le dije en frente de los otros dos… eso haces siempre que manejas solo le dije soltando una risa.

Los demás se rieron mientras el se puso serio. No mames wey me dijo molesto, mientras más se reían los demás junto conmigo. Hasta se te puso bien parada jajaja le decía yo, sin pensar que la broma se tornaría en mi contra.

Pepe dijo: mira al de mirada braguetera! Y soltó una carcajada a la cual se unieron los demás, incluso Alfredo cambió su expresión y hasta comenzó a reir. Aaaaahh…. aja! dijo Jorge… te gusta mirar bultos en erección o qué? Y siguieron riendo.

No sabía que te gustaba mirar con tanta atención jotito me dijo Alfredo, en un tono más serio, pero aun con algo de jocosidad. Yo me puse incómodo. La verdad siempre habia sido algo tímido y de hecho era algo frecuente que me pasara aquello al momento de las bromas. Yo solía hacer ese tipo de cosas ya con unas cervezas encima…

Parte II

Me agarraron de su puerquito y tuve que aguantar por el resto de la velada sus bromas pesadas, ahora que lo recuerdo esa noche Juan Y Alfredo me llamaron joto y todos sus sinónimos con más insistencia aquel rato.

Me terminé la última cerveza y ya andaba algo mareada… a partir de aquí me referiré a mi como una mujer pues la verdad me siento mejor haciéndolo desde que pasó lo que les voy a contar más tarde.

Nos retiramos, Jorge y Alfredo me ayudaron a subir al auto y Pepe; el anfitrión nos despidió. Pasamos a dejar a Jorge a su casa, nomás no te lo vallas a coger muy rudo Alfredo le dijo riendo y nosotros casi no le correspondimos. Solo sonreímos.

Ya en camino me dijo que me la habia bañado con lo de la broma. Pero si ustedes me agarraron a mí de carrilla despues de eso, le dije. Como sea no estuvo bien lo que hiciste! de echo si te agarramos de nuestro puerquito fue porque te salio el tiro por la culata!! y no creas que no sé que te burlas de mi cuando no vengo con eso de que me toco en la ingle  me dijo.

Yo lo miré sorprendida. Si wey, quita esa cara de pendejo!  Me dijo ¿crees que no nos hemos dado cuenta como hablas de nosotros a nuestras espaldas? y a la siguiente reunión hablas del que no viene y asi; es obvio que nos íbamos a dar cuenta.

Él se habia detenido para comentarme eso y de reojo noté que se habia vuelto a tocar su pene y no pude evitar mirar rápidamente como lo hacía, sin pensarlo realmente trate de mirar por un milisegundo.

Debió estar al pendiente de mi mirada porque me dijo levantando la voz: y que chingaos tienes que te gusta estar mirando vergas? No estoy mirando nada… traté de susurrar y el subió la voz un poco más mientras decía: no lo niegues! te vi como volteaste a mirar!

Vale la pena aclarar que estábamos cerca de una luminaria, por lo cual  hubiera sido fácil para mí ver como se ponía su mano en el pene. Creo que puse una cara de angustia pues noté que se comenzó a tranquilizar.

verga parada en el carroMira, si me gusta andar asi con la verga parada en el carro y a veces se la muestro a mujeres en la calle. He llegado a grabarme haciéndolo y me gusta mirar en el video su reacción. Pero eso que quede entre nosotros está bien? Ok le dije yo aún un poco asustada.

Bueno, te voy a poner a prueba, si les dices a los del trabajo ellos me lo contaran. Asi que más te vale no contar esto ok? Me dijo mientras con la mirada me invitaba a ver su pene, el cual habia sacado por completo y lo tenía bien erecto.

Yo solo lo vi por un segundo y voltee a mirar hacia afuera de su auto. En el transcurso habia bajado los vidrios por lo cual habia entrado mucho aire al auto, con lo cual  yo me sentía aún más mareada.

Sentí como el tocó mi mano y la puso sobre su pene. Me asusté y traté de alejarlo y él ya estaba listo para eso, pues me detuvo con sus dos manos.

Vamos, tócala, no tiene nada de malo experimentar y menos tú que se te nota que te gustaría probarla. Yo estaba sorprendida, no sabía cómo reaccionar. Por favor no!  le dije. Él se rio de una manera burlona.

