Sexo en lugares públicos, una fantasía sexual para muchos y algo de lo más trivial para otros. Se está poniendo de moda, y mucho, tener relaciones sexuales en espacios abiertos. El morbo de ser descubiertos es la principal motivación para todos aquellos que disfrutan teniendo relaciones sexuales en lugares públicos.
Puede ser una simple moda pasajera, pero lo cierto es que lo que era un escándalo hace años se ha convertido en algo trivial, aceptado por casi todo el mundo. Ya nadie se escandaliza cuando escucha una conversación en la que se comenta en qué lugares curiosos se han tenido relaciones sexuales. Ascensores, probadores, centros comerciales, parkings, baños públicos, las posibilidades son infinitas, sólo hay que estar en el momento adecuado con la persona adecuada.
Lo que no muchas personas saben es que en los años setenta era muy común que alguien hiciera referencia a aquellas personas que mientras salían a pasear al perro, tenían como costumbre espiar a parejas teniendo relaciones sexuales.
También el «cruising» es un término que está muy relacionado con el sexo en lugares públicos, aunque en este caso se refiere a tener sexo de tipo homosexual en un lugar público y con desconocidos. El cruising es un tema que ha tenido gran aceptación y del que se ha escrito, y mucho, en páginas de libros, foros y blogs de internet para orientar a todas aquellas personas a los que les «pone» esta situación. El gran problema es que en muchos países, este tipo de acciones se consideran inmorales o que atentan contra la salud pública.
Sexo en lugares públicos
Pero volviendo al tema que nos atañe hoy, lo cierto es que aunque todos conocemos las consecuencias que tiene tener sexo en lugares públicos, la emoción, la inquietud y la adrenalina que despierta el poder ser descubierto, hacen que se convierta en una obsesión y consigue que la propia relación sexual sea mucho más placentera que una tradicional.
A quién no le pone el hecho de entregarse a su pareja en un lugar diferente, sentirse observado por desconocidos que pagarían por estar en su lugar. Una manera como otra cualquiera de salir de la rutina sexual.
De hecho existen asociaciones, grupos o clanes que se reúnen personal o virtualmente para intercambiar opiniones sobre este tema, aconsejar lugares idóneos, o conocer a otras personas que quieren culminar esta fantasía sexual, pero que aún no han conocido a la persona indicada.
También se han realizado varios estudios sobre esta temática para averiguar qué sitio público es el favorito de cada uno para tener relaciones sexuales. El capó de un coche, el baño de un avión, los probadores de las tiendas, la playa, el bosque, los parques y el césped del campo de golf son los lugares preferidos para «jugar» con la pareja.
En definitiva una perversión de lo más sana que no hace daño a nadie y en la que se disfruta mucho más de la propia relación. La adrenalina, el miedo a ser descubierto y la pasión hacen que la relación sexual sea mucho más placentera. Además, no tienes porque estar rodeado de personas ni de mirones, tan sólo tienes que estar en un lugar en el que alguien pueda aparecer por sorpresa. Como te he dicho una manera de romper con la rutina, experimentar con nuestra propia sexualidad o simplemente un capricho sexual muy fácil de satisfacer.
Deja un comentario