Relato porno de sexo en la gasolinera con mi esposa y unos extraños

Hola gente, estamos en esposas y maridos como usuario deliciosax, esperamos que les guste nuestro relato erótico de sexo en la gasolinera xxx.

Todo empezó una noche que salimos en el auto a comprar algo, al estar en el súper nos empezamos a calentar yo tocándole las nalgas a mi esposa y ella tocando mi pene con las manos y en la fila del cajero restregando su culo en mi verga.

Mi esposa traía un vestido de licra pegado, de tela a rayas como tigre. A todos les llamaba la atención, y nosotros solo reíamos y nos pegábamos mas,

Al entrar al auto y ya con la calentura encima le pedí que se quitara el sostén y las pantys, y ella me preguntó:

  • ¿Quieres hacer travesuras?.

Yo le respondí que yo no las haría, que sería ella, y de inmediato se quitó el bra y las pantys y se quedó solo con el vestidito que ella le llama putivestido.

Una noche sexo y locuras que no olvidaremos

sexo en la gasolineraArrancamos el auto y ella me dijo, ¿qué vamos a hacer?. No se me ocurrió otra cosa que decirle que se sacara las tetas del vestido y que pasáramos a una gasolinera y que ella preguntara por direcciones de cómo llegar a algún lado para ver qué cara ponía el despachador.

Al ir en camino y acercándonos a la gasolinera oí un chillido agudo que salió de mi esposa y vi que apretaba las piernas y las manos. Le pregunté que si estaba bien y ella me contestó agarrándose las tetas, estoy nerviosa y caliente al mismo tiempo. Le dije que si no quería nos íbamos a casa. A lo que respondió: «no, ahora lo hacemos».

Llegué frente al despachador que estaba del lado de mi esposa, y lo primero que hizo fue ver esas grandes tetas con admiración y al momento me vio a mi como tratando de evitar ver esos deliciosos pechos que mi esposa sostenía con sus manos para que se vieran más.

Yo le dije al joven: la señora quiere preguntarte algo, y mi esposa frotándose los pechos le preguntó por una colonia. En ese momento el joven se olvidó de mí y se quedó clavado en el movimiento de los senos y las manos de mi señora diciéndole como llegar al destino.

Cuando terminó de dar instrucciones mi esposa me sorprendió al preguntarle al joven con una voz de gatita caliente:

  • ¿Te gustan mis pechos? Es que a mi esposo ya no le gustan…

El joven se quedó sin habla hipnotizado en los pezones que ahora ella se pellizcaba, yo hablé y le dije:

  • ¿Quieres tocar para ver si a ti te gustan?

El respondió: ¿De verdad puedo? Y mi esposa le dijo claro que puedes papacito. Entonces el joven volteó para los lados ya que había más clientes en la gasolinera y cuidadosamente por debajo agarró uno de los melones de mi puta y con su otra mano y dos dedos acariciaba el pezón del otro melón.

Calentando al muchacho de la gasolinera

Vi en ese momento como mi esposa cerraba los ojos y tomaba las manos del joven para masajearse más. Yo me puse tan caliente que traía la verga súper parada. Los interrumpí y le dije al joven gracias por su ayuda, puse el auto en marcha y mi esposa con una mirada y una sonrisita que nunca había visto antes le dijo adiós papacito.

Al estar en la carretera de nuevo ella me dijo: ¿Te gustó? Yo le dije tócame, al sentirme tan duro me dijo yo también estoy muy caliente, no pensé que me gustara el que me tocara alguien desconocido frente a ti y que tú no te molestaras.

Entonces se alzó el putivestido hasta la cintura mostrando sus preciosas piernas y su concha, se abrió y me dijo: tócame. Cuando lo hice ella estaba chorreando, empezamos a platicar de la experiencia mientras le metía los dedos en la concha hasta que se vino mojando el asiento y gimiendo como puta.

Enseguida le pregunté si quería repetirlo, ella dijo: yo te lo iba a pedir pero me dio pena, pero si quiero repetirlo.

Listos para más y tener sexo en la gasolinera siguiente

Seguimos en carretera hasta encontrar una gasolinera sin clientes con dos despachadores y un guardia. Le pedí a mi puta que se bajara el vestido a la cintura para enseñar sus tetas y que se subiera lo de abajo para enseñar el culo. Así que su putivestido se convirtió en cinturón, puse el respaldo de su asiento hasta atrás y le pedí que se pusiera en cuatro patas con la cabeza hacia la parte de atrás y el culo hacia adelante enseñándolo por el parabrisas.