Como ves si le seguimos a la tomada? Unos amigos están de fiesta aquí cerca en un ranchito. Yo le dije que si de inmediato, pensando que con eso saldría de la situación incómoda en que me encontraba. Pero él seguía con su verga de fuera y en cuando agarramos carretera me dijo que me recostara y le siguiera agarrando el pene.

Me tomó del hombro  y me recostó hacia él y tomo mi mano y la puso en su verga. Debido a lo sorprendida que me encontraba no atinaba más que a hacer lo que el me decía, además claro,  lo alcoholizada tambien no me dejaba reaccionar.

A pesar de ello, debo confesar que me despertó un morbo tambien primero por la experiencia en si además porque no podia creer que el a quien siempre habia visto tan heterosexual me estuviera forzando a hacer eso.

Asi iba yo toda mareada y sintiendo como usaba mi mano para masturbarse. En eso sentí que se detuvo y me tomo por los cabellos de la nuca. Además acercó la punta de su fierro a mi boca. Yo grite con un poco de histeria: Nooo!!! Y cerré mi boca.

Como sea me pasó su pene por toda mi cara, embarrándome de su liquido preorgásmico. Se aseguró de embarrar por completo mis labios y despues me fue embarrando todo lo que pudo de mi cara hasta que su glande y parte del cuerpo del pene quedó totalmente seco.

Asi está bien perrita, me dijo, al rato le seguimos. No sé cómo explicar lo que sentí cuando me llamó asi. En ese momento fue como una fuente de morbo y un raro placer.

Por otro lado creo que comenzaba a reaccionar a pesar del alcohol y me molestaba un poco, quería reclamarle por lo que hacía, pero por mi timidez no le dije nada.

Asi que se guardó su pene y siguió manejando. No tardamos en llegar a la fiesta donde sus amigos estaban alcoholizados.

Oí que uno le dijo: Ya nos íbamos a ir wey te estamos esperando desde las ocho! Es mejor que anden ya bien punteados asi como andan cabrón, además creo que era mejor prepararles mejor todo poniéndolo bien pedo tambien.

Aunque escuché bien lo que hablaron la verdad no le puse mayor atención, pero no tardé en darme cuenta de lo que hablaban…!

Parte III

La reunión era en un ranchito a unos 15 minutos de Torreón. Bajando de la carretera, entramos algunos 5 minutos por una brecha. Al llegar me acerqué a una mesa donde estaban 2 amigos de Alfredo, me ofrecieron una cerveza y me senté a tomar  con ellos.

Qué onda ¿cómo andas? Me preguntó el mayor de ellos dos, que de hecho parecía ser el más maduro de todos los que estábamos ahí. Bien bien, le dije. ¿Bien tomado no?  Me dijo. Pues algo, si. Le contesté, hace rato andaba hasta un poco mareado.

Salud me dijo y chocamos nuestras latas junto con su amigo, quien se iría despues de un momento mientras nosotros seguimos platicando y bebiendo nuestra cerveza.

Le di un trago algo grande y despues seguí tomando un poco rápido. Noté que él era platicador, muy abierto en su trato, su nombre era Daniel. No fue mucho lo que hablamos realmente, pero él era quien sacaba la charla.

Desde presentarnos hasta cosas cotidianas y despues a lo sexual. Nos habríamos tomado algunas cervezas cuando, despues de ir a orinar, regreso y vio que yo seguía tomando sola y me dijo que si era verdad lo que le había dicho Alfredo.

¡Que te dijo? Le pregunté un poco alterada por dentro. Que te gusta mirar vergas.

No es cierto! Por qué te dijo semejante cosa? Le pregunte.  Y me dijo: Pues yo le pregunté porque te note que de repente volteas a verlos. Mientras lo buscaba a él con la mirada alcancé a notar de reojo que se tocaba su entrepierna. Lo mire a los ojos, pero no me atreví a decirle nada y le tome a la cerveza mientras seguía tratando de encontrar a Alfredo.

A mí se me hace que si te gusta y no solo mirarla. Se levantó y agregó: vente we vamos a ver qué está pasando aca, que tengo rato que oigo un ruido, me traes otra cheve porfa y tambien una para ti. Yo tome dos cervezas y  lo seguí.

Tenía dos días que habia pasado la luna llena y era una noche de cielo despejado, por lo cual había buena visibilidad. Nos acercamos a un corral y ahí seguíamos platicando y me senté en una banca, mientras él bajaba el cierre de su pantalón y se sacaba su verga.

Alcancé a ver que la tenía erecta y sacado de onda le dije que se la guardara. Sin embargo él se acercó a mí.

