Relato de sexo con una jovencita virgen de 18 años

Paulita, de esa manera llamaba a una chavita de 18 años que conocí en la empresa donde laboré, eso ocurrió a principios del 2012, ella, es hermana de una amiga y ex compañera.

Estaba totalmente fuera de sí, era muy aventada, tenía un bonito cuerpo, yo tenía 22 años en ese entonces y la neta le traía unas ganas totales.

Varias veces ya me la había agasajado, me encantaba manosearla, era un cuerpo tiernito, tiernito y bien dotado.

La invité al cine, de alguna forma nunca le negaban salir conmigo y ese día aproveché.

Después de un agasaje en el cine, la convencí para ir al hotel, esta chica es muy caliente así se fue conmigo sin dudarlo. Llegamos al hotel, yo comencé a besarla y desvestirla lentamente, su piel suave y sus gemidos me excitaban más y más, en eso ella me agarro y me dijo…

  • Oye? tengo algo que decirte…
  • Que pasó nena!
  • Es que aunque no me creas soy virgen!

Me quedé un poco anonadado, durante toda mi vida hasta ese entonces yo nunca había estado con alguien sin estrenar, pero debía aprovechar la situación.

  • No te preocupes, tú déjate llevar, yo hago lo demás.
  • Bueno, ok hagámoslo.

relato sexo jovencita de 18Le quité la ropa interior y ella a mí, sin pensarlo me bajé a su vaginita peludita pero fresca. Comencé a lamerle las ingles y poco a poco lleve mi lengua hasta sus labios vaginales.

Llenaba de saliva toda su concha, ella se retorcía como gusano, se quejaba pero al mismo tiempo me agarraba la cabeza para no dejarle de chupar…

  • Aaaayyy mi vidaa, esto se siente maravilloso.
  • Si nena tu disfrutaa¡

Seguí mamándole su conchita mientras le acariciaba sus tetas erectas, me daba gusto con ese cuerpo nuevo, empezó a  humedecerse toda..

  • Nena te toca..
  • Pero es que nunca lo eh hecho
  • Tú hazlo como si fuera paleta
  • Asii¡
  • Paulita que rico

Me la empezó a mamar lentamente como si fuese una paleta, era novata así que hacia muecas del sabor de mi pene, pero aun así siguió chupándomela.

Poco a poco se fue metiendo más, de las lamiditas pasó a meterlo a su boca de la punta pasó hasta el tronco. Yo la miraba excitado y complacido, saqué un condón y me lo comenzó a poner con su boquita.

La acosté en la cama, le abrí despacio sus piernas y comencé a penetrarla lentamente.

Sentía como mi pene poco a poca se introducía en su vagina virgen, al sentir que ya estaba dentro de ella comencé a moverme suavemente. Ella gemía y me apretaba, yo le acariciaba las piernas y le besaba y lamía sus pechos.

Le dije que moviera su pelvis, que sentiría más rico, ella lo hizo, comenzó a moverse junto conmigo, mientras yo lamia sus pechos ella meneaba la cadera, una combinación exquisita.

  • Nena que rico se sienteee..
  • Si amor, que rico me haces tuya
  • Quiero que te subas en mí..

Me acosté y la cargué, lentamente la dejé caer sobre mi verga bien parada, era una sensación extraordinaria, su estrecha vagina apretaba mi verga como nunca lo habían hecho.

La tomé de la cintura para mostrarle como se debía dejar caer sobre mí, no tardó en aprender bien ya que se daba unos ricos sentones acompañados de un delicioso movimiento de cadera..

  • Ah… ah…a h que ricooo, que verga más rica amor!
  • Eso es nena, muévete muévete!

La puse en unas posiciones más hasta antes de llegar a mi posición favorita, el «perrito», la puse en cuatro y se la dejé ir con todo.

Escuche un quejido que me generó una tremendas ganas de embestirla, la tomé por la cintura y le comencé a dar rápido. Su vagina ya escurría, yo seguía dándole con todo, sus gemidos invadían el cuarto y los sonidos del choque de nuestros cuerpos también…

  • Asiii que rico nene, …nooo pareess!
  • Te voy a partir chiquita, cómetela toda!

Estábamos tan excitados y ella apretaba tan bien mi verga que ambos nos venimos. Sentía como corría liquido de ella sobre mí, mientras le temblaban los brazos y las piernas, lanzó un grito tan fuerte demostrándome que había tenido su primer orgasmo.

Nos quedamos reposando antes de echarnos el segundo, ese día la llevé muy tarde a su casa y sin darme cuenta su hermana Evelyn se dio cuenta de donde veníamos.

No dijo nada pero le despertó algo que también me la cogí, pero esa historia se la contaré después en otro de mis relatos sexuales. Hasta pronto.


Imagen de caracter ilustrativo nada más para este relato porno.

 

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