No se lo pedí dos veces ya estaba en posición, esperamos que se fuera un cliente y me dirigí a la bomba con el despachador, el cual al ver el trozo de culo que traía yo enseñando en el carro se quedó solo viendo si era verdad o estaba soñando.

Yo más confiado por la experiencia anterior, fui directo, y tocando el enorme culo de mi esposa le dije: ¿Te gusta este trasero? Y el contestó si señor, está muy bien este material.

Mi esposa respiraba fuertemente excitada mientras yo la tocaba y pasaba mi mano y dedos por su concha mojada y su ano. Y le dije a él, si te gusta porque no lo tocas, te lo presto. Él preguntó: ¿De veras? Y mi esposa ya caliente le dijo alzándole la voz: que si, que me toques las nalgas cabrón!!…

Toda una puta mi esposa esa noche

El joven empezó a tocarla suavemente y fue algo grandioso ver como otras manos tocaban ese trasero exclusivamente mío y más ver como se movía mi mujer. Mi verga se puso de nuevo durísima y mi esposa la agarró con una mano al sentirla así, se volteó hacia mi haciendo el culo más a la ventanilla, poniéndoselo casi en la cara al despachador.

Mi esposa me sacó la verga y empezó a chupar, yo le dije al despachador que abriera la puerta, así quedó el trasero de mi esposa disponible para él, y me dijo el joven: ¿Puedo mamarla?.

En ese momento sentí que mi esposa se paralizó, dejó de mamarme y alzó los ojos para verme. Entonces vi esa miradita de puta que no había visto nunca y le contesté al joven que si podía.

Mientras ella me chupaba la verga yo veía como primero la mano del despachador desaparecía en el culo de mi esposa y ella gemía cada vez más fuerte, y noté como empujaba sus caderas hacia atrás para que la penetrara más.

El joven ya caliente agachó la cabeza y la metió entre las nalgas de mi mujer provocando que ella gimiera de placer cuando le pasaba la lengua por la concha y se oía como la boca del despachador y la vagina de mi mujer hacían ruidos mojados.

Mi esposa empezó a mover sus caderas al ritmo de la lamida que le daban y a decir así así así papi!!.

Un guardia se une a la fiesta de sexo en la gasolinera

En ese momento me di cuenta que un guardia venia hacia el auto y le dije a mi esposa siéntate, y al joven le dije ya estuvo compadre!. La cara de él estaba mojada de la concha de mi esposa y ella sudando con mi verga en la mano todavía y desnuda. Él se medio limpió con su camisola viendo con tanta morbosidad a mi puta, que cuando llegó el guardia nadie pudo disimular.

Yo le dije al guardia: ¿Quieres probar a esta puta? Si quieren se la presto a los dos, mírenla esta súper rica. Sin hablar agarré de un brazo a mi esposa y la hice dar un giro en el asiento hasta que quedó boca abajo, y dándole unas nalgadas en su redondo trasero les dije, sientan esto.

El guardia puso su arma en su espalda, se agachó pero fue directo a meterle tres dedos en la vagina a mi señora que lanzó un gritito de ayyy, pero enseguida levantó las nalgas para que le entrara más. A continuación el despachador la tomó por debajo de la cintura y la puso como perrita, él se agachó hasta casi el piso para quedar frente a sus poderosas tetas y empezar a lamerlas.

El guardia le metía ya cuatro dedos en la vagina a mi esposa quien solo gemía de placer, y yo viendo eso con la luz de las lámparas vi cómo le sacó un dedo de la vagina que estaba chorreando, le metió tres en la vagina y el cuarto se lo introdujo en el ano. Fue algo que jamás me imaginé ver y menos con mi esposa que sin mi estaba gozando cuatro manos y dos hombres!!.

Mi putita quiere ser cojida en la gasolinera

sexo en la gasolineraLo más especial fue cuando ella me dijo entre quejidos y movimientos de culo: papi, quiero que me cojan yaaa!!. El guardia dijo, aquí no podemos por las cámaras, solo que vayamos atrás de esa barda que estaba como a cinco metros y que se utilizaba como lugar para lavar autos.