Tranquilízate, me dijo. No nos ven. Le tomó a su cerveza y con otra mano se la sobó.  No te la quieres sacar tú también? Noo! Le dije algo asustada.

Él se acercó más a mí. Prácticamente tenía su polla en mi cara. Detenme mi cerveza, me dijo. Yo tenía su bote en una mano y el mío en la otra. Pasó su pene por mi rostro, primero en mis mejillas y despues en mi boca.

Su punta toco mis labios y despues el resto de su pene, luego lo levantó y paso sus testículos por mi boca y rostro. Abre tu boca, me dijo y me tomó por los cabellos de la cabeza ¡que los abras! Repitió mientras me los jalaba un poco más.

Yo hice lo que me decía y el comenso a meter su pene en mi boca. Sentí como la introducía, metiéndola con cierta rapidez. Chúpale! me dijo. Yo apenas me movía, pero el me hacía mover mi cabeza hacia adelante y atrás. Su verga se puso aún más dura.

Asi jotita., mámale rico. Despues de un rato me  dijo que me levantara.

Yo me levante, pero para salir de ahí casi corriendo. No tardé mucho en llegar a donde estaban los demás con el detrás de mi con su pene de fuera. Al llegar al lugar Alfredo me vio directo a los ojos y sonrió.

Que paso? Dijo.

Pues aquí ya lo traigo un poco más listo respondió Daniel.

Dicho esto, todos ellos se la sacaron y me mostraron su verga.

Me fijé que entre ellos estaba un negrito de nombre Irvin. Un extranjero con un pene de 24 cm, muy grueso y cabezón.  Alfredo se acercó a mí y me dijo que viera muy bien todos los penes no solo el de Irvin.

Todos los vas a probar en este mismo momento con tu boca de puta asi que comienza por deleitarte tu vista. El resto todos eran güeros con penes que variaban entre 17 y 21 cm. Creo que estaba estupefacta en ese momento con mi boca abierta por que uno de ellos dijo que de seguro estaba abriendo la boca para que viéramos como si me iban a caber sus vergas.

Sentí como Daniel me abrazaba por detrás y me daba arrimones. Sentí su pene contra mi pantalón, una mezcla de miedo y excitación me exaltó mientras yo misma comenzaba a sentir una erección.

Tienes que relajarte mija, vas a saber lo que es ser una verdadera hembra. Y si aún piensas que nunca habias deseado eso, en unas horas nos vas a estar rogando que te demos más verga. Me dijo Daniel mientras me pompeaba su pene contra mis nalgas.

En eso nos rodearon todos los que estaban ahí, ya se habían bajado el pantalón y vi sus penes en plenitud. Todos ellos depilados, excepto Alfredo.

Te voy a soltar para que nos mames la verga y a mi va a ser al primero que se la chupes ¿está bien? me preguntó Daniel mientas me soltaba y me hacía voltear a él para que lo viera a los ojos mientras me preguntaba.

Creo que le dije que si moviendo la cabeza, pero él me grito que le respondiera.

¡Ss si… le dije!

Parte IV

¿Y qué esperas para hincarte pendeja?

En ese momento recibí la primera de incontables cachetadas que habría de recibir en la noche. Trate de irme pero estábamos rodeados y me detuvieron entre tres. Sentí como uno más me daba de cintarazos.

Uno dos tres…. Y luego me dijo. ¿Con esos tienes o vas a hacer caso? Él era Mariano, un chico con cuerpo de gym aunque delgado. Estatura promedio. Esa noche vestía pantalón y playera negra. Su pene era de 19 cm grueso con su glande picudo.

Me dio una cachetada y me volvió a preguntar con violencia, agregando que tenía que responder de inmediato.

Si!! Le dije.

¿Sí que!!!! me preguntó.

¡Si es suficiente, ya les voy a hacer caso! Dije casi a punto de llorar. Estaba lejos de entender que tardaría en darme cuenta de que era lo que querían, de hasta qué punto me iban a someter y obligarme a hacer todo lo que querían que hiciera.

Daniel me tomó del cabello de la nuca y me lo estiró, de modo que mi cara volteaba hacia arriba. Acto seguido Alfredo me dio dos bofetadas. Sentí mi cara enrojecerse junto con el dolor propio de dos cachetadas tan fuertes.

Despues Mariano hiso lo mismo. Yo no pude mas, comencé a llorar. Aun aturdida por las cachetadas pude oír como se alegraban.

