Hola chicos, soy Mariana, una mujer de 33 años de edad, chiquita de 1.57 talla 9 y de bubis pequeñas pero complacientes, soy de Ciudad de México.
Mi despertar sexual fue a muy temprana edad y bueno a mis lindas primaveras todo empezó. Como mis padres son de Puebla, ahi conocí al chico con el que perderia mi virginidad.
Después de un par de visitas a la casa de mi abuela este chico no dejaba de mirarme tanto así que me gustaba como lo hacía me sentía extraña tanto que en algunas ocasiones llegue a mojar mis calzoncitos. En ese entonces no sabia que me exitaba ese muchacho de complexión alta y fornido de ojos de color café muy claro y sombrero vaquero todo eso me gustaba, para cuando se enteró que no existía ningún lazo familiar no tardo en querer hablar conmigo y así fue, al tiempo en que en ocasiones llegue a visitar a la abuela ya salíamos a caminar y en poco tiempo ya éramos novios.
Cuando por fin se animó a besarme yo sentí como mi vagina palpitaba y se humedecia de tan rico que lo hacía, era tan excitante que buscaba cualquier oportunidad para besarlo y sentir esa sensación hasta que de pronto empecé a sentir como su pantalón empezaba a ponerse algo extraño y me di cuenta que su pene se estaba poniendo erecto y duro.
Para mi eso fue muy rico ya que nunca había sentido la sensación de un pene poniéndose duro, fue tan rico y tan impactante que se me empezó a tallar de lado a lado pero cuando se me empezó a pasar lo caliente me dio miedo y ya no sabia que hacer. En eso el me comentó que si lo acompañaba a ver a su mamá ya que la señora me quería conocer, la sorpresa fue que la señora no estaba, se había salido y pues como el supo como mantenerme tanto tranquila como excitada comenzó lo que ya sabia que me esperaba…
Mientras me besaba el me empezó a manosear, sutil manoseo, fue hábil ya que no se fue inmediatamente a mi entrepierna y cuando la hacía paseaba sus dedos tan despacio y tan rico que recuerdo que yo empecé a gemir despacito y me empezo a quitar la ropa (yo traia un vestido floreado con unos girasoles una pantaletita azul pastel y calcetas de tipo colegiala) y mientras el seguía basándome y acariciandome bajo el cierre de mi vestido lo bajo hasta mis pies, mientras me besaba me dejo con mi bra y mi pantaletita puesta.
Él manoseaba, apretaba mis nalguitas y me besaba, después me quito el bra y sentí un poco de pena y me cubría pero como el paseaba su lengua por todo mi cuerpo ya en la cama solté mis tetitas y lo empecé a abrazar y apretarlo hacía a mi sintiendo como la cabeza de su pene punteaba mi entrada y mi vagina estaba más que mojada y entonces se acercó a mi tomo mis manos y las llevo a su pene.
De momento me opuse un poco por aquel miembro que de por si se sentia grande, al verlo fue impactante y zas que me lo pone mis manos fue tan emocionante y tan desconocida la sensación que no supe que hacer pero el me ayudó colocó mis manos una arriba de otra y se lo empecé a jalar yo sólo reía de nervios pero me gustaba como me veía con aquel miembro tan grande que se salía de mis manos.
Después de unos segundos así me empujó a la cama y me empezó otra ves a besar y lamer hasta que llegó a mi vagina y me quito mi pantaletita y o sorpresa me empezó a lamer mi clítoris. Fue lo más excitante del mundo y ahora que lo recuerdo y lo pienso fue mi primer orgasmo en ese momento quedé tan fascinada y tan mojada que aún no se acababa yo pensé que así era tener sexo pero no….
Aún faltaba lo mejor de pronto me levanto las piernas se acomodó mientras aún gemia de placer y puso su pene en mi entrada y sólo se me vino a la mente que era demasiado grande y entonces lo empezó a meter despacio y suave si me dolió pero no mucho ya que con su lengua ya me había hecho dilatar un poco y entonces que me lo mete todo yo sólo gemia, pero era un dolor tan rico que no me importaba.
Así siguió metiendomela cada ves mas rápido y mientras me lo metía me chupo las tetitas y eso fue lo que hizo perder la cabeza se comia a mis pezones de una forma tan agradable que el dolor se me olvidó y yo empecé a gemir más fuerte y más rico podía sentir como su pene me llegaba hasta adentro, podía sentir cada centímetro.
No se cuanto tiempo duró así para mi se hizo una eternidad hasta que sentí como sus movimientos fueron tan intensos y tan rico que no aguante más y volví a mojar mi vagina con una sensación palpitante que sentia como aprisionaba su pene tan duro y mis caderas se movían tan fuerte que el no pudo más y terminó adentro de mi una sensación tan cálida y tan extraña que no lo podía creer.
Al terminar nos quedamos desnudos unos segundos, yo aún agitada y llena de sudor de el con mi vagina llena de semen que en cuanto me senté se me empezó a escurrir que me hacía cosquillas y me gustó. No podía creer que lo estaba viendo desnudo con ese pedazo de carne que me hizo gozar…
Y así fue que perdí mi virginidad, ese mismo día lo hicimos 2 veces, ya les contaré la segunda parte!
Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…
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