Encendí y avancé el auto y los hombres empezaron a seguirnos, mi esposa seguía como en un sueño, le pregunté, de verdad lo quieres y ella me respondió, hoy soy la más puta, hazme lo que quieras, pídeme lo que quieras!.

Paré el carro, la bajé ya desnuda y puse a los dos hombres atrás de ella, les pedí que se sacaran las riatas y a ella le pedí que se agachara hacia mí y que me mamara la verga. A los otros les pedí que le pasaran sus vergas por el trasero sin metérsela todavía y que la tocaran si querían.

El ver como el trasero de mi esposa tenía dos vergas paradas a su disposición fue muy excitante y le dije que volteara, y al hacerlo solo dijo oooh que ricas vergas!. Le pregunté que si quería tragar riata, ella me dijo al instante siii papi!!.

Ahí entre la maleza la hice que se hincara y ella como si fuera una puta experta tomó una verga en cada mano, se las acercó a la boca y empezó a mamar. Llegó el momento que tuvo a las dos cabezas en la boca al mismo tiempo, ahí la alcé por atrás y sin avisar le metí mi riata de un solo empujón.

Mamando como una experta las dos vergas

Ella solo gimió y siguió mamando verga, cuando ella estaba chupándole la verga al guardia oí que tosió y como que se ahogaba. Después vi cómo se sacaba la verga de la boca y escurría semen de sus labios y después cuando abrió mas la boca salió toda la leche que le había dejado el guardia, quien apenado se hizo a un lado.

Yo le dije a mi esposa: ¿Qué, así lo vas a dejar?. No mi putita le vas a dejar bien limpia la verga y ella dijo si con la cabeza. Y mientras chaqueteaba la verga del otro quien le masajeaba sus tetas brillantes, jaló al guardia y con todo lo perra que estaba le limpió todo el semen de su pene flácido hasta que dijo mi esposa: ya no tiene nada de leche el poli.

Entonces ella siguió mamando al otro hombre, le pedí al despachador que cambiarnos y me fui a su cabeza a que me la mamara. Se sintió raro la humedad de su boca con semen de otro mamándome a mí.

Mientras alguien más le empujaba su palo en su vagina húmeda, ella no paraba de gemir, me agaché un poco hacia adelante y con mi dedo índice logré llegar a su culito el cual empecé a penetrar y ella se movía mas y más queriendo que se lo metiera más adentro.

Probando dos vergas nuevas en su concha y culo

sexo en la gasolineraAhí en la hierba le pedí al despachador que se acostara, y a mi esposa que se ensartara en su verga, esa imagen de ver así a mi mujer sentada abierta chorreada con semen en la boca y pechos, y viendo como cabalgaba otra verga la puta y lo disfrutaba fue súper caliente.

Me agaché atrás de ella que no quería que el despachador le besara el cuello y la cara y a fuerzas la hice que pegara sus senos en el pecho del joven quien le besaba el cuello y quería besar los labios. Ella forcejeaba con él y al mismo tiempo gemía de placer por estar clavada ahí en la tierra.

Cuando la tuve bien pegada a él, vi cómo se comía esa verga por la concha y se doblaba al entrar. El guardia tenía un celular en la mano y le dije que grabara esto que iba a pasar.

Primero grabó como gemía mi esposa con una verga trabada en la concha y como entraba y salía. Me puse atrás de ella y pedí que grabara desde atrás como le iban a entrar las dos vergas en una doble penetración. Mi vieja ya estaba loca y me pedía que la penetrara por el culo: ya la quiero decía.

Se quedó quieta cuando sintió como la cabeza de mi pene buscaba su ano, agarró las manos de el que la estaba ensartando y se las puso en las nalgas y le dijo: ábreme!. Así fue como sentí el calorcito de su ano y empecé a deslizar mi verga dentro de ese hoyito delicioso, ella pedía mas y mas.

Hasta que empecé a tomar ritmo adentro y afuera sintiendo como la verga en su vagina se movía también, y ella meneándose lo más que podía gritaba fuerte maldiciendo, diciendo: a suuu puta madreee!. Y seguía pidiendo más, bramando como perra en celo, babeando y jadeando.

Primera corrida de mi esposa follando en la gasolinera

Sentí como se detuvo un segundo y empezó a decir no no no no, se estaba viniendo, sentí como un chorro de venida me mojaba los huevos, mientras el guardia seguía grabando con una mano y con la otra se estaba masturbando con su verga a medio poder.