Mírenlo ya va a comenzar a llorar el jotito dijo Mariano y se rio, acompañado de casi todos.

Creo que Daniel era el único que no se reía. Me arrodillo sin soltarme de los cabellos y seguía jalándomelos, solo que esta vez dirigió mi cabeza hasta su cintura y puso mi boca justo frente a su verga. Voltee a mirarlo a los ojos.

¿Comienza nena, me dijo… no querrás que te cacheteen de nuevo o sí?

Me soltó los cabellos y yo comencé a chupar su glande mientras ellos gritaban con alegría.

Era tan grande el sentimiento de humillación que sentía y la vergüenza. Al sentir una rara excitación al hacer aquello, sobre todo frente a alguien que me conocía a mí y a mi esposa, pues Alfredo habia llegado a ir a mi casa en alguna reunión, que comencé a llorar a pesar de que se en medio de esa situación se me habia creado una erección.

Daniel me dijo que moviera mi cabeza y le chupara rico. No quiero que te vuelvan a pegar jotita. Asi que pórtate bien, se nuestra puta y todo va a salir bien para ti. No sé por qué me molestaba que Daniel me hablara como si fuera mujer, pero tambien agregaba excitación a lo que sentía. Hasta el día de hoy no he podido explicármelo.

Irvin fue el siguiente, no podia creer el gran tamaño de su verga, ese tipo de penes solo los habia visto en las películas porno. Su gran verga de 24 cm, quedaba casi toda fuera de mi boca, pues apenas me cabía su enorme glande.

Disfruta bien de esa mamada y fíjate bien en el tamaño pues él va a desvirgarte putita, me dijo uno de los muchachos mientras se jalaba su propia verga. Pese a la excitación que sentía y la vergüenza, yo seguía llorando.

Mis mejillas aun estaban calientes por las cachetadas. Irwin me ponía sus testículos en la boca y me decía que mamara con su acento particular. Y yo le hacía caso mientras él sonreía. Yo no podia imaginarme aquella polla tan gruesa entrando en mi colita.

Asi fui chupando cada uno de los penes, eran ocho en total. Aunque habia comenzado a ser más sumisa con ellos y obedecer en lo que me decían. Ellos no dejaban de tratarme de manera humillante.

Me dijeron que me quitara mi ropa y cuando vieron que tenía parada mi verga me dijeron que yo no debía disfrutar de ahí. Acto seguido le dijeron a Alfredo que como el me habia llevado él me tenía que disciplinar cuando eso ocurriera, ante lo cual el se sentó en una banca y me pusieron acostada en sus piernas con las nalgas hacia arriba.

Mientras tres de ellos me detenían de las piernas y la espalda, el comenzó a nalguearme primero y despues a darme cintarasos nuevamente. Es la primera vez que recuerdo haber hablado (o gritado mejor dicho) de manera tan afeminada.

Noooo… por favor nooooo! Gritaba yo como vieja mientras algunos se reían y otros gritaban, de esos gritos característicos de los norteños cuando toman y escuchan música.

Despues de algunos cintasos y tal vez apiadándose de mí por mi llanto Alfredo me dijo que me levantara. Mi pene se habia engarruñado por completo. Me acostaron en la mesa en que habían estado comiendo y abrieron mis piernas. Se le fue para adentro dijo uno riendo. Irvin comento:

Hasta los testículos se le subieron. Ante lo cual los demás rieron tambien.

Me pusieron en cuatro patas diciéndome que era una perra y asi debía de estar. De ese modo me podían nalguear mientras uno de ellos se turnaba para ponerme a mamarle su verga.

Asi estaba yo, de repente estaba mamando la verga y de pronto sentía en mis nalgas un cinto y me volvían a hacer llorar. Luego me regresaron a la mesa, de esas de las quintas hechas totalmente con material y me acomodaron de cañón, de modo que mi boca quedaba hacia afuera de la mesa justo donde mariano puso su verga para que se la chupara.

Detrás de mi Irwin comenso a besar mis nalgas enrojecidas y calientes por tanto cintaso que me habían dado, sentí como me pasaba su lengua justo por mi colita, ante lo cual sentí un placer desconocido para mí. Me puse a remolinear mi cola de tanto placer. No podia aguantar aquella lengua acariciando mi oyito…

CONTINUARÁ.


Imagen de caracter ilustrativo nada mas para este relato erótico…

 

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