Mi esposa lo vio y lo jaló de la verga y se la metió a la boca otra vez mientras nosotros dos seguíamos cogiéndola por los dos lados. El despachador empezó a trabarla más rápido y a jadear, supe que ya se iba a venir y le dije a mi putita muévete mas no ves que le vas a sacar la leche…

Y así lo hizo con mi verga trabada en el culo y con la otra en la boca. Yo no me había venido, salí de su culo, el despachador se paró después de venirse, su verga seguía parada, húmeda y con rastros de semen, y ella ya no esperó la orden. Se hincó y lo limpió como había limpiado al otro que ya estaba parado de nuevo y grabando.

Me acerqué y ella sonrió, me pidió que me acercara diciendo; tres vergas para mi solita….que ricooo!. Le quitó todo el semen al despachador y se lo tragó. Después se quedó con nosotros dos y el guardia le dio el cel. al despachador para seguir filmando. Le empezó a mamar la verga al guardia tan fuerte que otra vez se estaba viniendo, esta vez ya no se lo tragó e hizo que le diera la leche en sus grandes senos.

Cuando sintió la venida con sus dos manitas limpió la verga del guardia y se embarró sus senos hincada viéndolo a los ojos. En cuanto estaba toda bañada de leche, se paró y les dijo:

Gracias chicos esto no lo voy a olvidar!.

Y a mí me dijo, yo en casa te saco la leche. Se subió al auto y pidió el cel. para ver el video. Les dijo a los hombres que nos esperaran un rato en lo que lo veíamos.

Toda una putita desatada esa noche…

Ella ya sin pena chorreando de semen en la concha con la boca olorosa a vergas con sudor de otros hombres y olores diferentes. Desnuda tocándose los senos y embarrando lo que quedaba de leche, se metía los dedos en la vagina y se los chupaba, mientras yo pasaba el video a mi celular, y lo borraba del otro celular.

Me dijo, arranca voy a regresar el celular. Ella ya no se vistió, serían las dos de la mañana, arranqué el auto, y ella no se subió. Caminó desnuda y atravesó la gasolinera, en una bomba estaba un auto con una pareja y que atendía el despachador que se quedó sin participar.

Mi esposa puta fue hasta la bomba y le dijo al despachador, la próxima vez que tenga sexo en la gasolinera te toca. El chavo no supo que decir, y el hombre en el carro devoraba a mi mujer con la mirada y su acompañante le empezó a decir a mi esposa: Pinche puta maldita!

Mi esposa se agarró la concha, se acercó a su carro y le mojó la cara al conductor mientras la mujer le golpeaba el brazo insultándolo. Caminó desnuda hasta donde estaban el guardia y el despachador que se la habían cogido. No oí que les dijo pero se volteó y les enseñó el culo abriéndose las nalgas. Volteándose de nuevo agarrándose las tetas, vi como chupó el celular del guardia, se lo puso en la concha y como si se lo quisiera meter se abrió de piernas, lo embarró de sus jugos y se lo dio.

Me llamó mientras veía como el conductor del otro carro seguía viéndola. Llegó una camioneta con cinco hombres y todos empezaron a chiflar y a decirle cosas sexuales.

Terminando la noche de la gasolinera con más sexo en casa

Viendo que se estaba poniendo fuerte la situación fui con el carro a donde estaba con los dos hombres, le pedí que subiera y se metió al auto. Sacó medio cuerpo por la ventanilla sacando sus tetas y les dijo con una voz de perrita sucia: acuérdense que hoy fui su puta y cuando venga de nuevo lo voy a ser. Se metió al auto cuando arranqué y solo vi su cara de felicidad.

Esa noche no paramos de tener sexo en casa hasta las seis de la mañana. Ella se siguió viniendo no sé cuántas veces, veíamos el video, hablábamos de lo caliente que estuvo y seguíamos cogiendo. Y el verla y tenerla grabada nos dan unas ganas tremendas de que se vuelva puta otra vez y que repitamos la travesura.

¿Cómo ven?. Les recomendamos esta experiencia de sexo en la gasolinera, fueron desconocidos, no los volvimos a ver y a nosotros nos prendió la llama del placer al 1000%. Saludos esposas y maridos de Deliciosax.


Relato de sexo en la gasolinera enviado por deliciosax
Imágenes de carácter ilustrativo nada más para el relato de sexo en la gasolinera, no son reales!

 

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